Capítulo 5

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Saben, desde que tengo memoria... siempre he estado enamorado de Corina, y es que es bellísima, sus ojos, siempre te miran fijamente y son tan sinceros, te hipnotizan un poco, y su cabello, siempre sedoso y con un aroma frutal, y además, es inteligente, y es amable con los demás, hasta conmigo y eso que no era de su agrado, lo que más aprecio de una persona son sus valores, ella... ella es increíble, en 4 años no ha cambiado eso, aunque se ve distinta, no para mal, pero hay algo diferente.

Siempre intenté acercarme a ella, pero nunca me lo permitió, decía que era un mujeriego, y puede que tenga razón, pero la chica que me gustaba no estaba interesada en mí, y ante eso, sólo me quedó intentar conocer a otras personas, aunque nunca me interesó alguien tanto como ella, mas bien, creo que nunca me interesó nadie.

Con el paso de los años, empecé a hacerme la idea de que, tenía que dejarla ir y buscar por otro lado, pero un día... cuando la pasaba mal, recordé algo, recordé que escribió en mi anuario, y yo jamás lo leí... creo que en ese momento, era necesario saber que decía.

A partir de ese momento, supe que no debía rendirme, y tenía que intentar cualquier cosa para obtener una oportunidad, pero no sería nada fácil, Corina me odia... y bueno, creo que ahora más, pero así estaremos más cerca... realmente, es mi única opción.

Estaba llegando a la jefatura de policía, donde Corina pasó toda la noche, en definitiva me va a odiar...

Logan: Buenos días oficial Johnson.

Johnson: Buenos días señor, ¿en qué lo puedo ayudar?

Logan: Quería saber si es que puedo hablar con la señorita Barton.

Johnson: Le molesta si pregunto el por qué.

Logan: Para nada, sé que es una buena chica, y debió tener sus razones, me gustaría hablar con ella, ver si podemos llegar a un acuerdo.

Johnson: ...

Logan: ¿Hay algún problema? (pregunté curioso).

Johnson: No, ninguno, sólo que es extraño... acompáñeme (me dirigí hacia las celdas).

Seguí al oficial Johnson hasta las celdas, él se retiró, y continué caminando hasta donde estaba Corina. Al llegar, me asombré al verla... estaba sentada en la banca, abrazando sus piernas como una niña pequeña asustada, pero, su rostro no era de miedo... estaba pensativa, siempre pensando en algo... con la mirada perdida.

Logan: Buenos días Corina (dije serio).

Corina: ... así que ya amaneció... (dije sin verlo).

Logan: Sí, es de día.

Corina: Dime... ¿es una linda mañana? (pregunté con curiosidad).

Logan: La verdad, no presté atención, pero me supongo que sí.

Corina: Dices que... tienes la oportunidad de ver el amanecer, y... ¿no lo viste?

Logan: Pues no (me encogí de hombros).

Corina: Bueno... creo que no puedo decirte nada al respecto, la verdad tampoco es que tenga mucho tiempo para ver el amanecer, pero estando aquí... piensas muchas cosas (dije mirándolo directamente a los ojos).

Logan: Me supongo que el tiempo aquí es muy aprovechable.

Corina: Sabes... no dormí en toda la noche, no dormí absolutamente nada... toda la noche estuve pensando.

Logan: ¿En qué pensaste?

Corina: Digamos que tengo varias preguntas para ti, si no te molesta claro está (sonreí sarcástica).

Logan: Por supuesto que no, dime.

Corina: ¿Cómo conseguiste mi firma? Es la pregunta que más me interesa de todas (dije molesta).

Logan: Del anuario que firmaste para mí, de tu puño...

Corina: "De tu puño y letra" (completé la oración), claro, ya recuerdo, ahora entiendo porque me dijiste eso (reí), llevas tiempo planeando esto entonces.

Logan: Algunos años.

Corina: (Reí) algunos años... yo ni siquiera me acordaba de eso, ni siquiera de ti (dije con frialdad).

Logan: ...

Corina: Bien, ¿y por qué quieres casarte?

Logan: Una herencia, de mis padres.

Corina: (Reí) Claro, dinero... ¿qué más podría ser? Creí que eras lo suficientemente rico.

Logan: Pues ya sabes lo que dicen... nunca es suficiente (sonreí).

Corina: Sí, me supongo... ¿así que tus padres murieron?

Logan: Así es, primero mi padre cuando yo tenía 16 años, después mi madre cuando tenía 23 años.

Corina: Es gracioso... dijiste que te "robé" para ampliar mi empresa, y en realidad te valiste del seguro de vida de mis padres, para inventar semejante estupidez, y ahora resulta que quieres la herencia de tus padres, la diferencia entre tú y yo, es que yo hubiera cambiado ese dinero por sus vidas (dije con indignación).

Logan: ¡¿Disculpa?!, ¿crees que yo quería a mis padres muertos? (dije molesto).

Corina: Yo no dije eso, pero cada quien lo interpreta como puede o como quiere.

Logan: No te voy a permitir eso Corina, ¡yo los amaba! (grité).

Corina: Si los amabas o no, no es el tema del momento, ¿por qué casarte conmigo? (dije apunto de llorar de la frustración y el coraje).

Logan: Porque necesito cobrar esa herencia.

Corina: ... dime otra cosa, porque si pudiste falsificar tantos papeles, simplemente no falsificaste una maldita acta de matrimonio, hubieras puesto cualquier nombre, quizás y hasta el mío, ya noté que mi firma no te es difícil de falsificar (dije enojada).

Logan: Necesitaría de tu presencia en el registro civil.

Corina: ¡Ay, por favor!, te pudres en dinero Logan, le pudiste pagar a cualquiera, no creo que eso fuera un problema.

Logan: ...

Corina: Dime la verdad, ¿por qué te quieres casar y por qué conmigo? (dije  levantándome de la banca para después sujetarme a los barrotes de la celda).

Logan: Aunque hubiera falsificado tu firma en el acta de matrimonio, necesitamos vivir juntos, en una casa que es parte de la herencia, pasado un tiempo, podré cobrarla.

Corina: Logan... (dije mientras tomaba mi cabello, estaba tan frustrada).

Logan: Corina, sólo dime si aceptas o no, necesito saber si empiezo a planear una boda, o doy la orden de que te quedes aquí, y además inicio una demanda en contra de Jane.

Corina: ... sí, sí me voy a casar contigo.

Logan: ... ¿de verdad? (pregunté con asombro).

Corina: Sí... quien diría que eres mi "mejor" opción (dije con seriedad).

Logan: Bien, nos casaremos este fin de semana, ¿quieres invitar a alguien?

Corina: No, a nadie, ni siquiera a Jane, en cuanto más lejos esté de toda esta porquería, mucho mejor para ella, y tampoco quiero una boda con demasiados invitados, no quiero que nadie se entere.

Logan: La gente se tiene que enterar, necesito testigos, te daré un acuerdo, donde viene especificado todo lo que necesito de ti en este matrimonio.

Corina: (Reí) ¿Y para qué darme un contrato? sólo fírmalo por mí y ya.

Logan: Te lo haré llegar lo más pronto posible.

Corina: Sólo sácame de aquí, y pronto (me senté nuevamente en la banca).


La ironía de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora