—Yo creo que deberíamos esperar.
—¿¡Esperar!? ¿¡Esperar a qué!?
—No lo sé, por eso digo que tenemos que esperar. Hay que esperar hasta saber a qué estamos esperando.
—¡Eres un imbécil!
Gritó nuevamente la niña en un intento por descargar toda su ira. Evan la miró fijamente, sin moverse en lo más mínimo, inerte en su lugar apoyado en la fría pared de metal; allí estuvo durante años, sin moverse, sin hablar de más, sin dejar de llorar. Era gracioso, Cassidy, la niña estúpida con quien tenía la desgracia de compartir “hogar” (claro, si es que llamar a un oso dorado asesino de dos metros signifique hogar) se la pasaba de aquí para allá en su griterío sin fin, ordenando entre insultos al resto de niños muertos del lugar.
Evan hubiese deseado que envés de sacarle los ojos, su padre le hubiera sacado las cuerdas vocales a esa niñata caprichosa de pacotilla. Suspiró profundamente, tratando de mantenerse indiferente ante las quejas de la menor.
—Tranquilízate, llamarás la atención de los demás.
—¡Y a mí en qué me importan los demás! ¡Que se jodan!
Uno o dos años habían pasado viviendo con esta catastrófica rutina llena de insultos y rencores. Hoy, como todas las noches, Cassidy se había puesto a exigir una venganza, exigía matar, exigía hacer puré todos y cada uno de los huesos que conformaran al asesino de William Afton. Nunca paraba de pedir por eso, pedía por sangre y Evan no caería en sus juegos otra vez, ya tuvieron suficiente con la vez que Susie casi acaba con la vida de un niño sin querer.
Susie... Ese era el nombre de una de las niñas más lindas y amables que pudieron existir, generosa, amante de los animales y con el sueño de algún día convertirse en la mejor estrella de cine que el mundo hubiese podido contemplar. Lástima que todo el potencial que tenía terminara en el peor basurero de la ciudad. Una de esas buenas personas de las que ya no hay, respetuosa con todos y valiente a escalas igualadas. No como la grosera pelinegra que tenía enfrente, ugh que molesta que era. Evan pestañeó lentamente, buscando las palabras correctas para lo que diría a continuación.
—Cassidy.
—¿Qué quieres?
—Cuida tu lenguaje.
Grave error.
Cassidy se puso roja de la furia, aquellas cuencas negras que tenía por ojos se fruncieron mientras que, con todas sus fuerzas, comenzó a caminar hacia el niño inmóvil frente a ella. Daba pisotones cada vez más cercanos a su objetivo, casi sacando humo de sus orejas por el excesivo enojo que la invadía. Presa del hartazgo, tomó por el cabello al muchacho, levantándolo por encima de su cabeza, haciendo uso de todo el odio que la apresaba.
La niña de las dos coletas comenzó a gritarle horrores a Evan al oído, buscando que se harte, buscando una reacción.Evan se limitó a dejarse levantar, no podía darse el lujo de moverse, cada día se encontraba más cansado y cada noche sentía su cuello partirse más.
Indiferente se encontraba ante tantos gritos, ya acostumbrado a este tipo de ataques de ira que su compañera solía sufrir. En ningún momento dejó de mirarla a la cara con una expresión tan fría como el animatrónico que estaban obligados a poseer.
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"Crying Child"
FanfictionEvan Afton siempre fue molestado, golpeado, burlado y humillado desde que tiene memoria. Al ser el menor de la familia tampoco es como si tuviese mucha fuerza o conocimientos como para detenerlos por sí mismo. Un día, una tragedia manchó su rostro c...