Estaba incómodo, no podía moverse libremente y mucho menos podía ver lo que sea que hubiese a su alrededor. Con una gran cantidad de esfuerzo logró mover uno de sus brazos, el izquierdo si quieres ser más específico. Con la confusión a flor de piel, movió su extremidad hasta apoyarla en su rostro buscando desesperadamente lo que le tapaba la vista. Sin embargo, su pánico comenzó a crecer enormemente al darse cuenta de algo muy importante; no había nada. ¡Joder! ¡No había nada en sus ojos o cara! ¡Pero de todas formas no podía ver absolutamente nada!
Tan confundido como lo estaba, acercó su brazo aún más y, aterrorizado, tocó el desconocido líquido viscoso que encontró cayendo desde cada orificio de su rostro hasta el gélido suelo de lo que creyó era metal debajo suyo.¿Qué era esa cosa? Estaba en su rostro... ¿Por qué al tocar el lugar en donde sus ojos se encontraban solo habían cuencas vacías llenas de este extraño y apestoso líquido?
Sin lugar a dudas no estaba bien que aquél líquido esté allí. Con todas las fuerzas que le quedaban y con todos sus esfuerzos restantes, levantó débilmente su cabeza y espalda del suelo. Quería sentarse, tal vez de esa forma sería más sencillo entenderlo todo ¿Verdad? Tiene sentido...
Aunque, uno de los varios inconvenientes con los que se encontró ahora, fue el que su cuello parecía no poder aguantar el peso de su propia cabeza. Fue una sensación horripilante y extremadamente dolorosa. Su cabeza, todavía unida al resto de su cuerpo -por pura y llana suerte-, no encontraba equilibrio ¿Por qué será eso?Otro hecho que lo dejó sorprendido a más no poder fue el vacío que tenía en su cerebro. No podía recordar nada de nada, o bueno, solo algunas pequeñeces muy específicas como su nombre o edad, pero aquellas memorias no iban más allá de eso. No recordaba cómo había terminado aquí, pero por lo helado que era podía hacerse una espiral de ideas cada una peor que la anterior, todas buscando responder a la incógnita. Intentó hablar, pedir por ayuda, incluso preguntar alguna idiotez al estilo “¿Hay alguien allí?”, pero para su desgracia nada salió de su boca, nada más que un grueso y quebrado gemido de dolor.
Sentía el miedo ahogarlo cada vez más, llevándolo más profundo en un mar de confusiones. Quería llorar, necesitaba sacar las lágrimas que lo estaban sofocando desde adentro, pero no podía; era irónico, toda su vida fue un llorón, pero ahora ni siquiera podía lagrimear... No creo que sea necesario decir que aquello solo logró alterarlo más.
Entrando lentamente en pánico, siguió inspeccionando su cuerpo, tocaba con sus manos cada centímetro de piel buscando alguna pista sobre lo que sucedió y en donde se encontraba. Encontró que sus piernas, brazos y pecho no tenían heridas ni daños, solo su cabeza y cuello estaban en tan mal estado que dolía.
Fue horrible no recordar, no recordaba por qué estaba ciego, no recordaba por qué su cuello estaba partido a la mitad casi completamente, no recordaba por qué su piel estaba tan helada cual hielo; no entendía por qué no era capaz de sentir sus propios latidos del corazón. La duda lo carcomía por dentro.No supo cuanto tiempo había pasado preguntándose todo y a la vez nada. Lo único que supo fue que comenzó a escuchar algo... Alguien... Alguien hablando.
Su emoción explotó al escuchar aquella extraña voz, poniéndose de pie lo más rápido posible, esperanzado de encontrar a alguien lo suficientemente bondadoso como para explicarle lo que sucedía. Aunque, tal emoción esperanzada, solo lo hizo olvidarse de lo débil que su cuerpo estaba, cayendo de bruces -y de rostro- al suelo de metal una vez más. Desesperado tocó su nariz, sintiendo aquél líquido viscoso de antes saliendo a chorros por sus fosas nasales, allí comprendió lo que significaba; era sangre. Estaba sangrando. Sus ojos no estaban en donde deberían, pero había sangre saliendo por allí. Sangre. Jodida y asquerosa sangre.
Algo comenzó a subir velozmente por su garganta, causando que vomite poco después.
La voz, culpable de la nariz rota de Evan, siguió hablando de quién sabe qué. Aquella vocecita era apenas audible, se escuchaba de a ratos y parecía... Quebrada. La voz estaba llorando, pero no sabía por qué, y no sabía por qué no sabía nada. Siguió y siguió hablando de todo y a la vez de nada, aunque no fue importante escucharlo de todos modos, el niño lastimado continuaba sufriendo en el suelo mientras sangrientas lágrimas salían de él; no tenía porqué mierda concentrarse en entender al desconocido de voz triste.
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"Crying Child"
FanfictionEvan Afton siempre fue molestado, golpeado, burlado y humillado desde que tiene memoria. Al ser el menor de la familia tampoco es como si tuviese mucha fuerza o conocimientos como para detenerlos por sí mismo. Un día, una tragedia manchó su rostro c...