my possesive husband

capitulo 18

—esto es una mala idea. — bright sacude la cabeza mientras subimos en el familiar ascensor.

—tal vez. —

—no necesitamos refuerzos. tú y yo podemos encargarnos. —

—soy consciente. — le lanzo una mirada de reojo.

—podemos acabar con todos los idiotas que han venido por nosotros, pero enviarán
más. esos malditos mercenarios son una docena, y si quieren desgastarnos, lo harán no puedo arriesgar a gulf, ahora no es el momento de ir solo. —
—pero dijiste que nunca te unirías a broth... —
—confía en mí, bright. —
—lo hago. — parece sorprendido. —siempre lo he hecho. —
—no te detengas ahora. — le hago una breve inclinación de cabeza mientras el
ascensor se abre y la hermana sammy nos saluda con una ceja arqueada.

— ¿volvieron tan pronto, amigos? —
—tenemos negocios. —

— ¿asuntos relacionados con cierta banda de malhechores rojos? —

—sí. — no quiero jugar estamos perdiendo el tiempo.
—por aquí. — nos lleva al mismo salón donde nos encontramos con leo la última vez.
está de pie junto a la ventana, mirando la ciudad. —tomen asiento. — se gira y hace un gesto hacia el sofá mientras se hunde en una silla blanca. — ¿cómo es la vida en la clandestinidad?— casi sonríe, pero se retrae.

—vamos a tener que saltarnos la charla. — me inclino hacia delante, con los antebrazos sobre las rodillas. —ya sabes lo que pasó. vinieron por mí. eso, me
importa una mierda. no son los primeros ni serán los últimos que intentan acabar conmigo. pero donde la han cagado es viniendo por mi esposo. —

leo me mira fijamente, sin que su cara lo delate. pero casi puedo oír los engranajes de su retorcida mente girando y chirriando unos contra otros.

— ¿quieres vengarte de los red dragón? — pregunta con cuidado.

—por supuesto, pero mi principal objetivo es conseguir que se retiren de una puta
vez. son como un maldito niño pequeño con una uzi. —

leo suelta una carcajada. —la mejor comparación que he oído hasta ahora. — se encuentra con mi mirada de nuevo. —todavía no he oído nada que tenga que ver conmigo o con brotherthai. ¿en qué puedo servirte, mew?

— lo que pasa con los favores es que siempre vienen con condiciones. y los favores de un hombre como leo son de vida o muerte, aun así, no puedo
pasar por alto el hecho
de que, aparte de mí, es el hombre más poderoso de esta ciudad. y además, tiene
un ejército de asesinos a su disposición.

—eres consciente de que los red dragón vinieron por mí por tu culpa, ¿verdad?—
no tengo tiempo de andarme con rodeos.

— ¿por mí? — leo se encoge de hombros. —viniste a una reunión aquí eso es todo, es absolutamente habitual que los profesionales de nuestro oficio tengan reuniones de trabajo de vez en cuando, si sacaron conclusiones de ella, eso no tiene nada que ver conmigo. —

sabía que iba a ser difícil, pero su despreocupación todavía me revuelve por dentro.

si hubiera sido solo mi vida la que estuviera en juego, podría soportarlo, podría matar para salir de este problema, pero tengo que pensar en gulf,  en nuestro hijo creciendo dentro de él, y no puedo ir a medias y empeorar las cosas,  así que, a
pesar de que mi cabeza hierve, mantengo la calma. —tiene todo que ver contigo, y lo sabes.

—sus ojos se entrecierran. —no tengo ni idea de lo que estás hablando, y desde luego no me importa la vaga acusación que estás haciendo contra mí. —

—entonces realmente no te va a importar la siguiente parte. — me pongo de pie. —llevas años intentando que me una a brotherthai,  me he negado tantas veces que pensé que te habías rendido. entonces, de la nada, me envías una invitación para que venga aquí, a tu piso alto,  no a una reunión secreta en terreno neutral, ni siquiera a tu fortaleza oculta en los alpes.
En cambio, aquí, a la vista de cualquiera que pueda tener un ojo puesto en ti, y todos sabemos que hay unos cuantos. —

— ¿qué estás sugiriendo?— toma un trago de la hermana sammy que se coloca a Su derecha. preparada para los problemas.

—estoy sugiriendo que preparaste esa reunión para empezar la mierda, estoy
sugiriendo que querías que los red dragón vieran mi visita como un desprecio hacia ellos, lo que los enviaría a mi puta puerta. ¡que vinieran por mí y por mi esposo embarazado en una
cita con el médico!— mi cara de póquer se resquebraja, y mi ira aumenta con cada palabra. —todo para que pudieras fingir magnanimidad y ayudarme cuando volviera aquí -tal y como habías planeado- pidiendo un favor. y a cambio, por fin me tendrás en tu organización. ¿te parece bien, leo?—sonríe con su bebida. —vaya, mew, si todo eso fuera cierto, sería un auténtico
cabrón escurridizo, ¿no? —
—si el zapato encaja. — murmura bright.

Me obligo a sentarme de nuevo, a esperar que leo me diga lo que puede o no puede hacer por mí. Juré que nunca me uniría a Brotherthai. Ese juramento sigue en pie, pero si unirme sirve para mantener a gulf a salvo, no lo dudaré. Leo sabe por qué
estoy aquí. No hay nada más que decir.
Termina su bebida y coloca el vaso en la mesa a su lado, luego suspira y hace un gesto a la hermana sammy para que se retire. —Hoy no hay derramamiento de sangre. Después de todo, mi esposo me mataría si manchara su nuevo sofá. —
Nos mira a bright y a mí, pero luego sale a grandes zancadas de la habitación.
—No estoy admitiendo nada de lo que acabas de decir, ¿te das cuenta? — Se inclina hacia atrás.

—Aun así, te escucho. No soy ajeno a la pérdida de un esposo y
un hijo, aunque en circunstancias diferentes. — Su mirada se oscurece. —Y por
mucho que te quiera en la
Brotherthai, odio aún más a los Red Dragón. No me di cuenta de que iban por tu esposo, ni de que estaba embarazado. Caerán en lo más bajo. No hay honor entre
ellos.

Permanezco en silencio, renunciando a un comentario sobre cómo ninguna de estas
organizaciones es precisamente un faro de moralidad. El silencio se prolonga durante un rato y Bright se remueve en su asiento.

Pero yo permanezco inmóvil, con los ojos puestos en el único hombre que podría hacer la vida de gulf un poco más segura mientras me encargo de los negocios.

Leo me mira fijamente un rato más y luego se encoge de hombros. —Bien. Un favor,
Uno que será devuelto en el futuro con interés, pero dejaremos la discusión sobre tu
incorporación... Por ahora. — Se levanta y sirve tres tragos. —

Entonces, ¿qué necesitas exactamente de mí?.

Hola, si hay algún error por corregir, agradezco que me lo hagan saber ♥️♥️♥️♥️