1. En lo profundo

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Be my mistake - The 1975

Lo que siguió fue confuso

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Lo que siguió fue confuso. Después de que un coche la encontrara, varada en la carretera, perdida, llorando y cubierta de cenizas, tuvo un pequeño lapso en su memoria. Un abismo, como ella le decía, donde solo recordaba el frío inquebrantable que sentía y las abrumadoras preguntas de los oficiales, tanto hacia ella como a los que la encontraron. Preguntas para las cuales nadie tenía respuestas.

—¿Cuántos años tienes, linda? —fue lo primero que le preguntó un hombre uniformado de unos veintitantos años.

No respondió de inmediato; la desconcertaba la blanca luz fluorescente que iluminaba la habitación del hospital en el que había pasado los últimos cuatro días: la llevaron allí luego de encontrarla. Necesitaban examinar el estado de sus quemaduras, pero ya le habían informado que pronto podría salir con tan solo unas vendas, muchísimas cremas y antibióticos. Le dijeron que había tenido «suerte». Ella lo dudaba.

«¿Cuántos años tengo?», pensó. ¿Cuántos...? Hubo un largo silencio, hasta que al fin habló:

—No lo sé. ¿Cuántos le parece que tengo? —dijo, no sin cierto escepticismo. El hombre sonrió y apuntó algo en su libreta.

—Diría que unos catorce o quince. ¿Puedes decirme tu nombre?

¿Cómo se llamaba? Parecía una pregunta muy fácil, muy sencilla, pero no sabía cómo contestarla. Resopló, frustrada, y se quedó mirando el amanecer a través de la ventana, en lugar de pensar una respuesta. De alguna manera, aquellos colores rojizos la calmaban.

¿Cómo podía borrar de su memoria algo tan básico como su nombre? Cuando volvió la vista hacia el hombre, descubrió que este la miraba expectante, como si creyera que ella lograría encontrar la respuesta. Eso solo la desconcertaba aún más.

—Yo no... —y fue ahí que vino a ella, de súbito, como si jamás lo hubiera olvidado—. Lianne. Me llamo Lianne.

Más tarde, cuando los policías regresaron, supo que sus padres habían muerto en un incendio del cual ella había logrado escapar —¡de milagro!— hacia el bosque, donde perdió el conocimiento y, horas después, despertó

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Más tarde, cuando los policías regresaron, supo que sus padres habían muerto en un incendio del cual ella había logrado escapar —¡de milagro!— hacia el bosque, donde perdió el conocimiento y, horas después, despertó. La chica no quería encontrarle gracia al asunto, ya que de gracioso no tenía nada, pero era lo único de lo que se sentía capaz de hacer: reír en su interior por lo absurdo de la situación, y por lo vaga de la información que le estaban dando.

Incandescente © Trilogía Incandescente IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora