– ¿Qué!??? ¿En qué momento? ? cómo es posible? ¿A caso tu....–
– No, claro que no – dijo antes de que siquiera pudiera terminar de responder – se me adelantaron.–
– WILLIAM! – hablé alterada.–
– Oye tranquila, estoy bromeando.–
Cómo es posible que haga este tipo de bromas en momentos cómo estos... Aunque ¿William de verdad sería capaz de hacer algo así? (Pensé.)
– ¿En dónde estás ahora? ¿Cómo lo sabes?.–
– Justo ahora estoy en la escena del crímen.–
– Sí que te tomas tu trabajo enserio, tan temprano y ya está investigando.–
– ¿Investigando? – preguntó el – No, yo sólo pasaba por aquí, venía de comprar el desayuno – se podía escuchar cómo sacudía la bolsa junto al teléfono.–
*Al escuchar eso me toque la cabeza con la mano, en señal de desesperación, cuestionandome si William se tomaba su trabajo enserio!*
– Cómo sea, ¿Dónde nos podemos ver? Se me ocurrió algo que podemos hacer para facilitar el trabajo.–
– ¿De verdad? – cuestionó – ¿Tienes algo en mente?.–
– Sí, algo así, pero ¿En dónde nos
vemos? – insistí.–– Podemos vernos en el departamento dónde me estoy quedando, te mando la ubicación.–
– Okey, nos vemos ahí – finalicé la llamada.–
Me cambié lo más rápido que pude, agarre las llaves de mi casa, tome el abrigo del perchero, y al salir de mi cuarto, mire hacía la habitación de mi padre y al tener la puerta entre abierta ví que estaba profundamente dormido en su cama, ni siquiera me había dado cuenta de a qué hora había llegado.
Salí de casa y mientras iba viendo el mapa de Google maps siguiendo la dirección que me había enviado William, choque con una persona.
– Perdón, lo siento mucho – no tarde en decir.–
Era un hombre alto de unos 30 años, cabello largo y negro, llevaba un pantalón de mezclilla y una chamarra.
Pero sólo se me quedó viendo por un momento y sin decir nada siguió su camino.Ese tipo me dió muy mala espina, pero le reste importancia y seguí con mi camino. Llegué a la dirección que me había enviado William, era un pequeño conjunto de departamentos un poco pequeños. Entre y subí al departamento que William me había dicho, piso B departamento 7.
Me pare justo frente a la puerta y comencé a tocar.
– ¿Quién es? – habló él desde adentro del departamento fingiendo su voz, haciéndola gruesa, intentado sonar imponente.–
– Por dios William ¿Quién más podría venir a verte? – ironicé – Soy Ayla.–
– Mmmm... No, no me suena.–
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NOCHES DE INVIERNO
Gizem / Gerilim¿Quien diría que en ese frío invierno, mi vida cambiaría por completo? Toda mi vida viví en ese lugar tranquilo, sin problemas ni temores. Pero ese invierno, convirtió el pequeño pueblo de Pounchville en un horrible infierno. Personas nuevas, gente...