-Capitulo 5-

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Mientras que en el lado invierno se encontraban problemas, en el lado cálido se encontraba un pequeño problema desde la partida de Katsuki.

En el medio del lado cálido se encontraba el famoso árbol del brillo de las hadas y justamente se encontraba el hogar de la familia Bakugo. ¿Porque? Fácil nuestra rubia favorita era de la realeza en el lado cálido lo que conlleva a que sus papas sean los reyes del lugar. Si el árbol del brillo de las hadas dejaba de aparecer traería caos a su paso dejando a las hadas sin volar.

-¡¿Dónde mierda se encuentra ese mocoso?!- gritaba una rubia en los pasillos siendo seguida por su esposo tratando de calmarla. Habían notado su ausencia todo este tiempo, lo que no sabían es que el estaba en el lado del invierno.

-Cariño no nos deberíamos de preocupar después de todo el ya es un adulto- hablo con esa simpática voz dulce logrando calmar a la rubia.

-Ya se... pero no se a presentado y tampoco a venido a joder como lo hace normalmente-se sentó en el sillón que estaba a su alcance junto con su marido.

-¿Porque no le preguntamos a sus amigos?-

Tan pronto cómo dijo eso la rubia mando a su fiel compañero Haws a que viera si estaban el grupo de amigos y su hijo.

Al terminar de dar la orden Haws salió volando dejando solos a los esposos que se dieron una mirada cómplice y se encaminaron a la parte mas alejada del árbol, en la cual solo ellos podían entrar. Al llegar había un puente colgante que al final de este se encontraba una puerta grande de madera de dos hojas, volaron hasta llegar a la puerta abriéndola y en el interior de esta se encontraba algunas cajas pero lo mar importante estaba en una de las esquinas donde había una caja con un detalle diferente a las demás arriba de esta se encontraba muchas cartas.

En una de ellas se podía ver a una chica peliverde y en sus brazos a un bebe peliverde dormido -¿Cómo estarán ellos...?-susurro agarrando la foto.

En la punta de una montaña cubierta por nieve había una cueva de hielo en ella se encontraba nuestro pecoso abrazando sus piernas enfrente de la foto de su mamá la cual nunca conoció

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En la punta de una montaña cubierta por nieve había una cueva de hielo en ella se encontraba nuestro pecoso abrazando sus piernas enfrente de la foto de su mamá la cual nunca conoció.

-¿Porque...?-se aferró más a sus piernas-nunca me dijeron-

-Midoriya...-el pecoso se quedó quieto, el medio albino se sentó a su lado apreciando la visa que tenían en la cueva, constaba en el lago congelado donde se encontraba el brillo de las hadas.

-Nunca los conocí Todoroki...-

-Lo se..., yo también la extraño...-se formó una pequeña sonrisa.

-Por lo menos tu la conociste-

-Tienes razón, pero sabes...-miro hacia el pecoso -estoy seguro que estaría orgullosa de ti...-el pecoso lo miro-lo poco que recuerdo de ella... Es que estaba emocionada por tenerte...-volvió su vista al frente-¿Qué viste en esa visión...?-

-Mama se encontraba todos los días con una hada del lado cálido... Creo que se enamoró...-una pequeña sonrisa se formó en su cara mientras veía al lago congelado -creo que el era mi padre...-

Se formó un silencio durante unos minutos -All Migth- el pecoso lo vio-dijo que tú y el chico eran almas gemelas- ladeo un poco la cabeza hacia un lado -el rubio con ojos rojos-

-¿El?- Todoroki asintió -wow...- volvió su vista al frente -supongo que lo conoceré mejor ¿no?-

-Supongo...-

Paso un rato en silencio para que los dos se miran de reojo dándose una mirada cómplice, entendiéndose al instante salieron volando en dirección a donde estaban antes

Paso un rato en silencio para que los dos se miran de reojo dándose una mirada cómplice, entendiéndose al instante salieron volando en dirección a donde estaban antes

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-¿Izuku-kun?- la castaña y los demás voltearon al ver a Izuku y Todoroki llegar al frente de ellos.

-¿Tan rápido se van?- miro a el grupito del lado cálido prestando más atención al pelo ceniza -es una pena ,me hubiera encantado darles un recorrido por aquí...-dijo con un poco de sarcasmo alzando sus hombros.

-¿¡Enserio!?- Mina y Denki estaban encantados de estar ahí, Izuku asintió con una sonrisa triunfadora.

-Pero cómo ya se van- antes de que terminara ya tenía a Mina y Denki suplicando por qué les enseñará el lugar.

Y así empezó un recorrido por el lugar primero pasaron por el bosque mostrando los poderes de escarcha que tenían encontrándose por el camino a Iida quien los regaño, pero después de que le pidieran que no le digiera a nadie se lo llevaron también.

Ahora se encontraban en el lago congelado intentando que el grupo aprenda a patinar buen todos menos Bakugo el estaba un poco lejos cosa que nuestro pecoso noto y a paso lento llegó por su espalda.

-Hola- el cenizo dio un pequeño salto en su lugar.

-Hola-

-¿No quieres aprender?-

-Es una perdida de tiempo- alzo sus hombros fingiendo indiferencia, aunque sentía como si su corazón latiera como un loco.

-Creo que no empezamos bien...- se puso en frente del ceniza -soy Izuku Midoriya, ¿tú?-

-Bakugo Katsuki-

-Bueno Bakugo, ¿qué te trajo al lado frío sabiendo que está prohibido cruzar la frontera?-

-El brillo tu mismo lo viste- se burlo por la tonta pregunta del menor.

Izuku hizo un pequeño puchero -Punto a tu favor- dirijo su vista al grupo que se encontraba a mitad del lago -ellos son tus amigos ¿no?-

-Se podría decir- se quedaron en silencio -el viejo- Izuku lo miro -¿dice la verdad...?-

Tomo por sorpresa a el pecoso -eso creo- bajo la cabeza un poco -¿te molesta?-

-¡Claro que no idiota!- se apresuro a contestar -es solo que... Es un poco raro- Izuku lo miro con cara confundida- aunque tengo que decir que eres muy lindo- Izuku se sonrojo y aparto la mirada haciendo que Bakugo sonría -estaba buscando solo respuestas y me encontré con algo mejor- sonrió más.

-¿Qué quieres decir?- intento no sonar tan nervioso.

-Quiero decir que si somos almas gemelas me gane la lotería- se acerco más a Izuku, ocasionando un escalofrió en el otro, y noto como se ponía cada vez mas rojo, apostaba que parecía una puta fresa.

A todo esto, Kirishima había notado el cambio de su amigo que al ver la escena en la que están los dos, sonrió internamente para después volver a patinar con los demás mientras que mirada de reojo al par de tórtolos.

Amor de hadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora