midnight thoughts

7

Pude escuchar el sonido de la ambulancia acercándose a nosotros, las personas que se acumularon al rededor, y su llanto cerca de mí. La escuchaba cerca y me dolía reconocer ese sonido como su llanto y la desesperación que había en su voz, pero no pude moverme. No pude ni abrir los ojos.
Luego sentí sus manos en mi cara, mi pecho y brazos y volviendo a mi cara. Creo que me decía que despertara y me quedara con ella. Luego lograron sacarme del auto y ponerme en una camilla, me levantaron y me llevaron hacia la ambulancia.
Cuando estaba ahí, pude reunir fuerzas para abrir los ojos, y la vi a ella, sentada frente a mí, con un golpe en la cabeza, sangrando ahí y en las manos. Me asusté y quise levantarme hacia ella, pero no fui consciente de mi propio estado, así que no pude mover un solo dedo o emitir sonido alguno.
Solo me quedé ahí, observándola por unos segundos, hasta que volví a estar tan cansado que sin quererlo me quedé dormido.

Cuando volví a despertar, estaba en una cama de hospital, con ella y mi madre llorando al lado de mí. Hice por levantarme y esta vez sí pude, sin problema alguno, así que me enderecé de inmediato y me acerqué a ellas, pero no parecieron notarme, ni verme, ni oírme. Intenté tocarlas para que voltearan a verme, para que vieran que estaba ahí, que todo iba a estar bien, pero tampoco funcionó eso.
Me levanté completamente y caminé hasta el lado de mi madre, volví a llamarla y de nuevo no tuve respuesta. Volteé hacia la cama y me vi. Y lo entendí.
Ahí estaba yo, recostado, con una expresión de calma inmensa, con la mitad del cuerpo ensangrentado, el rostro absolutamente deshecho y mis brazos casi a flor de piel.
Entendí que no me había quedado dormido. Morí.
¿Cómo pasó eso? No recuerdo mucho. Recuerdo haber salido con ella a comer. Estábamos celebrando algo, pero ya no lo recuerdo. Íbamos cantando en el coche porque a ella le encanta la música y a mí me encanta verla feliz. La música estaba tan alta, ella cantando y bailando, yo contagiado de su energía... creo que no vi la luz roja, ni escuché el claxon del otro auto.
Pegó en mi lado, así que yo fui el que más sufrió daños. Ella solo se golpeó la cabeza en la ventana.
Había sido un día simple, normal como cualquier otro, mientras ella bailaba y reía a mi lado como cualquier día.

Y ahora ya no la volveré a ver.

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- 29 / 11 / 2021 -