capítulo 12

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– ¿Qué!??? ¿En qué momento? ? cómo es posible? ¿A caso tu....–

– No, claro que no – dijo antes de que siquiera pudiera terminar de responder – se me adelantaron.–

– WILLIAM! – hablé alterada.–

– Oye tranquila, estoy bromeando.–

Cómo es posible que haga este tipo de bromas en momentos cómo estos... Aunque ¿William de verdad sería capaz de hacer algo así? (Pensé.)

– ¿En dónde estás ahora? ¿Cómo lo sabes?.–

– Justo ahora estoy en la escena del crímen.–

– Sí que te tomas tu trabajo enserio, tan temprano y ya está investigando.–

– ¿Investigando? – preguntó el – No, yo sólo pasaba por aquí, venía de comprar el desayuno – se podía escuchar cómo sacudía la bolsa junto al teléfono.–

*Al escuchar eso me toque la cabeza con la mano, en señal de desesperación, cuestionandome si William se tomaba su trabajo enserio!*

– Cómo sea, ¿Dónde nos podemos ver? Se me ocurrió algo que podemos hacer para facilitar el trabajo.–

– ¿De verdad? – cuestionó – ¿Tienes algo en mente?.–

– Sí, algo así, pero ¿En dónde nos
vemos? – insistí.–

– Podemos vernos en el departamento dónde me estoy quedando, te mando la ubicación.–

– Okey, nos vemos ahí – finalicé la llamada.–

Me cambié lo más rápido que pude, agarre las llaves de mi casa, tome el abrigo del perchero, y al salir de mi cuarto, mire hacía la habitación de mi padre y al tener la puerta entre abierta ví que estaba profundamente dormido en su cama, ni siquiera me había dado cuenta de a qué hora había llegado.

Salí de casa y mientras iba viendo el mapa de Google maps siguiendo la dirección que me había enviado William, choque con una persona.

– Perdón, lo siento mucho – no tarde en decir.–

Era un hombre alto de unos 30 años, cabello largo y negro, llevaba un pantalón de mezclilla y una chamarra.
Pero sólo se me quedó viendo por un momento y sin decir nada siguió su camino.

Ese tipo me dió muy mala espina, pero le reste importancia y seguí con mi camino. Llegué a la dirección que me había enviado William, era un pequeño conjunto de departamentos un poco pequeños. Entre y subí al departamento que William me había dicho, piso B departamento 7.

Me pare justo frente a la puerta y comencé a tocar.

– ¿Quién es? – habló él desde adentro del departamento fingiendo su voz, haciéndola gruesa, intentado sonar imponente.–

– Por dios William ¿Quién más podría venir a verte? – ironicé – Soy Ayla.–

– Mmmm... No, no me suena.–

NOCHES DE INVIERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora