capítulo 8

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Actualidad.

Después de lo que Aini me contó sobre Walter, decidí no salir de casa, me quedé en ella porque no quería que la gente estuviera hablando de mi .

Pero Aini venía a visitarme seguido, y hoy era un día de estos.

– Deberías de dejar de estar encerrada, porque si sigues haciéndolo, la gente sospechara de algo que no hiciste – dijo mientras nos sentabamos en la sala.–

– Soy consiente de eso, pero después de lo que sucedió no tengo ganas de salir, a veces solo hablo con Liam por teléfono y algunas otras veces viene a visitarme – sonreí – eso hace que me olvidé un poco de lo sucedido – confesé.–

– Cambiando de tema – sonrió pícaramente – ¿Que pasa entre Liam y tu? – dijo mientras se acercaba a mi, emocionada por mi respuesta.–

Yo apenada, desvíe la mirada e intente no sonreír demasiado.

– ¿De qué hablas? – fingí desinterés.–

– Tu sabes de qué hablo ¿Hay algo entre tu y Liam?.–

Yo reí ante su pregunta...

– No – dije – sólo somos amigos – confirme.–

Aini río mucho, incrédula a mi respuesta.

– Ayla, por favor – me miró, aún sonriendo – te acompaña a todos lados – comenzó a enumerar con sus dedos – habla contigo todo el tiempo, y además dices que viene a visitarte – me tomo de los hombros – déjame decirte que ahí hay más que una amistad.–

– Estás loca – negué con la cabeza, y  ambas comenzamos a reír.–

– Okey, okey, quizás no hay nada entre ustedes pero – hizo una pausa para meter suspenso a la conversación – sé sincera ¿Te gusta Liam?.–

No sabía que responderle ¿Me gustaba Liam?.
Cómo si el destino estuviera de mi lado, el teléfono de Aini sonó, interrumpiendo nuestra conversación.

– Espera, ahora vuelvo – dijo mientras se levantaba del sofá y se dirigía a la cocina para responder.–

Mientras tanto yo respondía algunos mensajes de mi teléfono, la mayoría eran de Liam.

Después de unos minutos, Aini regreso a la sala, tomo su bolso y su chaqueta.

– Era mi madre, quiere que cuide la pastelería en lo que ella sale de
compras, seguiremos con este interrogatorio en otra canción – intento hacer la voz de un locutor de radio.–

– Te acompaño a la puerta – me ofrecí.–

Me levanté de aquel sofá y caminamos juntas a la puerta, nos despedimos y yo regrese a la sala para tomar los vasos en los que habíamos tomado jugo, y los lleve al fregadero.

Estaba lavandolos y de pronto alguien llamo a la puerta,  mientras me dirigí hacía ella, me percate que Aini había olvidado su cartera en la mesa de la cocina, así que supuse que había regresado por ella.

– Casi se te olvida tu cartera – dije mientras caminaba hacía la puerta.–

La abrí sin preguntar quién era...

NOCHES DE INVIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora