"Crying Child"

"Imparable"

Habían pasado ya unos años desde las torturas que sufrió por su padre, pero algo había cambiado en él con este tiempo de reflexión.

Lo había entendido.

Comprendió qué le habían hecho a su sucio cuerpo, habían cambiado sus extremidades, ojos, pecho, etc por material mecánico. Su padre estaba planeando algo y le aterraba saber de qué se trataba. Todavía podía recordar lo que sintió el primer día que pudo volver a abrir los ojos, el miedo intensificandose sin remedio.

Recuerda la viva imágen de su reflejo en el espejo, ya no era el cuerpo de un niño pequeño, no, era un animatrónico enorme con orejas de oso y de color amarillo. Era el monstruo de sus más profundas pesadillas, era Fredbear.
Su padre, su propio padre, había colocado su cadáver dentro de ese animatrónico que le quitó la vida. Recuerda haber acercado su mano a sus ojos, intentando comprender completamente el porqué era tan grande... ¿Por qué ya no tenía la misma movilidad que solía tener hacía tantos años?

Hoy en día, ya no le importaba pensar en eso, fue obligado a quedarse dentro de algún tipo ático o lugar obscuro, probablemente en donde dejaban a los animatrónicos sin uso. Suspiró.

Otra cosa que con el paso de las horas descubrió, fue que podía salir del cuerpo del oso amarillo y explorar a modo de fantasma todo el lugar. Podía traspasar paredes y ver todo el local, conoció miles de niños que llegaban todos los días -aunque nunca pudo hablar con ninguno, puesto que nadie parecía poder verlo- ¡También vió de cerca a los nuevos animatrónicos! Trató de aprenderse sus nombres, pero solo entendió el de Freddy y Chica, su memoria se volvió un completo desastre al parecer.

No supo que año era, pero sabía que ya no era 1983, todos los niños que había llegado a conocer en su infancia ya eran más grandes, adolescentes tal vez; no se molestó en averiguarlo.

En algún momento, cuando estaba explorando todo el lugar, se encontró con una situación extraña. ¿Ese de ahí era un hombre disfrazado de conejo dorado? ¿Por qué estaba con 5 niños en la habitación de mantenimiento? Pero más importante aún ¿¡Por qué estaba sacando un cuchillo!?

Entró en pánico, gritó interponiéndose en el camino del hombre, pero no consiguió nada. Ese disfraz de conejo dorado le era extremadamente familiar, mas no logró recordar del todo porqué.
El hombre, al no verlo, lo traspasó con el cuchillo en mano, amenazando a los niños que allí se encontraban con él, todos lloraban en shock; trataban de alejarse desesperadamente, pero sabían bien que no tenían hacia donde huir.

Evan comenzó a llorar silenciosamente sin darse cuenta, no podía hacer nada para detener a ese asesino... No podía pararlo... ¡Joder! ¿¡Por qué carajos tenía que ser tan inútil!? ¡Nunca pudo hacer nada bien, ni siquiera después de muerto! Esos niños morirán y será su culpa, suya y de nadie más.
Aquél hombre rió a carcajadas fuertemente, le encantaba ver que le tenían miedo, casi podría considerarse un fetiche asqueroso y repugnante ¿Es posible que te divierta hacer que la gente tenga miedo de ti? ¿Que lloren a cántaros con la simple idea de verte a la cara? ¿Acaso no era un puto enfermo mental? La respuesta a todas las últimas preguntas fueron dichas en voz alta por el monstruo que estaba cometiendo esa atrocidad.

-Probablemente.

Y al decir esto llevó a cabo su plan.

Con el cuchillo en mano comenzó a recortar lentamente la cara de una de las niñas que allí se encontraban. Cortaba y cortaba sus mejillas regordetas, haciéndole una sonrisa sangrienta; el hombre sonrió de igual manera al ver los dientes de leche que la pequeña aún poseía. La pequeña de rubios cabellos lloraba mares, soltaba gritos desgarradores y no podía parar ¡Sus mejillas estaban siendo cortadas! ¡La sangre que caía dentro de su boca no la dejaba respirar! ¡Se estaba ahogando en su propia sangre! El resto de niños miraban impactados el hecho; su amiguita, una de las niñas más queridas del grupo infantil, estaba sufriendo de torturas insoportables enfrente de sus caras.