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—¿Por qué eres tan tímida?— Le pregunté después de un rato en el que habíamos vuelto a la rutina de que yo le hablara, sólo que ahora respondía más que antes. Además de que estábamos jugando Uno.
—Fobia social, supongo.— Dijo mientras tiraba una carta.
—Mmm... ¿Por qué?— Pregunté esperando no tocar una tecla equivocada.
—Mis papás. Bueno, mi mamá. Yo hablaba demasiado y ella estaba demasiado cansada como para escuchar, así que no solía reaccionar bien. Siempre acababa mal.— Explicó con la mirada perdida entre sus cartas.
—¿Era muy mala contigo?— Pregunté seriamente y tardó un momento en volver a hablar.
—Me dijeron que desarrollé estrés postraumático.— Dijo simplemente, como si no le afectara en lo absoluto, aunque no pude evitar sentirme mal por ella y noté que no quería hablar más sobre eso.
—¿Te llevas bien con tu hermano?— Cambié el tema mientras lanzaba otra carta.
—Es mi mejor amigo.— Respondió con una pequeña sonrisa que me deslumbró.
—Que bueno.— Comenté para luego ver como me lanzaba una serie de cartas por las cuales ganó.
Me quedé congelada un momento mientras la veía pararse y hacer un pequeño baile de la victoria.
—¡Eso no es justo! ¡Si quieres acabar esta relación sólo dímelo a la cara!— Dije en broma mientras empezaba a correr detrás de ella por todo el patio.
—Unnie, ¿aquí estabas? Me pareció tan extraño ver que no entraste a— Decía Dahyun hasta que se percató de la presencia de Nayeon. —Hola unnie, soy Kim Dahyun.— Se presentó mientras hacía una reverencia hacia la nombrada, Nayeon sólo se acercó y se paró detrás de mí por lo que Dahyun me miró extrañada.
—Sólo es tímida.— Expliqué sonriendo cómodamente al sentir el calor del toque de la mano de Nayeon en la mía.
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