Love - Lena
Pasaron varios días antes de que Lianne se acostumbrara a la idea de estar en un orfanato; poco a poco, esta realidad se iba asentando en su sistema hasta que casi pudo considerarlo «normal». No había tenido más visiones ni recuerdos, sin embargo, los sueños del bosque se repetían a menudo y la despertaban por las noches.
Entró en su habitación, cansada luego de una agotadora jornada llena de actividades. Cerró la puerta tras de sí y se quedó un momento apoyada en ella.
—Vaya día —murmuró. Había tenido, de nuevo, clases en el orfanato.
Lianne rio por lo bajo. Al menos, no eran tan aburridas, tal como Alice le había prometido. Historia y Literatura eran de lejos sus favoritas, pero su mente volvía a la clase de Arte. En un momento, la profesora encargada de impartir la asignatura salió y las gemelas comenzaron una guerra de pintura. Todas las alumnas se unieron, dejando un completo desastre de colores en todas partes. Por primera vez desde que había llegado, Lianne se sintió parte de algo. Sonrió.
Dejó su pequeña mochila sobre la cama; acababa de llegar de una increíble cena en donde todas —chicas, profesoras, encargadas y Emma— se reunieron. Miró por la ventana: había estado lloviendo toda la tarde, aunque a Lianne no le importaba: había descubierto que le encantaba la lluvia, sobre todo, si podía escuchar su maravilloso y acogedor sonido junto al fuego, con una taza de chocolate caliente y un buen libro. Eso era, para ella, la definición de «perfecto».
Se acercó a ver las luces de la cuidad a través de la ventana: pequeños puntos de colores ubicados en distintos lugares eran distorsionados por la lluvia. No hacía demasiado frío, pero aun así Lianne se imaginó lo mucho que le gustaría estar frente a una chimenea con el crepitar de las llamas para poder contemplarlas.
Su mirada estaba fija en las gotas de lluvia que resbalaban por el cristal cuando la sensación de un déjà vu ya familiar se apoderó de ella por un segundo, antes de desvanecerse tan rápido como había aparecido. No había sentido eso desde el recuerdo que tuvo de su hermana Sarah en el columpio. ¿Qué sería ahora? Antes de poder pensarlo demasiado, Lianne fue consciente de que dejaba de estar en el orfanato: ahora se veía a sí misma reflejada en una de las ventanas de la sala de la casa de sus padres. Afuera llovía sin cesar y las gotas de agua resbalaban por el cristal, como si fueran lágrimas que caían. Las nubes no dejaban ver las estrellas.
A través del vidrio, la chica podía ver el imponente bosque que se alzaba detrás de la casa, con los árboles tan altos que parecían llegar al cielo y tan tupidos que no se podía ver entre ellos. A Lianne siempre le había dado curiosidad ese lugar, pero nunca había entrado por miedo a perderse: el Forest Park era demasiado grande y ella se sentía demasiado pequeña. Cuando sus ojos enfocaron su reflejo, algo dentro de Lianne se removió al darse cuenta de que lucía mayor a lo que ella era en realidad; tenía casi diecinueve años en ese... recuerdo. ¿Cómo podía haber sido mayor en el pasado? Era imposible y, al mismo tiempo, era una certeza.
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Incandescente © Trilogía Incandescente I
Teen Fiction«Era parte del fuego y él era parte de ella. Así se había sentido toda su vida: no como el fuego que quema, que destruye, sino como el que brinda luz y calor, el que otorga vida». Cuando Lianne, una chica de quince años, despierta de la nada en un b...