- A mi casa?
A- Si, a tu casa.
- Peroooo... es muy temprano.
Que en parte era muy cierto pero no quería que aquel pequeño momento de placer para mi se acabará tan pronto.
A- Si, pero viniste por estos. -dijo poniendo sus pies en mi nariz; el olor era increíble, apestaban bastante y me encantaba.-
- No es cierto.
Ella podía ver de nuevo mi erección.
A- Enserio?
- Bueno bueno... en parte sí vine por esos pero la realidad es que también venía a pasar un momento contigo, además es muy temprano para volver a casa.
A- JAJAJAJAJAJA, ya salió el motivo real, aún no quieres volver a casa.
- Cierto.
A- Pues ese no es mi problema, yo solo quería saber si tenía razón con tu amor a mis pies, lo conseguí y ahora puedes irte.
- Y que te parece si hacemos una apuesta, peleamos nuevamente y si gano... me dejas disfrutar de tus pies durante un rato más y si yo pierdo me voy a mi casa si decir nada.
A- Jajajajaja, enserio? ahora ya no es al revés? ahora peleas por estar a mis pies cuando antes peleabas por no estar a mis pies.
- Si si si, esa es prácticamente la idea
A- Bueno... ya te gane una vez así que dos por mi estaría bien
Ahora tenía un motivo para ganar, el poder disfrutar de sus pies y no irme a mi casa.
Comenzó el combate y no me contuve para nada, ella fue la primera en ser derribada.
A- Vaya... ahora sí peleas enserio eh?, deberás que quieres estar a mis pies. No te culpo, mis pies son hermosos.
- Ya lo creo y se verán mas hermosos cuando los deje llenos de saliva.
A- Lastima que no pasará.
Comenzó el segundo combate y no pensaba más que en el premio que me esperaba.
Paso un rato antes de que pudiera vencerla, pero la vencí.
A- Vaya si que quieres a mis pies, cierto?
- Ammm... es que no quería regresar a casa.
A- Sí claro, síguete diciéndote eso...pero bueno me ganaste. Vamos a mi cuarto ahí estaré mas cómoda.
No podía creerlo, realmente esto estaba pasando era un excelente día, podría disfrutar de unos pies sin temor a nada.
Ella se recostó en su cama y alzo sus pies para que yo hiciera lo que quisiera con ellos.
Me arrodille frente a su cama, teniendo a mi disposición sus suelas y dedos... me quede admirando sus bellos pies, estaba no tan lejos... pero el olor me llegaba sutilmente, podía sentir como mi erección crecía.
A- Ya vas a empezar?
Realmente estaba ansioso, pero quería disfrutar del momento.
- Voy a mi ritmo, quiero disfrutar de tus hermosos pies.
A- ....
Pegue mi nariz a sus dedos y olfatee muy fuerte, el olor era delicioso; olían a un fuerte olor a vinagre, que en lo particular no me gusta el olor a vinagre pero esté era mi olor favorito. inhale con fuerza otro par de veces más, era increíble como sus pies llegaban a apestar.
Ya no podía resistirme, el olor solo hiciera que mi motivación de probarlos aumentará, sin pensarlo metí sus dedos en mi boca.
Andrea solo se limito a soltar un grito ahogado ya que no esperaba tal acto.
Estaba chupando todos los dedos de su pie derecho, ahogándome con el sudor y suciedad de su pie, el sabor era el doble de increíble que el olor.
Estaba comenzando a escurrir saliva por lo que saque su pies de mi boca, sus dedos ya estaban completamente llenos de saliva...
- Deliciosos.
Sin pasar mucho tiempo tome su pie izquierdo y estaba vez fue diferente, alce su pie dejando su suela a la altura de mi rostro y lamí desde el talón hasta la punta de sus dedo. el sabor agrio, salado como un queso añejo, disfrute pasando mi lengua un rato sobre todas su suela.
Junte sus pies y comencé a darles pequeños besos, poco a poco mi frenesí por sus pies iba disminuyendo, aún así trate de meter sus dos pies en toda mi boca, solo entro un pie, el otro no pude pero eso no me detuvo para nada, comencé a intercalar sus pies, me metía sus 5 dedos de los pies enteros dejándolos escurriendo saliva los sacaba e intercambiaba con el otro pie, así hasta que el sabor agrio a queso iba desapareciendo.
Su cama acabo hecho un desastre de saliva, sus pies estaban completamente llenos de mi baba y aún así no me importaba porque le escupía a sus pies, en realidad no había motivo era excitante de alguna manera.
- Amo tus pies, son una delicia.
A- Si, ya lo note...
Andrea estaba completamente roja, creó que ni en el mayor momento de locura hubiera imaginando que alguien se adorase a sus pies de tal manera, me parece una locura que no haya dicho ni palabra de como sus pies ahora estaban empapados de pura baba.
Ya había acabado, sus pies ya no tenían mas sabor a suciedad.
- Listo tus pies ahora están limpios.
A- Aaaaa... muchas gracias, creo.
- Perdón por el desastre, espero no te moleste.
A- La verdad no se ni que decirte, tengo que procesar lo ocurrido, fue tan extraño... pero puedes irte.
- Okey, no quieres que te ayude a limpiar
A- Si limpias como limpiaste mis pies, pues no muchas gracias, mejor nos vemos mañana
- Ammm... esta bien, sin rencores por la derrota?
A- jajaja que tonto, ya vete.
Ella solo se recostó un rato más, supongo que tratando de analizar lo que acababa de vivir y yo solo me marche a casa, esperando que volviera a ocurrir, si no bueno había sido un disfrute total para mí.
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La chica del karate
FantasyUn día llego a mi clase karate una chica que cambiaría mi vida