ELEANOR LEYWIN
Tuve un doloroso apretón en mi corazón cuando vi a mi hermano sostener el cuerpo de Feyrith. La presión se acumuló incómodamente detrás de mis ojos, pero no me quedaban lágrimas.
Albold, Feyrith, Rinia... ¿y cuantas personas más cuyos nombres ni siquiera conozco?
El impacto de tantas emociones conflictivas me raspo, haciéndome sentir en carne viva, frágil. Desde la certeza de mi propia muerte hasta el asombro y la alegría sin palabras por el regreso de mi hermano... hasta la lenta comprensión de cuánto nos habían quitado en las últimas horas.
Como si sintiera mi incomodidad, Mamá me rodeó con un brazo y me atrajo hacia sí.
Nos quedamos atrás y observamos cómo Durden se apresuraba a conjurar un ataúd de barro para el cuerpo de Feyrith. Sentí una punzada de culpa al pensar en todos los cuerpos que habíamos dejado en esa extraña cámara, pero me recordé a mí misma que los vivos eran más importantes en este momento.
Los muertos tenían tiempo para esperar.
Posteriormente, nos estábamos moviendo de nuevo. Arthur y los Glayder iban delante, y descubrí que mi mirada se posaba constantemente en la espalda de mi hermano, observando sus pasos suaves y fuertes y la forma natural en que parecía dar órdenes a los demás sin siquiera pensarlo. Era como si su mera presencia tranquilizara nuestras mentes y espíritus... o tal vez solo tranquilizaba la mía.
Atrapé a Mamá mirándolo también, su rostro deslizándose entre pequeños ceños fruncidos y sonrisas medio ocultas.
Solo un par de minutos más adelante en el túnel, Curtis y Kathyln se separaron y se dirigieron a buscar a todas las personas que habían estado viajando en el grupo de Curtis. Él confirmó que todos los refugiados que se habían escondido con Feyrith, al menos cincuenta personas — estaban muertos. Después e eso, encontramos al resto de los grupos sobrevivientes uno por uno.
Hornfels y Skarn Earthborn habían liderado grupos separados, pero en direcciones similares, y habían sellado los túneles detrás de ellos, dejando que las barreras conjuradas solo cayeran cuando sintieron que nuestro grupo se acercaba y Curtis confirmando a través de las paredes que el asura estaba muerto.
Cuando llegamos a la caverna principal, éramos un río largo y sinuoso de gente cansada, asustada y sorprendida – de – estar – viva. La boca del túnel se había derrumbado, pero los Earthborns la apartaron fácilmente, dejando al descubierto una pila de cadáveres: los guardias que habían estado en la retaguardia.
Arthur fue el que pasó primero, junto con un grupo de nuestros magos más fuertes, instruyendo a todos los demás a permanecer en los túneles.
Fue muy reconfortante tenerlo allí, verlo regresar al papel de protector como si nunca se hubiera ido, pero no pude evitar sentirme un poco triste. Al ver cómo lo miraban los demás, cómo incluso los miembros del consejo parecían caminar solo un paso detrás de él en todo momento, se sentía como si él estuviera allí, pero de alguna manera fuera de su alcance.
Como si él nos mantuviera a todos a distancia... o tal vez esto era al revés. Al tratarlo de inmediato como si él fuera un salvador de los cuentos de hadas, todos lo estaban alejando, poniéndolo frente a nosotros como un escudo en lugar de darle la bienvenida con los brazos abiertos.
Negué con la cabeza para deshacerme de tal pensamiento. Tendríamos tiempo para hacer todas las cosas de la familia amorosa cuando estuviéramos a salvo.
Desde la boca del túnel, pude ver a Arthur y los demás desplegarse, escaneando cuidadosamente los restos del santuario, el cual había sido nuestro hogar durante tanto tiempo. El lugar estaba en ruinas. Se habían tallado enormes cortes en el techo y las paredes, rocas gigantes habían caído sobre la aldea, aplastando casas enteras, y todo estaba lleno de hielo y relámpagos.
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The Beginning After The End 👑 CONTINUACION
ActionMuy bien esta es la continuación de El Comienzo después del Fin, ya que el limite de partes que una historia pude tener es de 200, me vi en la obligación de continuarla aquí. Si quieren leer la historia desde el principio, vayan a mi perfil. Esta h...