🍓 Cuatro🍒

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Yoongi estaba hipnotizado con la imagen angelical del menor.

¿Y como no estarlo?

Traía una hermosa ropa que lo hacía ver espectacularmente hermoso, sin duda los colores pasteles eran su fuerte, y no solo ese tipo de colores, Yoongi sabía que todos los colores del maldito mundo, encajaba a la perfección con su ángel.

Hace minutos atrás, había divisado al peli negro, ambos estaban en el pasillo de galletas y cereales.

Perfecto, pensó Yoongi.

Él estaba con sus manos estirada en el estante sosteniendo la caja de cereales que iba a llevar, pero no podía evitar desvíar su Mirada al menor, quién aún no se daba cuenta de su presencia, al parecer.

Por otro lado Jimin trataba de no reír por lo tierno que era el mayor, pues llevaba vario rato mirándolo.

Obviamente sabía que Yoongi no despegaba su mirada de su persona, eso le parecía tierno, ya que, aún cuándo está con sus manos estiradas hacia arriba, tomando la caja de cereal, Yoongi no dejaba de mirarlo.

Divisó una caja de galletas, las cuáles eran las preferidas de Hoseok, pero estaba muy arriba de lo que podía llegar, se estiró lo más que pudo y no logró alcanzarlo.

- ouh... - Dijo puchereando, Yoongi casi resbala por lo dulce que sonó la voz del metro, gracias al borde del estante no calló y se sostuvo de éste.

Yoongi carraspeó y arregló su ropa, para luego acercarse a Jimin.

- ¿Necesitas ayuda, Jiminnie? - Jimin volteó a verlo y no evitó sonrojarse por el apodo, bajo su mirada sonrojado, asintiendo.

- S-si..., No llegó..., Allí - Señalo la caja que estaba arriba.

Yoongi maldijo a lo bajo, pues tenía casi la misma altura que Jimin, solo era un centímetro más alto y es obvio que no alcanzaría la caja.

- Trataré de alcanzar - dijo rascando su nuca avergonzado.

Jimin río bajito. Era muy lindo de su parte.

El peli negro mayor saltó lo más que pudo lograr tomar la caja de galletas, orgulloso por su cometido, se lo entregó a Jimin.

- Muchas gracias, Hyung - agradeció con una sonrisa, la cuál hipnotizó al mayor.

- D-de nada - Hablo completamente rojo. - Y puedes decirme "Yoongi", apuesto que solo nos llevamos un año de diferencia - Jimin sonrió.

- Tengo diecisiete - jugó con sus dedos sobre la caja.

- Dieciocho, vez..., No soy tan viejo - Sonrió.

- Está bien, Yoonnie - dijo tímidamente.

Y con eso, Yoongi casi de desmaya.

Su corazón se aceleró, literalmente queriendo salir de su pecho.

- D-dilo otra vez... - Habló mirando embobado al menor.

- Yoonnie... - Okay, Yoongi se cogió del estante para no caer.

- Lindo... - Jimin sonrió bajando su mirada, apostaba que estaba como un tomate.

- Que te parece si salimos algún día..., No sé, Tal vez ¿A tomar Algo? ¿Un helado? ¡Oh claro! Si no estás muy ocupado, yo... Nosotros, p-podemos otro día.. - Jimin río. - Otra vez - murmuró, sus nervios estaban a flor de piel, sobre todo cuándo su ángel estaba frente a él. - Lo siento.

- Aceptó, ¿Podemos hoy? - Yoongi sonrió mostrando su sonrisa de gomita asintiendo frenéticamente.

- ¡Bien! - sonrió en grande, contagiando a Jimin. - Paguemos ésto y vamos, ¿Te parece? - Jimin asiente.

Ambos tomaron rumbo a caja, dónde pagaron, para luego salir del lugar.

El chico del supermercado © (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora