Los alumnos de Miyagi – Fang tenían un broma interna que nació cuando Daniel y Johnny anunciaron su relación. En ese tiempo Anthony y Devon eran los recientes integrantes del dojo y Johnny les ponía especial atención, fue ahí que Eli los apodo como los mellizos Lawrence.
Miguel no estaba preocupado por perder a su sensei por dos razones, la primera era porque todos lo viernes por la noche se reunían a comer, ver películas o practicar golpes más avanzados. Y la segunda era porque le dio la autoridad para entrenar a los menores cuando el ojiazul tuviera que ausentarse por su otro trabajo.
Por otra parte, Daniel se volvió más cercano a Sam y Robby. Ellos tuvieron en sus manos muchas de las técnicas que Miyagi había heredado al pelinegro. Demetri analizó la situación y continuando con la broma de Eli los llamo como los mellizos LaRusso.
Los demás estudiantes no se molestaban por recibir un tiempo limitado de enseñanza pues sabían que sus senséis tendrían que heredar el dojo y conocimientos cuando sus "hijos" estuvieran lo suficientemente preparados, pero los mellizos Lawrence estaban enojados por no recibir atención de Daniel y los mellizos LaRusso estaban celosos por no pasar tanto tiempo con Johnny.
─ Apuesto 5 dólares a los Lawrence. ─ Gritó Miguel.
─ 5 dólares a los LaRusso. ─ Gritó Tory.
Demetri y Eli subieron a la plataforma donde el par de mellizos se preparaban para pelear.
─ Recuerden las reglas, no pelear sucio y nada de trampas. ─ Advirtió Demetri.
─ Te tengo en la mira LaRusso. ─ Devon señaló a Sam.
─ No podrás ni derribarme.
─ Los cuatro se enfrentarán al mismo tiempo, quien logre derribar a su oponente dos veces gana.
─ Prepárate para perder Keene.
─ No me asustas. ─ Respondió Robby.
Demetri estaba por iniciar el enfrentamiento cuando Daniel y Johnny llegaron al dojo.
─ ¿Qué está ocurriendo aquí? ─ Inquirió el pelinegro.
─ ¿Y por qué Bert tiene tanto dinero? ─ Cuestionó el rubio.
Nadie respondió.
─ Entonces nadie va a decir nada, perfecto. Sam, Robby, Anthony y Devon entren a la casa. ─ Pidió Daniel.
─ Los demás harán 200 flexiones. ─ Ordenó Johnny.
─ Pero ...
─ 250 flexiones ¿alguien más quiere cuestionar mis ordenes?
─ No sensei.
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Robby y Anthony subieron a la plataforma de madera y comenzaron a moverse en perfecta sincronía. Mientras tanto, Sam y Devon preparaban las tablas de madera para romperlas.
Después de la pequeña discusión en la casa pudieron llegar a una solución que beneficiaría todos por igual. Daniel y Johnny se disculparon por ver el problema, también prometieron a los demás estudiantes subir el nivel de entrenamiento para que cualquiera tuviera la oportunidad de ser el campeón y campeona del próximo torneo.
[.]
Eli y Demetri caminaban por el centro comercial, entonces a los lejos vieron unas caras conocidas y detuvieron.
─ Tener como padres a los dos senséis debe ser genial. ─ Eli sonrió al ver como el señor L. acariciaba su vientre.
─ Y tener a cuatro hermanos mayores expertos en karate que van a defenderte de cualquier bravucón lo hace mucho mejor.
─ Bienvenidos sean los Lawrence – LaRusso. ─ Y siguieron su camino a la tienda de cómics.
