Prólogo

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Kirishima ama sus clases de inglés, incluso podría decir que es su asignatura favorita a pesar de no manejar el idioma a la perfección como lo hacen algunos de sus compañeros.

—¡Muy bien, pequeños oyentes! —La voz del profesor Yamada resuena en todo el salón, atrayendo la vista de los estudiantes —, ¿lo tienen?

Un coro de afirmaciones en inglés llega hasta los oídos del docente frente a la clase, quien sonríe complacido por la rápida comprensión.

Hay dos toques en las puertas del salón que obtiene la atención de absolutamente todos los alumnos en menos de dos segundos.

—¡Buen día, chicos! —La estruendosa voz de la señorita Nemuri destaca entre todo el bullicio —. Hey, Yamada, ¿puedo robarme a Kirishima? Será un momento.

Ella recibe una respuesta afirmativa mientras Kirishima se levanta. El pelirrojo nota con como algunos de sus amigos gimotean en balbuceos, quejándose por su inesperada oportunidad de libertad.

Se dirige hacia la coordinadora con su celular en mano, cerrando las puertas tras él una vez que están fuera y entablando una pequeña conversación a medida que recorren los pasillos del instituto.

—¡Será rápido! No te preocupes —ella explica con voz resonando en las escaleras mientras ambos se dirigen hacia la biblioteca.

—¿Es algo muy serio? —Kirishima no puede evitar preguntar. Están comenzando su último año de secundaria y es imposible que tengan algún tipo de problema tan rápido.

—¡Para nada, cariñó! —Ella se gira hacia él con diversión en su rostro —, solo lo de siempre —Explica, refiriéndose a la reunión con los delegados de cada sección —. Este año hay alguien nuevo.

Kirishima asiente complacido con su respuesta, dando una última vuelta en los pasillos para llegar a la biblioteca. El familiar olor a libros y canela llega a sus fosas nasales tan pronto como entran.

—Buenos días, chicos —Kayama coloca las carpetas en la mesa, saludando a todos con un cumplido como es de costumbre en ella —, disculpen la tardanza.

Kirishima camina hasta su asiento y saluda rápidamente a los restantes en la mesa, percatándose del ceño fruncido de Bakugo y la sonrisa amable de Yaomomo. Su vista y curiosidad se centran en Shinso, cuya expresión neutra acompaña sus ojos morados y cansados.

—Supongo que ya escucharon la bienvenida de parte de los profesores, así que me saltaré esa parte —Ella se ríe de su propio chiste y le entrega una carpeta a cada uno.

Kirishima abre la suya e inmediatamente comienza a ver fechas, descripciones, grupos y actividades. Muchas actividades.

—Este es su último año, por ende muchos de sus compañeros están asustados o emocionados, eso puede provocar acciones... impulsivas —Ella coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja y mientras habla se asegura de dedicarles una mirada a todos —, confío en ustedes para que nos hagan llegar cualquier inquietud por parte de sus compañeros para poder ayudarlos a sobrevivir este último año, ¿entienden?

Todos asientes y repasan el contenido mientras ella se encarga de decir unas cuantas palabras más y menciona las actividades con las fechas más cercanas. Finalmente, cuando suena la campana se despide y les permite retirarse.

Yaomomo y Bakugo son los primeros en retirarse a toda prisa, mientras Kirishima y Shinso se toman el tiempo para levantarse y dirigirse a la salida.

Eijiro no puede creer que realmente sea su último año de instituto; algo que deseó por mucho tiempo ante el estrés por las asignaciones y los malos momentos con sus compañeros que dejaron marcas en él. Probablemente suene exagerado, pero hasta el día de hoy las sigue recordando. Ahora, como si nada está a nada de terminar y luego ir a la universidad y-

—Oye —Atrás de él, Shinso toca su hombro sutilmente buscando llamar su atención.

—Hey, hombre —Kirishima se detiene justo en la entrada y se gira hacia él —, ¿qué pasa?

En lugar de responder, Shinso se conforma con extender su mano y entregarle un portaminas de color gris con algunos detalles negros.

Kirishima se golpea mentalmente, preguntándose cómo iba a sobrevivir el día sin su querido portaminas. Sube la mirada con una expresión tímida y da un agradecimiento rápido —Lo deje en la mesa, ¿cierto?

Shinso niega arrugando su ceño en confusión —Se te cayó —Responde, por alguna razón con cierta duda en su voz —, me sorprende que no lo escucharas.

Ups —Kirishima se remueve el cabello nervioso y busca como excusarse sin parecer tan distraído como está, pero Shinso parece cuestionarlo con la mirada y de alguna manera su silencio lo incita a sincerarse —, estaba... algo distraído, tu sabes, lo normal.

Shinso solo tararea en reconocimiento. Ambos caminan hasta llegar a las escaleras y suspiran de antemano; al ser de último año, ambos deben subir todos los escalones hasta el último piso donde se encuentran sus salones.

Mientras suben, Kirishima se emociona un poco y en pocos segundos se encuentra hablando con él, describiéndole sus nervios y su emoción por disfrutar su último año escolar y llevarse los mejores recuerdos.

Shinso es consciente de que están por llegar al último piso y aún no ha dicho nada en la conversación donde suponía que él estaba participando.

—Quiero que el año se acabe rápido —Él murmura y se arrepiente cuando escucha un jadeo aterrado.

—¡¿Por qué?! —Kirishima no puede evitar esconder su sorpresa.

Shinso podría explicar y quedarse hablando con él un poco más antes de separarse, pero en esos momentos es consciente de que Kirishima estará dispuesto a cambiar su opinión al respecto y no cree que pueda lidiar con eso tan temprano, así que en su lugar se limita a encogerse de hombros dirigiéndole una última mirada y dejando un aura de misterio.

—Nos vemos.

Kirishima parpadea y se sorprende de lo rápido que él desapareció por su salón. Inconscientemente su mirada se dirige al portaminas, contento de que Shinso lo haya visto, considerándolo un indicio de buena suerte que tendrá durante todo el día. 

Problemas de Delegados | ShinKiriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora