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Pov.Narrador/ra

Los minutos pasaron y el americano no hacía más que escuchar atentamente lo que decía la ONU... Oh bueno, lo intentaba ya que no podía concentrarse muy bien en lo que la organización trataba de expresar ya que murmullos y leves menciones sobre él no dejaban de escucharse a su alrededor, sumándole a eso las miradas "disimuladas" de los demás presentes no le ayudaba en nada a concentrarse en la reunión.

Vaya que se estaba arrepintiendo de aver asistido a aquella reunión, nisiquiera sabía por qué había ido... No... Si sabía, soltó un pesado suspiro al recordar la razón por la que finalmente había ido a una de las juntas de la ONU. Y para su suerte (o desgracia) aquella "razón" estaba justo a su lado mirándole con una cara de idiota la cual se le parecía un tanto divertida y tierna.

Miro de reojo al coyote el cual seguía mirándole atento mientras movia su cola de un lado a otro, aún recordaba lo que había pasado hace varios días... Tal vez ya semanas o incluso un mes desde la reunión que habían tenido; recordaba la mirada triste del Alfa al irse, también recordaba todo lo que el pobre dijo para que le "recordará", aquello sin duda le había hecho sentirse la peor persona del mundo, así que pensó en disculparse (de manera disimulada y sin confesar la verdad) con el latino.

Pero esa no es la razón por la que había asistido a la reunión, claro que no. La verdad es que desde ese día no había dejado de pensar en él, todos lo malditos días y todas las malditas noches, no lo entendía, y es que nisiquiera cuando ya hace un tiempo había descubierto que el mexicano era New Spain le había pasado esto.

—ey USA.

El americano giro su mirada hacia su hermano él cual le miraba con una sonrisa apenada, esto le confundió un poco.

—ya terminó la reunión.

USA miro a su alrededor percatandose de que la mayoría de los countrys ahí presentes ya se estaban levantando de su asientos y comenzaron a irse de aquel lugar, maldijo por lo bajo, se había perdido en sus pensamientos hasta no darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor, se levantó de su asiento dándole las gracias al canadiense por hacerle "espabilar", estaba dispuesto a marcharse pero fue detenido por su hermano el cual le tomo de la mano mientras que en su rostro apareció aquella mirada de cachorro que tanto odiaba.

—USA no te vayas todavía.— rogó el beta con una voz suave la cual pretendía dar lástima para que su hermano cayera ante ella —Un amigo mío y yo vamos a ir a una cafetería no muy lejos de aquí y queremos que nos acompañes.

—perdona Canadá pero... Tengo trabajo que hacer.— intento zafarse del agarre del menor, tenía que ser fuerte y no caer ante aquella estúpida mirada de perrito triste —tal vez otro día.

—¡pero México nos está esperando abajo!.— chilló de una manera graciosa al ver que el mayor estaba resistiendo a sus "encantos" —¡por favor Ameeee! ¡di que si!.

El estadounidense se quedó callado al escuchar el nombre del de características de coyote, no sabe porque pero en cierta parte sentía una gran emoción al saber que el mexicano iría con ellos a aquella cafetería, tanto así que su peluda y esponjosa cola empezó a moverse de un lado a otro, soltó un pesado suspiro para luego mirar nuevamente al canadiense.

—bien... Iré.

El zorro menor dió un pequeño salto de la emoción, tomo la mano de su querido hermano para luego comenzar a correr fuera de la sala en donde solían tener aquellas juntas, varios countrys les miraban con curiosidad y otros con cierta diversión, jamás se imaginaron ver a la potencia número uno del mundo siendo arrastrado por el canadiense de una manera tan infantil.

—S-stop Canadá, no corras, espera.— pedía USA mientras intentaba seguirle el paso a su energético hermano —Canadá m-me voy a caer.

Pero el de menor edad sólo ignoro lo que decía el americano, estaba demasiado emocionado y alegre como para prestarle atención. Cuando finalmente habían llegado a donde se supone y el mexicano les estaría esperando, Canadá freno sus apresurados pasos quedándose quieto en el pasillo, pero lamentablemente el estadounidense no tuvo tanta suerte ya que por la velocidad y mal angulo que tenía al correr terminó saltándose de la mano del de mayor altura y callendo al suelo llevándose con él a un pobre transeúnte que estaba saliendo de lo que parecía ser el baño.

—l-lo siento no fue mi intención.— se disculpó del chico mientras se apartaba de él ya que había acabado con su cabeza en el pecho del extraño —y-yo... ¿México?.

—hola USA...

Continuara...

''¿trece-...?'' (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora