the promised neverland - one shots

9 - Ray

Me levanté más feliz de lo usual, hoy es el cumpleaños del niño al que cuido, Phil, y para celebrarlo, sus padres han organizado una pequeña fiesta con sus amigos. Pero eso no es todo, Phil tiene un primo mayor, Ray, y estaba invitado. Eso solo me motivaba más a ir, ese chico me ha gustado desde sexto, nunca he conseguido tener una conversación fluida con él, pero puede que hoy sea mi día de suerte.

Había escogido un vestido corto de color rosa, ya que era verano y quería estar lo más fresca posible. Cogí el regalo de Phil y me fuí hacia la fiesta. No tenía que caminar mucho, era casi mi vecino, así que no tardé mucho en llegar.
Rodeé la casa hasta llegar al patio trasero, al entrar me encontré rodeada de niños de todas las edades y decoraciones infantiles demasiado coloridas. Había una larga mesa con platos y vasos temáticos de algunos dibujos animados. Cada vaso tenía un nombre, busqué con la mirada el mío y logré divisar un hueco entre el Ray y Gilda. Definitivamente es mi día de suerte. No conozco muy bien a esa chica, pero creo que es compañera de Ray y su familia y la de Phil son amigos desde hace años.
Busqué a Phil entre todos los niños para darle el regalo.

-¡¡¡T/N!!! - Phil llegó corriendo al verme y me abrazó la pierna.

- Hola pequeño - dije alegre mientras le entregaba su regalo - para tí.

Lo abrió entusiasmado para encontrarse con un peluche de su animal favorito, el búho. Se fué corriendo agradeciéndomelo a gritos para mostrárselo a todos sus amigos. Estaba disfrutando la escena hasta que alguien me tocó el hombro ; era Norman, amigo de Ray. Solo con imaginármelo mis manos empezaron a sudar y a temblar.

- Hola T/n - dijo en un tono amable - si quieres puedes venir con los mayores.

Yo accedí y le seguí hasta un pasillo entre la pared de ladrillos y algunos árboles que separaban la casa del exterior, me encontré con varios de sus amigos sentados en un corro con una botella situada en el centro. Algunos gritaron mi nombre con sorpresa, no esperaban verme ahí. Emma me explicó lo que hacían, iban a jugar a la botella. Yo accedí nerviosa y me senté junto a Don y Norman. Las primeras fueron Gilda y Anna, se dieron un torpe y rápido beso y se limpiaron rápidamente los labios. Posteriormente la botella indicó a Norman y Emma, se besaron y se separaron sonrojados y avergonzados, era obvio que se gustaban. Emma volvió a girar la botella, daba vueltas y vueltas, hasta que por fin paró, delante de mí, me estaba señalando, estaba ansiosa por saber a que indicaría la botella,estaba en mi mundo, hasta que todos soltaron el típico "uuuu", y me dí cuenta; la botella había señalado a Ray, tenía que besarle.
Yo sólo era una cría y no había dado mi primer beso, no sé por qué accedí a esto, podría haber visto a Ray besar a otra, y en cambio, tenía la oportunidad de besarlo yo a él. Y ahí volví a la realidad, todos estaban esperando a que hiciéramos algo, cuando de repente Ray se levantó y se fue corriendo. Obviamente no quería besarme, no le gusto, solo me ve como la chica que cuida de su primo, ni creo que se acuerde de mí nombre.

-Tengo que irme, lo siento - salí de ahí lo más rápido que pude justo antes de que las lágrimas comenzaran a brotar de mis ojos.

Rodeé la casa para evitar a todos los niños y padres, pero al parecer alguien más había pensado lo mismo. Se encontraba mirando al suelo, pensativo y serio, con esos ojos que emanan tanto misterio. Se giró hacia mi, y salió corriendo otra vez, pero Emma llegó para pararlo, le dijo algo el oído y él se giró hacia mí de mala manera. Suspiró y, con pasos decididos, se plantó justo delante mía.

- ¿Qué quieres? -dije dolida.

-Escúchame, se que no te gusto, pero un reto es un reto, y no deberías haberte quedado ahí con cara de asco para dejarme en ridículo.

¿Qué?

-¿Qué estás diciendo? Eres tú el que ha salido huyendo.

-¡Por qué obviamente no querías besarme! - se quedó callado.

- ¡Pues a lo mejor sí que quería hacerlo!- me quedé sorprendida por mis palabrass, casi habían salido solas.

-Espera, ¿te gust- - no dejé que terminara la frase ya que un impulso hizo que pusiera mis manos alrededor de su cara para juntar nuestros labios tiernamente. Sentí como sonreía mientras tanto, y eso, eso solo hizo que mi corazón se derritiera aún más.
Nos separamos al oír un ruido extraño entre los arbustos, y pudimos divisar 4 cabezas, Emma, Norman, Don y Gilda.

-¡¿Nos estabais espiando!? - ellos salieron corriendo hacia el patio trasero.

-¡Están a punto de cantar el cumpleaños feliz! - dijo Emma antes de huir.

Ray me dió un pico rápido para salir huyendo también, yo solo suspiré encantada y volví a la mesa de la tarta.
Ese día la suerte estuvo de mi lado.

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