5. Conociendo🎪

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–¿Y bien?

Todos se quedan callados, literalmente, ni siquiera escucho que alguien esté respirando.

¿Se murieron por una simple pregunta? ¡Ay, por favor!

–Estoy esperando –vuelvo a hablar con un tono más demandante.

–Sari… –trata de decir Harry

–No me digan Sarita –le interrumpo.

–Princes…

–Tampoco me digan princesa –le vuelvo a interrumpir.

–Fiera…

–¡Mucho menos así! –exclamo sin dejar de ver a Mariano– te he hecho una pregunta –le digo– y quiero que me la contestes.

Silencio de nuevo.

Vuelve a quedar todo en un gran silencio, y uno muy sepulcral.

¿Desde cuándo esta habitación se volvió un cementerio?

A los minutos, escucho cómo uno de los presentes exhala aire.

–Cálmate un poco, Sara, ¿Está bien? –habla Mariano por fin, frunzo el ceño y trato de hablar pero se adelanta– Déjame hablar –blanqueo los ojos con fastidio.

–Te escucho.

–Vale –se sienta en la silla que lo encontré cuando desperté– Primero: No me preguntaste dónde estabas además-

–Pa,pa,pa –le interrumpo negando con la cabeza– primero: Sí pregunté, fue lo primero que dije al abrir los ojos.

–En realidad lo primero que preguntaste fue cómo llegaste aquí –responde Harry.

Le doy una mirada de pocos amigos.

–El verdadero punto de aquí es que no me dijiste que estaba en un circo –le hecho en cara a Mariano, que está de lo más tranquilo en su silla.

–Bueno, ya lo sabes –respondió con una calma que me descolocó.

Tomé una respiración profunda y trato de acomodarme en la cama, aunque las leves punzadas de mi entrepierna me impiden hacerlo con facilidad.

Cuando logro acomodarme un poco cierro los ojos un corto momento para que las repentinas punzadas de mi cabeza cesen.
Vuelo a respirar profundo abriendo los ojos, todos están mirándome expectantes.

Tanto ojos en mí ahora me colocan un poco nerviosa, aunque trato de no demostrarlo ante estas personas que, aunque prácticamente me salvaron la vida, aún siguen siendo unos desconocidos.

Paso la mirada por todos los presentes, Ricardo está con una sonrisa que podría cautivar a mis amigas, Harry aún está expectante y un poco tenso con mi mirada y Mariano…

Mariano está con la seriedad que lo vi desde el primer instante que abrí los ojos, pero también lo noto algo tenso.

Suelto un exagerado suspiro luego de unos segundos.

–Está bien, admito que estoy un poco alterada –hablo algo incómoda–. Pero por favor entiéndanme un poco, amanecer de un día para otro con-

–Espera, princesa –me interrumpe Ricky con una leve risa, frunzo el ceño– tú no llevas aquí un día… –carraspea– llevabas casi dos días sin despertar…

Suelto una risa seca.

–Espera… –parpadeo varias veces sin comprender– ¿Cómo…? –sacudo mi cabeza obteniendo otra punzada pero la trato de ignorar– ¿Cómo que llevaba casi dos días sin despertar? O sea que… ¿Estaba inconsciente? –miro a cada uno mientras ellos asienten lentamente, vuelvo a parpadear, tratando de procesar esto.

Sobreviviendo en el trapecioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora