Capítulo 1

48 13 1
                                    


Kirishima parpadea por primera vez luego de un tiempo mientras mantiene su vista perdida en algún punto de la pared. Aún quedan muchos meses y vienen muchas actividades, pero sus pensamientos no paran de recordarle que —muy pronto— sus días en el instituto terminarán.

Debería estar contento y animado como el resto de sus compañeros, quienes toman fotos y ríen como si el mundo fuera a terminar.

No importa cuando intente sacarlo de su mente o no darle tantas vueltas al asunto, solo puede pensar en lo mucho que va a extrañar sus días en cada salón por los que ha pasado.

Quiere seguir teniendo preocupaciones tan simples como decidir si comprar un refresco de uva era mejor que comprar uno de naranja.

—¿Uva entonces?

—No, no, Mina. Manzana.

—¡Dijiste naranja!

—¡¿Y para que me preguntas si quiero "uva"?!

Kirishima solo cierra sus ojos cuando vuelve a la realidad y suspira lo más silencioso que puede, mientras espera atrás de ellos con toda la paciencia que el mundo puede ofrecerle.

No necesita girar su rostro para saber que Katsuki está a punto de agarrarlos por la camisa y sacarlos de la inmensa fila que los observa con hastío.

—Bien, naranja —Mina finalmente suspira derrotada, extendiendo sus manos junto a Denki para recibir los cinco refrescos.

Kirishima puede jurar que escucha un gran suspiro colectivo. Ahora solo tienen que pagar y todos podrán irse a desayun-

—Ahora, ¿chip's o cheetos?

—♦—

—¡Se supone que ni siquiera podemos comer aquí! —Bakugo extendió sus brazos con fuerza señalando el lugar, antes de cruzarlos por su pecho.

—¡Deja de quejarte! —Mina reclama.

—¡No me digas que hacer!

Shh, chicos —Kirishima hace un ademan con su mano, intentado mantener la calma antes de atraer las miradas—, mañana podemos pasar el receso en el patio.

—¿Y que un balón me golpee en la cara? —Mina jadea ofendida mientras coloca una mano en su pecho—, no, gracias.

—Solo paso una vez —Denki no pierde tiempo en reclamar una de las mejores colchonetas—, no volverá a suceder, ¡te lo aseguro!

—¡Tú lo lanzaste!

—¡Fue un accidente!

—¡¿Dos veces?!

—No estaba prestando atención —Denki se encoge con una expresión tímida y culpable.

Sero sabe que no estaba prestando atención por mirar a cierto rubio que, al parecer, era más interesante que practicar antes de su clase de Educación Física.

—Claro, amigo —Hanta se burla palmando su espalda con una sonrisa burlona.

Que no te engañe, si Kirishima tuviera que elegir cuál de los cinco es el más tranquilo, sería Sero sin duda alguna.

Pero Sero no es lo único inquietantemente tranquilo. Los pasillos y salones normalmente llenos de caos, han estado tranquilos. Demasiado tranquilo para su gusto.

Quizás sea por la reciente e inesperada división de secciones, donde cada una quedó con 10 estudiantes del mismo año por un error de administración que debería ser solucionado en pocos días. Hablando de eso...

—¡Chicos, chicos! —Mina silencia a todos con un ademán y toma aire antes de hablar—, ¿recuerdan que aún deben unir las secciones?

Hanta, Mina y Denki observan a Bakugo y Kirishima, los delegados presentes de su grupo, intercambiando miradas entre los dos esperando por quien responda primero.

Bakugo chasquea la lengua y come agresivamente algunos cheetos, con un rastro en la comisura de su boca, dejando en claro que no tiene planeado hablar.

—Bueno... —Eijiro comienza un poco inseguro—, no mencionaron nada hoy.

Las expresiones emocionadas y curiosas caen, trayendo abucheos mientras se quejan inconformes. Sin embargo no desisten. Una vez terminado el desayuno y a pocos minutos de regresar a clases, el tema vuelve a surgir.

—¡Espero quedar con ustedes! —Denki cuelga sus brazos alrededor de los hombros de Sero y Kirishima, obteniendo risas sorprendidas —. Ya no aguanto a Bakugo como delegado.

—¡Atrévete a decir eso de nuevo!

Denki ríe burlón —¿Entonces quieres seguir en la misma sección conmigo? —Pregunta con una sonrisa maliciosa.

—¡Nunca dije eso, idiota!

—Tampoco lo negaste —Sero canturrea, lo suficientemente bajo como para que Bakugo lo escuchara. Solo gana risas de Denki y un suspiro divertido de Eijiro.

En algún momento Mina comienza a tomar fotos con la excusa de "primeras fotos del último año", donde Denki y Hanta no dudan en unirse.

Kirishima vuelve su vista hacia el rubio, quien ya tiene la mirada fija en él con el ceño fruncido como si supiera que Eijiro está a punto de perturbar su paz.

—¿Con cuál sección te gustaría quedar? —Pregunta de todas maneras.

—No es como si pudiera elegir —Bakugo rueda los ojos—. En todo caso, supongo que con la C.

—Ahí está Momo —Recuerda vagamente—. ¿Por qué?

—Es la única que trabaja decente, en caso de que queden dos delegados por sección.

Kirishima no lo había pensado. Por alguna razón considero que luego de unir las cuatro clases, quedaría solo un delegado por sección.

—¡Oye! —Kirishima se estremece y reclama, sintiéndose traicionado cuando sale de sus pensamientos—, ¿no prefieres quedar conmigo?

Bakugo se congela por unos segundos con una mirada —inusualmente— inocente. Parpadea luego de un tiempo y sigue comiendo de los cheetos, pero esta vez lentamente y mientras aun lo observa. Cuando el cheeto llega a su boca lo mastica lentamente considerando su respuesta.

—Sí, claro —Responde finalmente—, ¿por qué no?

Kirishima está totalmente inconforme con su respuesta y lo demuestra con un puchero. Está a punto de reclamar antes de que una nueva duda surgiera.

—¿Qué tal Shinso? —El color morado aparece en su mente tan pronto como lo nombra.

—Otro extra —Bakugo se encoge de hombros —, paso.

—Parece alguien amigable —Kirishima comenta distraídamente, recibiendo cuatro pares de ojos expectantes —. ¿Qué?

—Cierto, cierto —Mina defiende distraídamente luego de unos segundos de silencio—. Momo dice que es una persona tranquila y responsable. Parece algo amargado, sin duda —Se ríe de su observación—, pero tenemos un amargado acá, así que...

Kirishima ignora por completo como Bakugo está a punto de estrangular a Mina. Quizás el primer desastre venga de parte de ellos.

A esas alturas era de esperarse una guerra entre alguna de las clases o propiedad de la escuela destruida. ¿Quizás una broma cruel a los profesores? Lo que sea, era responsabilidad de los docentes y su coordinadora. Kirishima y los demás delegados solo serían los mediadores entre sus compañeros y el enemigo.

Había trabajado años anteriores con Yaomomo y Bakugo, pero Shinso era nuevo, estaba emocionado por trabajar con él, incluso si solo tenían aburridas reuniones además hacer la vida de sus compañeros más fácil.

Con algo de suerte, sería un gran último año.

Problemas de Delegados | ShinKiriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora