Capitulo 9

41 4 4
                                    

En unos días Hiiragi regresaba por fin de su viaje, y le había prometido que lo esperaría con ansias y que solo lo estaría esperando a el. Pero eso sería una promesa que no podría cumplir

Fuimos de nuevo a el parque, y como siempre el chico anaranjado estaba en el mismo lugar. Me acerque a él para invitarlo a jugar, y fue una sorpresa ver que tenía el avión que le había dado aquella vez.

-Hey! Ya vine

No era la segunda vez que venía con el. Desde aquella vez que el anaranjado me habia confesado aquel secreto de su familia, empecé ir a el parque solo a hablar con el. Quería conocerlo, quería en verdad ser su amigo y ayudar en lo que pudiera para que el ya no se enfrentará a eso.

-¿Hiciste lo que te pedí?. - le pregunté

El solo asintió y yo sonreí

Mi mamá quería hablar con su mamá para resolver el asunto del que su papá le pegaba.

-¿Me llevas con tu mamá?

Volvió a asentir, se paro y me empezó a guiar. Yo solo lo seguí por detrás esperando a que me llevara con su mamá. Me tenía muy nervioso conocer a su mamá ¿Que tal que su mamá no quería que me metiera en sus asuntos como me dijo mi mamá? ¿Y si le caía mal? ¿Y si ya no podría jugar con él chico anaranjado?

Agite la cabeza negando. No podía dejar que esos pensamientos me negaran. Tenía que ser un superheroe para el, no podia dejarlo solo.

A el final me terminó guiando a una señora como la edad de mi mamá, que se parecía mucho a el niño anaranjado, se veía amable pero eso no me hizo perder mucho la calma.

-H-hola. S-soy Yuki. Y-Yuki Yoshida. - trague saliva.

La señora sonrió y habló

-Un gusto Yuki , mi nombre es Mashiro Sato. Es un placer conocerte.

-M-mi mamá q-quiere h-hablar con usted.

La señora algo sorprendida y pensando un poco la situación asintió.

-Si claro. ¿Me podrían llevar, porfavor?

Asentí aún algo nervioso, la lleve a donde estaba mi mamá para que empezáramos el plan que habíamos formado días atrás.

-Mamá quiero ayudar a el chico. El no merece eso

Saeko sonrió ante las las palabras de su hijo.

-No se si podamos amor. Para poder ayudar su mamá ella tiene que querer, yo podría hablar con ella.

-¿¡En serio?!. - pregunté emocionado.

-Si. Pero si su mamá sabe manejar la situación ella sola y no quiere nuestra ayuda, no podemos insistir ¿Si?

Solo asentí, iba a poder ayudar a el chico anaranjado.

Un movimiento me saco de mis pensamientos, nuestras mamás ya estaban comenzando a hablar y el chico quería jugar. Yo solo le sonreí.

-Carrera hasta la resbaladilla!

....

Estábamos en el mar. Los bandidos nos tenían rodeados, no había salida.

Pero no sabian que el pirata Barbanaranja y su comandante el pirata Yoshidirio (osea yo) eran enemigos a temer

-Argh!. Capitán, tenemos que derrotar a los bandidos para recuperar el tesoro. Estoy a sus órdenes!

El capitán Barbanaranja analizó al situación. El capitán Barbanaranja era muy analítico, sabia lo que hacía. Me señalo una dirrección y hablo

Lo que una vez sentí... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora