Un nuevo jugador en la fuerza

Capítulo 26: Catedral del pasado

Di un paso atrás y guié el ataque de mi oponente hacia un lado incluso cuando mi mano libre arremetió y lo atrapó al ras de las costillas.

Gruñó y usó la Fuerza para alejarse de mí.

"No es un mal chico", murmuró mientras adoptaba una postura de Ataru mientras yo me quedaba con Soresu. Si bien normalmente usaría Makashi, este fue mi primer combate completo con un Caballero Jedi completo. Debido a esto, confiaba más en la forma defensiva para tratar de superar a mi oponente.

Y estaba funcionando.

Lideré el spar dos a cero, lo que significa que otro golpe limpio me daría el partido y mi primera victoria contra un Caballero.

En las pocas semanas que estuve de regreso en el Templo, entrené y vencí a otros cinco Padawans, ganando alrededor de 2000XP del Entrenamiento de Superioridad mientras también elevaba mi Inteligencia y Sabiduría hasta 19. También pasé tiempo entrenando aquellos que querían consejos sobre Makashi mientras entrenaban diariamente con Serra, Darihd y Sia-Lan, quien había regresado de una asignación hace unos días.

El caballero se movió para atacar, su espada barriendo hacia arriba mientras se movía mucho más rápido de lo que podría hacerlo un ser consciente normal.

Aunque a mí me pareció lento, dejándome saber que Bullet Time estaba en un nivel lo suficientemente alto como para contrarrestar su habilidad para acelerar sus acciones.

Evité fácilmente el ataque, deslizándome hacia adelante para que su espada atravesara donde yo había estado parado, luego giré mi espada para bloquear su próximo ataque.

Giró, cortando mientras lo hacía, obligándome a dar un paso atrás.

Levantó su hoja hacia arriba, avanzando, y me vi obligado a retroceder, deslizándome hacia el lado de su ataque.

El patrón continuó durante una docena de ataques más hasta un ataque en el que se extendió demasiado.

Pasé de Soresu a Makashi, guié su espada hacia mi izquierda, me acerqué a su rango y bajé mi espada sobre su pecho.

"Match Shan", gritó el Maestro Drallig entre algunos vítores.

"Maldita sea, chico. Eres bueno", dijo el caballero mientras apagábamos nuestros sables de luz.

"Puramente gracias al Maestro Dooku, Caballero Pana", respondí.

Dooku escuchó mi comentario y negó con la cabeza una vez. "Mientras te he estado enseñando padawan, tu facilidad con la espada es totalmente tuya. Pocos Jedi, incluso Maestros como yo, se sienten tan cómodos cambiando entre Formas en combate". Incluso sin el Force Bond que compartimos, me di cuenta de que estaba orgulloso de mi habilidad con la espada.

"Tu maestro habla con sinceridad, padawan", dijo Drallig mientras se acercaba. "Con el tiempo, veo que serás capaz de desafiar, y posiblemente mejor, incluso al Gran Maestro Yoda. Aunque solo con entrenamiento continuo y paciencia".

"No tienes que preocuparte por la arrogancia, Cin, Cameron es muy consciente de sus limitaciones", afirmó Dooku con una leve insinuación de una sonrisa en sus labios. La mayoría no lo vería, pero después de unos años a su alrededor, pude detectar las sutiles pistas que indicaban sus verdaderos sentimientos. O al menos, la mayor parte del tiempo.

"Nodro, aunque eres más que capaz con tu espada, tal vez no vendrían mal algunas lecciones más sobre cómo enfrentarte a oponentes con experiencia en defensa", sugirió Drallig a Pana, quien tomó el comentario sin ningún indicio de decepción.

"Sí, Maestro, aunque preferiría centrarme en mis otros estudios", se volvió hacia mí, "me estoy entrenando para ser un historiador de la Orden. Quizás podamos hablar más tarde sobre la Orden, o al menos lo que sabías de ella". eso, de su tiempo original".