Andrea

4K 24 0
                                    

Me llamó Francisco, pero mis amigos me llaman lalo, un día estando en Netflix vi que estaba la serie de cobra kai una serie muy genial que si alguien no la ha visto se la recomiendo si o si, el chiste es que vi esta gran historia y me entraron ganas de ir al karate ya saben todo normal, entonces eso fue lo que hice, busque un lugar donde podrían enseñarme karate cerca de la zona y para mi suerte había un lugar como a cinco cuadras de mi casa.

Así que fui, pregunté lo básico ya saben, cuánto costaba, cuáles eran los horarios  y cómo funcionaba el asunto.
El precio.... bueno estaba en 500 la mensualidad y habían diferentes horarios, me dijeron que podía ir a una clase muestra a las 10 am un martes o un jueves que pudiera.
Yo dije que sin problemas podía el martes a las 10 am, así que eso paso, llegue a mi casa con la información y le conté a mi papá, el acedio a darme el dinero pero si es que me convencían la clase muestra, a lo que acepte.

Llego el martes y me presente a mi clase, y bueno al parecer era el único que iba a esa clase, me dieron mi clase y la verdad lo disfrute, acabe algo adolorido pero encantado por lo que le dije a mi papá que si me gustaba y quería seguir yendo.

Mis clases continuaron y bueno por tres semanas era el único chico que iba en la clase de la mañana, había también en la tarde y era donde estaban todas las personas, pero por la escuela no podía asistir a esas clases pero estaba bien.

Un día de la nada llegue a la clase como siempre y había una chica haciendo estiramiento en el centro de dojo, ella era de 1.72, tes blanca, ojos azules, tenia unas pecas muy lindas y su cabello era corto de color bueno tenia unos mechones pintados de rubio pero en general su cabello era castaño, yo me quedé algo confundido pues era el único que estaba en las clases de la mañana, digo no es algo que me molestara si no que bueno disfruta porque al fin tendría algo de compañía y que fuera una chica estaba más que mejor, pues ya saben que en el karate debemos de estar descalzos por lo que vería sus pies.

Llegue, deje mis cosas y fui a cambiarme, salude al prof y a la chica.

- Hola, soy Francisco, pero mis amigos me llaman lalo, tú puedes decirme como quieras.

A - Hola yo soy Andrea.

Apenas nos saludamos el sensei decidió ponernos a calentar mientras el se cambiaba. Así que empezamos a correr, después de estar un rato corriendo y calentar un poco, el sensei decidió ponernos a estirar, así que yo tenía que ayudarla a ella a estirar y ella a mi, una vez que el prof dijo eso, rápidamente pensé en acercarme a sus pies y poder tocarlos.

- Oye sabes hacer esto del estiramiento o quieres que te ayude?

A- Pues si me gustaría que me ayudaras, no se muy bien como va esto.

-Si no te preocupes, solo recuestate y alza tus pies.
Ella se recosto y alzo sus pies dejándome ver sus dulces plantas.

Ella se recosto y alzo sus pies dejándome ver sus dulces plantas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Esos son sus pies)

La verdad es que tenian algo de suciedad en sus plantas por el suelo del  dojo, pero eso solo me hacía disfrutarlo un poco más, al tocar sus pies se sentían tan suaves que olvide el estiramiento por un momento, el olor de sus pies me llegaron hasta la nariz, olían algo fuerte por el calentamiento algo que disfrute sin duda alguna, así que decidí alargar el tiempo de estirar para disfrutar más de su olor.

Una vez que acabamos empezó la clase, la verdad no hay mucho que contar desde ahí, una vez acabada la clase, nos cambiamos y ella llevaba unas botas negras, pero lo que me llamó más la atención es que no se puso calcetas o tines para las botas, si no que así, solo se limpio un poco los pies con la mano y se puso su botas, algo que me pareció muy sexy ya que en el poco estiramiento que había hecho ya le olían los pies, con toda la clase que es algo pesada no me imagino el olor que podía haber en las botas lo que hizo que me decidiera a olerlas para la próxima clase.

Una vez que acabo la clase, me apure a cambiarme para alcanzarla e irme con ella, lo cual si funciono, me despedí del sensei y la alcance.

-Entonces... para donde te vas.

A- Pues no vivo muy lejos de aquí, voy para allá, dijo señalando a la misma dirección a la que iba.

- Ooo yo también, pues podemos irnos.

A- Si claro y eres nuevo aquí?

-Si no llevo mucho la verdad, apenas voy a cumplir un mes.

A- Eso es padre, es muy divertido la verdad, me está gustando.

- Que bien, eso es lo importante.
Ella se había detenido mientras decia eso.

A- Yo vivo aquí.
No había pasado mucho tiempo la verdad, solo habías caminado como una cuadra.

- Oooo bueno, pues a mi todavía me faltan 4 cuadras más así que bueno adiós, nos vemos mañana, claro si vas.

A- Si, de hecho yo creo si, bueno adiós, nos vemos mañana

La chica del karate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora