Your name

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Nombres. Nunca entendí por qué le ponen nombres a los bebes cuando nacen. Hay padres que no sé si odian a sus hijos o solo tienen mal gusto, pues les ponen nombres que, si me los hubieran puesto a mi, habrían hecho que me lo cambiara.

Durante mis años de mochilera, o vagabunda, como prefiráis, he conocido a mucha gente, y varias veces hemos acabado hablando de nombres, porque a ver, ¿Cómo sabes que nombre le pega a un crio, calvo, sin dientes y llorón? Entiendo que si ves a un niño de unos dos años, puedas pensar que le podría quedar bien algún nombre en concreto. ¿Pero recién parido? Solo le pega "Gollum".

El tema es que a muchos padres, según me han contado, les ofendería que sus hijos se cambiaran el nombre. No se qué de que es una falta de respeto. Bueno a ver, es que yo recuerdo conocer a un chico que se llamaba Buenaventura. No es broma. Con respeto señora, deje a su hijo ponerse Andrés.

Yo, no sé si por suerte o por desgracia, nunca tuve nombre, mis padres ni se molestaron en pensar uno, y los directivos del orfanato preferían reírse de mí junto con los demás niños en vez de registrarme. Ese antro fue, es y será un infierno.

Recuerdo como los niños se reían de mi en los pasillos, en el recreo, en clase, literalmente en todos los lugares posibles. Recuerdo como rompían mi uniforme antes de salir de la ducha, las bromas que me hacían en mitad de la noche que hacían que me llevarán a la sala de castigo. Recuerdo cada cosa que hicieron, pero eso no fue lo que hizo que me fuera de aquel lugar.

Sally llamó mi atención haciéndome de nuevo la pregunta. No supe como reaccionar así que hice la cosa mas estúpida que se me ocurrió. Abrir la puerta del coche, sentarme, cerrarla y suplicarle a la pelirroja que acelerase. Todo esto sin mirar a ninguna de las dos.

Noté como Venable se reía todo lo disimuladamente que podía, pero es que no podía.

- ¿De que te ríes?

- De que le vas diciendo a la gente que te llamas de mil nombres distintos y cuando te pillan pareces un ladrón escapando de la policía en el coche de su amigo. - se carcajeó.

- Me puse nerviosa...

- No, si ya me di cuenta.

Minutos después llegamos a su casa. ¿O debería decir nuestra? No lo sabía, pero tampoco tenía la intención en ese momento de pararme a pensarlo. Entramos y yo me dejé caer en el sofá. Venable me había enseñado a usar Alexa, y últimamente, no paraba de pedirle que pusiera música.

- Alexa pon "Poison" de Alice Cooper.

Empezó a reproducirse aquella canción que hacía años escuché en la radio y que aún no había podido superar, me hacía sentir viva, es de esas canciones que te dan ganas de levantarte de tu puta cama y comenzar a dar saltos por la habitación.

"Your blood, like ice

One look, could kill

My pain, your thrill

I wanna love you but I better not touch (don't touch

I wanna hold you, but my senses tell me to stop

I wanna kiss you but I want it too much (too much)

I wanna taste you but your lips are venomous poison

You're poison, running through my veins

You're poison

I don't want to break these chains

- Buena canción, pero déjate de indirectas, si quieres abrazarme abrázame, ya luego decidiré yo si te lo devuelvo o me aparto. - me guiñó un ojo en señal de que se reía de mí.

- ¿Por qué querría mandarte indirectas si he sido yo a que te ha dicho de olvidar lo que pasó?

- ¿Olvidar que? ¿Qué pasó?

- Dios, que graciosa eres, mira como lloro de la risa.

- Como digas. Pero tenemos algo pendiente. - dijo sentándose a mi lado y entregándome un té. Otro para ella.

- ¿No dijiste que tu tampoco querías hablar del tema?

- No hablo de eso. - dijo bebiendo un poco de té. Puso mala cara y me miró.

- Los míos están mejor, ¿A que sí? - reí

- Puede. - se levantó, derramó su té por el fregadero y volvió a sentarse junto a mi.

Cada una en una esquina del sofá, ligeramente reclinadas hacia atrás. Fácilmente nos separaban un par de metros, pero ninguna se movió ni un centímetro.

- Bueno, empecemos. - por fin habló. - Llevamos mucho tiempo alargando lo inevitable. Yo ya te dije que no pienso echarte, así que acabemos con el tema de las preguntas de una vez.

- Está bien.

- Vale, empiezo yo. - intenté negarme, pero fue en vano. - Solo necesito dos preguntas para saber si eres tu, y me las vas a responder seguidas.

- Pero yo también quiero saber cosas de ti.

- Las sabrás cuando me digas lo que quiero saber.

- Más injusta.

- Mis injisti. - se burló. - Primera pregunta, dime que hice como para que te escaparas.

- No quiero decirte, porque me voy a enfadar.

- Pues enfádate, pero respóndeme.

- No.

- Te estoy diciendo que me respondas. - dijo después de dar un fuerte golpe en el suelo con su bastón.

- Rompiste lo único que me gustaba en aquel sitio de mierda.

- ¿El qué? - No respondí. - ¿Qué rompí? - dijo elevando el tono de su voz.

- ¡El piano! - exploté. - Rompiste el piano, la única cosa que me hacía feliz en aquel sitio, la única cosa bonita, la única que merecía la pena. - Me levanté del sofá como símbolo de enfado. Una lágrima amenazaba con salir. Pero no la dejé hacerlo.

- Un piano, te fuiste por el piano. - tapó una sonrisa en su rostro.

- A mi no me hace ni puta gracia, ¿sabes Venable?

- Dime cual es tu verdadero nombre.

- No. - grité

- Dímelo. - gritó también.

- Te estoy diciendo que no.

- No tienes nombre, ¿verdad?

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En el próximo capítulo os enteraréis de algunas cosas, que os notaba yo muy nerviosos xd

Anygays, tengo un capítulo casi terminado, ahí lo dejo...

No os doy las buenas noches hoy porque me levanté a las cuatro de la tarde y pues no tengo sueño xd

Pero bueno, kisses de mi parte y de parte de mi esposa Ms Wilhemina Venable.

CarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora