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—Hola

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—Hola.— Dio un pequeño brinco al escuchar mi voz y volteó rápidamente. —¿Por qué me ves así?— Le pregunté divertida aunque no me contestó y sólo siguió mirándome.

—Traje comida, ¿quieres?— Le acerqué lo que tenía en mi mano pero de nuevo, sólo siguió mirándome. —Está bien.— Dije para luego empezar a comer.

—Y luego Jeongyeon se tiró al suelo haciéndose la muerta porque pensamos que era la única manera de— Contaba animada hasta que el timbre que avisaba para volver a clases interrumpió mi historia, Nayeon se levantó rápidamente y se dirigió al salón sin siquiera despedirse.

—¿Por qué hace eso? No habla con nadie.— Se escuchaban susurros de los estudiantes al ver que después de un par de semanas Nayeon seguía teniendo la misma actitud y se mantenía sentándose en el mismo lugar. Una vez entró al salón todos dejaron de hablar para no molestarla y enseguida la profesora Park entró a empezar la clase.

—¿Qué haces, Mina? Ya todos salieron.— Preguntó la profesora Park al ver que mientras todos sus compañeros salían emocionados, su aplicada estudiante se mantuvo desparramada en su asiento.

—No sé cómo acercarme a Im, maestra.. Es extraño, me consideraba sociable hasta que la conocí.— Dije desanimada por lo cual la maestra dio unas caricias en mi cabello y me miró con una sonrisa comprensiva.

—La perseverancia es una virtud. Pregúntate si su sonrisa lo vale.— Y dicho eso, se despidió con unas palmaditas en la espalda de Mina.

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—Hola, traje dulces, ¿quieres?— Después de tres semanas, se había vuelto una rutina ir a su solitario lugar y sentarme junto a ella para ofrecerle comida y hablarle de cualquier cosa, aunque ella nunca me había contestado y no parecía escuchar.

—Y bueno, esa fue la vez que me di cuenta de que Chaeyoung sí tenía sentimientos.— Terminaba de contar otra de mis anécdotas.

—Mina.— Escuché que pronunció tan bajo que hasta creí imaginarlo.

—¿Dijiste algo?— Pregunté algo nerviosa pero emocionada. Simplemente me miró y enseguida escuché el timbre que indicaba el final del descanso, así que volteó un momento y se levantó para irse.

Al terminar de levantar mis cosas me volteé para ir hacia el salón y la vi parada, dándome la espalda.

—¿Sigues aquí?— No me contestó, pero se giró y me hizo una seña para que fuera con ella.

Así que fuimos juntas hasta el salón.

Así que fuimos juntas hasta el salón

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ᨳ shy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora