La chica del karate

Una cita

Las cosas siguieron igual, de vez en cuando iba a mis clases de karate ya que la escuela me tenía algo ocupado y llegaba un poco tarde para ser honesto, pero lo hacía solo para cambiarme en el vestidor y aprovechar que estaba sólo para oler los zapatos de Andrea. 

El tiempo paso y como solo eramos ella y yo al principio pues congeniamos, nos hicimos amigos, la acompañaba a su casa y un día decidí invitarla a salir porque me parecía linda la verdad, además ya que me había golpeado tantas veces pues creía que era mejor conocer a la persona que tanto me golpeaba. 

Ella acepto amablemente, la invite a conocer a la ciudad pues ella era de otro estado y no la conocía bien.

Fuimos primero a una plaza cerca de donde vivíamos, no había gran cosa que hacer ahí era muy pequeña pero tenía un Starbucks que bastaba, le invite una bebida que ella acepto gustosa.

A- Bueno y por qué me invitaste a salir si puedo preguntar.

- Fácil, es que dije bueno si está chica me va golpear tanto primero que me invite un café.

A- Jajajajaja, osea que quieres que te invite un café.

-Bueno si no fuera mucha molestia.

A- Jajajajajaja está bien pero me dejaras golpearte más fuerte.

- No creo que me gusta ese trato.

A- Ni modo, ella ya se había levantado de la mesa y estaba formada.
Cuando llego a pedir, volteo a verme haciendo un gesto burlón.

Simplemente me reí.

A- Listo aquí está tu café.

-Jajajajaja muchas gracias.

A- ahora tengo permiso para golpearte más fuerte no?

- Aaa... no.

A- Jajajajaja solo estaba bromeando, eres muy ocurrente sabías.

- aaa pues muchas gracias.

A- y que más hay por la zona.

-En realidad hay muchas cosas, hay restaurantes, está plaza hay otra como dos cuadras pero esa no tiene nada, está tiene este Starbucks ese Sanborns y el cine, la otra nada un gym pero nada más.
Hay otra más alejada que tiene más cosas y bueno hay muchos parques.

A- Uy los parques, me gustan los parques, vamos.

- Pues si quieres.

A- Si si si, vamos.

-Esta bien.

Salimos del Starbucks y nos dirigimos al parque, en el viaje seguimos conversando sobre nosotros, sobre por qué si era de otro estado estaba aquí, por qué eligió meterse al karate, cosas normales.

Llegamos al parque y nos sentamos en el pasto.

A- aaaaa que cómodo, decía acostadose en el pasto. Haya en mi casa, esto lo hacemos siempre me gusta acostarme y ver el cielo buscándole formas a las nubes, es entretenido.

- Oooo, pues se oye entretenido. Yo también me acosté en el pasto viendo las nubes, pero después de un rato por el café me dieron ganas de ir al baño.

- Bueno... deja voy al baño. 

Me levante y fui. Cuando regrese, ahí estaba ella pero estaba descalza, se había quitado los tenis con los que venía. 

Quede un poco embobado porque bueno me agradaba la situación.

- Listo regresé.

A- Si es lo que veo, me quite los tenis, espero que no te moleste. Aunque bueno no debería porque siempre me ves descalza y tienes mis pies en el rostro. 

- Jajajajaja disculpa?, yo tus pies en mi rostro?

A- Siii, siempre... siempre que te gano y te doy patadas en la cara. 

- Aaaa patadas en la cara, no  no no, no me acuerdo de eso eh yo siempre me veo victorioso cuando te gano.

A- Aaaa sí?

- Sí.

Ella se levanto con intenciones perversas, me agarro y me tiro al suelo.

- Pero que?

puso su pie sudoroso en mi rostro.

A- Ves siempre esta tu rostro en mis pies.

En vez de estar enojado o algo, me encantaba la situación  tenía sus pies sudorosos por la caminata en mi rostro y ella solamente avivaba mas la llama restregando su pie por todo mi rosto, obviamente tenía que evitar que  se diera cuenta de que lo estaba disfrutando. 

- Naaa por favor quita tu pie de mi cara esta sudoroso. 

A- AAA enserio?

parecía que las palabras que le decía en ves de que la hicieran entrar en razón la hacían querer humillarme más, que para mi era todo un placer. Siguió frotando su pie en mi cara hasta que metió su pie en mi boca.

A- Vamos lame mi pie sudado.

Yo no podía hacer nada, quería pero al mismo tiempo no quitarla, quería que me seguirá metiendo su pie en mi boca pero estábamos en un parque cerca de la casa y si alguien que me conocía nos viera, no quería eso.

-AHDKAHDFLKA

A- Qué?, no te oigo con la boca llena.

Le quite su pie de mi cara. 

-Oye, estaba sudado tu pie. 

A- Por eso lo hice, además ves como siempre estas ante mis pies.

- Pfff me agarraste distraído.

A- Si claro.

- Es verdad hubiera sabido y no podrías derribarme, todo fue trampa.

A- A bueno entonces no te parece si hacemos un desafío cierto?

- Un desafío?  

A- Si, peleamos tres veces y el que gane dos será el ganador.

- Aaaa okey, y el que pierda?

A- Aaaa el que pierda, bueno ya lo veras.

- Dios no me gusta esto.

A- Tienes miedo?

- No no no, por supuesto que no

A- Bueno te parece que sea mañana en el dojo, para que no digas que hago trampa. - decía de manera desafiante segura de que ella iba a ganar y yo iba ser el perdedor. 

- Me parece.

A- Bueno vámonos -dijo sentándose en el pasto para ponerse sus tenis.- No quieres darles otro beso antes de que los guarde.

- JAJAJAJAAJA que graciosa- dije sarcásticamente y volteando a otro lado para que viera que su comentario no me dio ni gracia-

A- Bueno supongo que mañana será.

La vi de manera confundida.

A- Jajajajaja.

Después de nuestra pequeña apuesta y que ella se pusiera sus tenis salimos del parque y la deje en su casa.

-Bueno, mañana nos vemos, estate preparada.

A- Si claro, estaré lista.

- Bueno nos vemos. 

A- Si adiós.