Capítulo 260 - Purga

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"Ugh, ¿qué es esto? ¿Qué pasó?" Regis gimió, cubierto de un lodo translúcido, mientras se deslizaba fuera de la parte trasera del cadáver del milpiés.

Reprimí una risa. "No sabía que las heces de los milpiés pudieran hablar."

La expresión de Regis se oscureció cuando miró de dónde venía. "Oh mie/rda..."

"¡Sí, exactamente!" Me reí, incapaz de aguantarme más.

Después de que el milpiés gigante murió y sus órganos comenzaron a fallar, pude ver a Regis siendo empujado lentamente hacia el trasero de la bestia. En lugar de intentar romper su capa exterior y sacar a Regis desde el dentro, deje que la naturaleza siga su curso.

"De todos modos, bienvenido de nuevo," saludé con una sonrisa, dándole palmaditas a mi compañero. "¿Cómo te sientes?"

Regis bajó la mirada. Por una fracción de segundo, me preocupó que se desmayara, pero me miró con la boca curvada en una sonrisa. "... como una mie/rda."

A pesar de lo agotados y miserables que estábamos ambos, todo parecía un poco mejor mientras nos reíamos de nuestros propios chistes infantiles.

Y con el milpiés gigante muerto, sentí que había alcanzado otro nuevo hito en el crecimiento. 

Después de un breve descanso, los dos comenzamos a cosechar las recompensas de nuestra última victoria. En lugar de las colinas de cristales de éter dentro de la caverna, centré mi atención en el milpiés.

Hizo falta menos de una mirada para darse cuenta de que el cadáver de la bestia de éter era la fuente de éter más alta y más potente de toda la caverna. Escalando a la parte superior del milpiés gigante, me puse a trabajar consumiendo el éter de su cuerpo.

A medida que se desarrollaba mi núcleo de éter, también lo hacía la tasa de absorción. Aun así, con lo masivo que era el tamaño de la bestia, tomó varias sesiones.

Si bien el proceso de absorción del éter fue bastante sencillo con mi núcleo recién forjado, los siguientes pasos tomaron más de un tercio de la esencia etérica del milpiés para probar.

Pero con la cantidad de material con el que tenía que trabajar, pude experimentar y modificar el proceso — mejorando su eficiencia y construyendo mi cuerpo para eventualmente poder hacer algo que incluso los asuras del Clan Indrath no pueden hacer: manipular el éter.

Como no había exactamente un manual para lo que estaba haciendo, dividí el proceso en tres etapas y las llamé absorción, templado y, por último, etapa de purga.

Después de absorber el éter, descubrí que llenar mi núcleo hasta el punto en que casi se desbordaba — y era muy doloroso — obligaba al éter dentro de mí a condensarse y refinarse más rápidamente.

La etapa de purga, sin embargo, fue la más importante y requirió mi máxima concentración.

De una vez, necesitaba expulsar casi todo el éter que había metido en mi núcleo. Mientras la oleada de éter se extendía por todo mi cuerpo, necesitaba trazar los caminos que ese éter solía moverse y guiar lentamente al resto del éter para que usara esos mismos caminos.

Cada vez que purgaba el éter de mi núcleo, estaba entrenando lentamente el éter para viajar a través de 'pasajes' más eficientes dentro de mi cuerpo en lugar de simplemente extenderse sin rumbo fijo.

Me concentré en entrenar los pasajes entre mis brazos. Me di cuenta de que, si bien mi técnica y experiencia pudieron compensar la pérdida de velocidad, no pudieron compensar mi pérdida de potencia.

Con cuán ampliamente se distribuía el éter dentro de mi cuerpo cada vez que utilizaba su poder, no podía crear suficiente fuerza para hacer un daño mayor sin casi agotar la mayor parte de mi éter. No sin usar la Forma Guantelete, es decir.

The Beginning After The End  👑 CONTINUACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora