2.

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A Chaeyoung le habían llamado sus amigas, Jeongyeon y Jihyo, con ganas de tomar. La coreana se había negado pero al tener insomnio sólo se alistó con cualquier ropa oscura y dejó su departamento lleno de gemidos de su vecina.

Le gustaba caminar en la noche pero sabía que no era buena idea salir tan tarde, aunque no le importaba.

— ¡Nuestra pequeña Chaeyoungie! ¿Cómo te va pervertida?.- Jihyo era una periodista y bastante conocida en el círculo de la televisión.

— No la molestes Ji, anda con mal humor, solo mira su rostro lleno de ojeras.- Jeongyeon era la más sensata, aunque era algo de esperar debido a que era una escritora de novelas de crítica social.

— No es cierto... Sólo no pude dormir por la idiota de mi vecina, otra vez.- Jeongyeon siguió tomando de su licor mientras que Jihyo sonrió aún más.

— ¿Acaso sigue con esas de gemir en la noche?.- Jihyo le pasó el licor a Chaeyoung y rio.— Yo que tú me la follaria, además tienes una pequeña ayuda, algo que Jeong y yo no tenemos.

— Hablas como si me gustara tener sexo... Osea si pero no con cualquiera y menos con una idiota que hacer tanto ruido.- Chaeyoung era virgen, pero nadie lo sabía más que su editora Nayeon.

— Tch, suenas como una monja. Sólo ve y enséñale como estar en el cielo.- Chaeyoung levantó los hombros y siguió tomando de su vaso.

— Mañana voy a ver que rayos dice... Aunque sinceramente espero que se calle por ahora.- Chaeyoung tomaba demasiado rápido y eso Jeongyeon lo presentía como problemas.

[°]

— ¡Nos vemos luego Chaeyoungie!.- Una Jihyo ebria saludaba a la escritora desde el copiloto del carro de Jeongyeon.— No olvides tomar tu leche.

— ¡Cuídate mucho Jihyo ssi!.- La menor entró al departamento, aunque sus pasos eran torpes, pudo lograr llegar al ascensor.

Cuando llegó a su cuarto, vio a la rubia parada en su casa tocando la puerta.

— ¡Hey ruidosa! ¡Deja de molestarme por favor!.- La japonesa volteó y soltó un risa al ver a la coreana.— ¡Ve a tu casa, quiero dormir!

— Estás mal, Chaeyoungie. Déjame cuidarte...- Chaeyoung miró como la rubia se pegaba más a ella y la empujó como pudo.

— Siempre vengo así... En este estadoooo... Así que solo ve a tu casa y no me molestes.- Chaeyoung entró a su casa e iba a cerrar pero el pie de Mina le trabó el paso.— Vamos... No quiero tratarte mal...

— Eres tan ruidosa cuando estás borracha, por esa razón traje a Momo aquí.- Mina tocó el pecho de Chaeyoung y sonrió.— Para hacerte sufrir el precio pero ahora quiero que tú me ayudes con eso... Vecina y escritora, Son Chaeyoung.

— Ya vete a casa Minaaaa... Tengo sueño.- El rostro de ambas estaba muy cerca y Mina iba a aprovechar para besarla pero la coreana solo se alejó y abrió la puerta en un movimiento extraño.— Y por cierto... Tus gemidos parecen de gataaa en celo...

— ¿Qué?

— ¡Qué gimes horrible! Tu novia debe ser una estúpida para no hacerte gemir bien.- Chaeyoung sonrió y cerró la puerta dejando a una Mina sorprendida y enojada.

— ¡Imbécil!

[°]

Las resacas de Chaeyoung generalmente duraban toda la mañana y la dejaban en cama sin siquiera poder ir a por agua o un poco de comida.

Y eso mismo había pasado, Chaeyoung tenía el presentimiento que no podría terminar su escrito y estaba rezando por la llamada de Nayeon o alguien que le pudiera cuidar.

Chaeyoung levantó su cabeza perezosamente y miró que la puerta estaba abierta un poco. Por más que su cabeza quisiera correr ahí, su cuerpo no respondía y eso la frustraba.

— Chaeyoung... Es hora de tu sopa.- Mina salió de su cocina con una sonrisa de oreja a oreja y un delantal que era lo único que cubría su cuerpo.

— Tú... Que... ¿Qué haces aquí?.- La coreana no tenía fuerzas como para echarla y de verdad tenía hambre.

— Te vi entrar borracha a tu departamento entonces pensé que tal vez podrías tener algún percance.- Mina se arrodilló al lado de Chaeyoung y dejó la sopa en el piso.— así que es hora de que comas, te prepare una sopa que siempre me da mi mamá.

— Gracias...- Chaeyoung se levantó como pudo y tomó la sopa con bastante esfuerzo.— La resaca siempre me pega demasiado, por eso no me gusta tomar con mis amigas.

Mina miraba atenta como Chaeyoung comía y sonreía suavemente, de alguna forma Chaeyoung le daba ternura.

— Me debes una, Son. Así que prepara una fiesta en un café para que me pagues esto.- Chaeyoung asintió y simplemente siguió comiendo.

— No hay mucho que hacer en un café, pero si es lo que quieres entonces lo haré.- Chaeyoung limpió su boca con un poco de papel higiénico y miró a la japonesa.— Estaba delicioso.

— Gracias.- Mina acomodó su cabello y sonrió nerviosa.— Generalmente no cocino para las personas, pero supongo que me diste pena.

— Ah, disculpa los inconvenientes. No quería tomar ayer pero me obligaron a seguir y seguir hasta que no pude más y... Me duele la cabeza.- Chaeyoung miró sus manos y acarició su rostro con ellas.— Si deseas, puedes retirarte, no es necesario que me sigas cuidando.

Mina se levantó y esperó a que Chaeyoung se fijará en su cuerpo desnudo sin embargo la coreana sólo se acostó de nuevo y tapó sus ojos con un polo tirado por ahí.

— ¿En serio no notas algo diferente?.- Mina vio que Chaeyoung la miró nuevamente.

— Se te ve bien el delantal.- Fue lo único que dijo Chaeyoung.

Mina frunció el ceño y se agachó para luego tomar el cuello de la coreana y besarla con fuerza.

Chaeyoung no supo cuándo pero su cuerpo había tomado fuerza y la empujó.— ¡No hagas eso! ¡Yo no salgo con mujeres que no están solteras!

— ¿En serio vas a ponerte tan moral? No sé va a enterar.- Mina iba a volver a besarla sin embargo Chaeyoung se alejó y se volvió a acostar.

— No me meto con mujeres no solteras, tengo moral.- Esas fueron las últimas palabras de Chaeyoung antes de quedarse dormida.

Mi Vecina De Al Lado. A MiChaeng FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora