Capítulo 27 ⌫ ❝ Necesito un ataúd ❞

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Alex tomó sus cosas de la mesa en la sala, acaba de llegar de llevar a los hijos, se corrigió, hermanos de Luzu a sus escuelas

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Alex tomó sus cosas de la mesa en la sala, acaba de llegar de llevar a los hijos, se corrigió, hermanos de Luzu a sus escuelas. Jaló la cartera y cerró la puerta con fuerza, al bajar por las escaleras notó que su teléfono estaba sondando pero decidió ignorarlo, seguro era algún vendedor.

Continuo varias calles y noto que su celular seguía sonando, al estar a menos de una calle del gran hospital central de la ciudad se paro y se dispuso a contestar.

— Hablo con el señor Alejandro Bravo

— Sí, ¿Es algo importante? Estoy muy ocupado. — respondió apurado y con molestia, debía ir a ver a Luzu, sabía que en poco iniciaría la intervención y no quería que se sintiese solo.

— Le habló del Hospital Providencia por la señora Mildred Prego — su pulso se elevó un poco al escuchar el nombre y con recelo continuó escuchando —. Debo informarle que lamentablemente ella falleció esta mañana, tuvo un ataque severo y su cuerpo no pudo más —.

Alex tragó fuerte, se arrimó a la pared y apretó más fuerte el teléfono en el sus manos.

— Lamento su pérdida, pero necesitamos que retire el cuerpo de la morgue lo más pronto posible.

— Lo entiendo, gracias ahí estaré.

Colgó el teléfono y con desdén observó el edificio que estaba casi frente a él. Dio la vuelta y soltando un largo suspiro se encaminó al este de su destino inicial.

 Dio la vuelta y soltando un largo suspiro se encaminó al este de su destino inicial

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— ¿Bajando las escaleras hasta el final ?

— Sí, llega al final y es la primera puerta.

— Se lo agradezco — siguió la última orden y bajo a la morgue del hospital, mientras bajaba cada escalón pensada en la primera vez que conoció a la familia de David, cada que lo recordaba se asqueaba por no haber hecho nada por el en ese entonces niño que conoció... y también por él mismo.

El pasillo de hospital le recordaba a un mal sueño, camino pocos pasos hasta ver algo similar a una garita en donde una parte del vidrio se encontraba pegado una hoja que indicaba la obligación de llevar papeles de identificación.

Abrió su cartera y paso su DNI bajó el pequeño espacio frente a la garita junto a una aclaratoria de lo que venía a hacer. Al ingresar hicieron que reconociese el cuerpo abriendo el plástico que embalsaba el cuerpo inerte de la señora Prego.

— ¿Es familiar directo? — renegó su mirada al otro lado de la pared y solo negó — No puede llevarse el cuerpo si no es su familiar, necesitamos cierto tipo de permiso a tramitar —.

No había pensado ni siquiera en como sacar el cuerpo el cuerpo de allí, no tenía ninguna relación con ella, ni siquiera Luzu pudiese hacer algo si hubiese estado allí.

Chasqueó su lengua y miró como la beta le miraba esperando por una respuesta, debía llamar a David.

— Debes venir al hospital Providencia — no esperó respuesta del otro y solo continuó hablando rápido —, tu madre murió David, debes venir ahora —.

Cortó y la llamada y con cautela salió de la habitación ignorando a la beta dándole solo un gesto con su mano.

Sentado en las sillas frente a la morgue, retiró los papeles de su cartera, y los dejó a su lado, con un gesto dramático colocó su mano en su frente mientras cerraba sus ojos.

Alrededor de media hora después Alex vio como la sombría y algo apresurada figura de David se asomaba por las escaleras, se levantó y se acercó a David con los papeles en su mano e indicándole donde debía ir, este arrancó de su mano sus manos los papeles y ni siquiera lo miró.

Aun así Alejandro lo siguió.

Después de realizar todos los trámites y llamar a una funeraria, salieron del lugar y Alex pagó en el hospital los costos que se debía al trámite y varios pendientes de la atención.

— En serio lo lamento mucho David — estuvo a punto de tocar su mano brindándole un pequeño conforte, pero prefirió retirarse ya que el otro simplemente lo ignoraba.

— No me interesa Alejandro — sintió como por su antebrazo le jalaba y le obligaba a quedarse de frente — si realmente lo lamentas, quédate ahora conmigo —  le tomó por la mejilla sin soltarle la otra mano.

— David me tengo que ir, no me puedo quedar — se soltó de la caricia pero sin soltarse de su mano aun —. Tengo cosas que hacer, y no debería quedarme —.

— Nunca lo hiciste, porque lo harías ahora — el Alpha le soltó y se subió en la furgoneta que ya llevaba a su madre en un féretro.

Rascó su cabeza y buscando las monedas en su cartera se retiró por la otra dirección.

Alex se quedó pensando en un solo nombre cuando se encontraba sentado a lado de Luzu en su habitación ¿Quién era Raúl? Buscó especular pero en su interés siempre se encontraba con la pregunta de como decirle lo que paso con su madre ese mismo día

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Alex se quedó pensando en un solo nombre cuando se encontraba sentado a lado de Luzu en su habitación ¿Quién era Raúl? Buscó especular pero en su interés siempre se encontraba con la pregunta de como decirle lo que paso con su madre ese mismo día.

— Ale — escuchó el pequeño suspiró salir de la boca del otro y se levantó de inmediato para quedar más cerca del Omega mientras tomaba su mano libre.

— Calma Luzu, aquí estoy — le vio cansado, con su mirada dolida y afligida — ¿Te sientes bien? — una señal de afirmación le hizo emitir un suspiró contenido y sin reparo empezó a llorar.

— ¿Está todo bien?

— Si hombre — limpió rápido sus lágrimas y soltando un poco de sus feromonas para tranquilizar el ambiente —, vamos que no deberías estar hablando, solo descansa, ya es de madrugada —.

El otro solo asintió y cerró sus ojos curveando su cabeza a un lado sin dejar de apretar la mano de Alexby.

Les péchés qu'il paie | LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora