(Narra Tessa)
Me monté en el coche de Henry después de despedirme de mis amigas. Mientras miraba hacia la ventanilla pensaba en los mensajes y el pacto. El silencio me estaba volviendo loca, solo quería que Henry hablara para que se olvidara todo. No me gustaba ocultarle nada a Henry, nunca le he ocultado nada. A mis padres a veces le he ocultado alguna nota de algún examen y la primera vez que tuve novio, pero a Henry nunca le he ocultado nada. Al ver mi cara de preocupación preguntó Henry:
- ¿Qué te pasa?
- Nada, solo pensaba.
- ¿En qué? - Insiste él.
- En la fiesta de anoche - no me gusta mentirle pero técnicamente esto no es mentira, es verdad que estoy pensando en la fiesta pero no le he dado detalles.
- ¿Te lo pasaste bien?
- Claro, como siempre - le digo con una amplia sonrisa.- ¿Qué hicísteis? - Sé que solo se interesa por mi, pero este chico me esta fulminando a preguntas.
- Lo de siempre: cotillear, hablar de chicos y cosas por el estilo - digo moviendo mis hombros.
- Dime que habéis dejado de hablar de mi - Dice abriendo mucho los ojos y sonriendo.
- No todo gira alrededor tuya Henry While - digo con cara de superioridad. Henry sonríe y contesta:
- Está bien Theresa Horan - Pongo los ojos en blanco junto con una cara de burla. Henry ríe sonoramente.
- ¿De qué te ríes? - Digo fingiendo estar molesta.
- Estas muy mona así - dice a lo que sonrío como la tonta enamorada que soy.
Henry para el coche enfrente de casa. Me da un abrazo, deposita un suave y corto beso en mis labios y se va.
Llamé al timbre y al instante la puerta se abrió. Mi madre apareció al otro lado de la puerta.- ¡Hola mamá!
- Buenos días Theresa.
Tras depositar un beso en su mejilla, subí a mi cuarto a hacer las aburridas tareas del instituto.
A la mitad de mis ejercicios de lengua mi móvil sonó indicando que tenía un mensaje. Con manos temblorosas miré la pantalla deseando no ver el número desconocido que anteriormente nos había escrito. Respiré aliviada al ver que era mi grupo de amigas. Nikki preguntó para salir a dar una vuelta. Decidí decir que sí, ya que había terminado de hacer los deberes y no tenía nada que hacer. Así que recogí mi habitación y salí de casa.
Habíamos quedado en Starbucks para hablar. Cuando llegué allí visualicé a Nikki y Susan en una de las mesas al fondo. Recorrí el establecimiento hasta llegar a ellas.- Hola Tessa, siéntate - me invitó Susy.
Una mujer llegó para tomarnos nota. Pedimos los cafés y se fue.
- ¿Alguien más aparte de mi no puede dejar de pensar en lo mensajes? - preguntó Nikki
- Yo - dijimos Susy y yo al unísono.
- ¿Os an enviado algunos más? - Preguntó entonces Susan.
- A mi no - Respondí rápidamente.
- Ni a mi - Indicó Nikki - entonces solo era una broma, no le déis más vueltas - Finalizó ella.
- ¿Te ha preguntado algo Nash? - Pregunté.
- No, está empanado - Dijo Nikki riendo sonoramente.
- ¿Y a ti Henry? - me preguntó Susan.
- No, estaba distraído con mi belleza - Dije moviendo mi pelo. Todas reíamos.
No volvimos a tocar el tema. Pero todas sabíamos que el pacto seguía presente.

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PACTO DE TRES
Teen FictionUna noche, Susan, Nicole y Theressa deciden hacer una fiesta de pijamas al igual que todos los fines de semana. Pero esa noche fue diferente a las demás. Un mensaje lo cambió todo.