Tu risa es una canción mágica que cura todas mis heridas, y me transporta al paraíso-- ☉🌙
La verdad es que yo estaba en las nubes, me había olvidado del consejo de Josh para visitar a su amiga psicóloga como también me había olvidado de mi teléfono en casa y tuve que pedirle a Estelle que mandara a alguien por él, la semana había pasado normal con odio en sus ojos y yo molestando de vez en cuando, aveces me sacaba de quicio pero había ocasiones en las que yo quería darle todo, construir un gran castillo y hacerla mi reina, momentos en las que me sentía pequeña delante de ella y me ponía nerviosa, afortunadamente mi cara de poquer me ayudaba, casi nunca se me notaba o podría decirse que no.
Lizzita entró a mi oficina sin tocar la puerta.--¡HOLA!
--Sonreí-- Que hermoso verte, linda.
--Lo sé, te extrañé y bueno estuve por ahí cerca y aquí me tienes aún más cerca y esperando un abrazo-- mi sonrisa se ensanchó y fuí a abrazarla.
--Te extrañé-- exclamé al alejarme.
--Llevamos-- observó el reloj en la pared y con la cabeza me indicó que la viera-- 10 horas sin vernos.
--Lo sé, es una abominación-- fuí a sentarme y ella hizo lo mismo.
--¿Todo va bien por aquí? No ví a Estelle cuándo entré. Dime qué no la has despedido.
--No-- exclamé soltando una risita antes-- Aún no.
-- No seas así, ki. Ella me agrada.
--Tranquila, cariño la única que puede despedirla es mi mamá.
--Es un alivio.
--¿Salimos ésta noche?
--No, tengo cita con mi novio.
Rodé los ojos.
--¿Estás celosa de él?
--Te dije innumerables veces que no, uffff. Es que no te merece.
--Ki.
--Ajá.
--Kiara si te dieras la oportunidad de conocerlo lo querrías.
--No apuestes por ello. Mi plan con Arth, está en pausa pero ya verás.
Alguien tocó la puerta y entró después.
--Señorita, su teléfono--vió a Lizzy la saludó inclinándo la cabeza--Hola, señorita Ferrer.
--Estelle, es Lizzie. Ya hablamos de eso ¿Y porqué llamas a Kiara así?
Estelle me miró con desprecio y yo solté una risita.
--Profesionalismo.
--La señorita aquí, ha marcado una pauta entre nosotros, lamentablemente ella es mi jefa y ...
--Necesitas el trabajo.
--Ay por dios, Kiara Michier-- miró a Estelle-- Puedes trabajar conmigo si ya no aguantas a ésta rasca bolas-- la secretaria sonrió.
Estelle y yo nos miramos por un largo rato, queria saber que respondería y al parecer ella buscaba la respuesta en mis ojos.
--Aún puedo soportarla.
--Casi había soltado un suspiro de alivio, en cambio sonreí pícaramente-- No puede vivir sin mí-- ella me asesinó con los ojos haciendo que Lizzy soltara una risita.
--Son increíbles.
Estelle dejó mi teléfono de mala gana sobre mi mesa y salió, yo observé como se iba atentamente.
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Je ne peux pas aimer
RomantikLas almas destinadas a pertenecer no se imaginan las vueltas que la vida da para lograr la unión que las conduce a una misma dirección, amar sin medida. En ocasiones escapamos de lo que creemos no debe ser, es un hecho que no elegimos a quien amar...