Capítulo 4

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Me estaba dejando llevar y eso no era bueno, como por arte de magia nuestros teléfonos comenzaron a sonar, con la poca cordura que me quedaba y con mis últimos esfuerzos logré separarme de ellas y conteste el teléfono viendo que no conocía ese número, al igual que yo ellas contestaron el suyo.

L:¿Hola?

K:¿Hablo con la señorita Amelia Anderson Jhonson?

L:si ella habla ¿Quien es usted?

K:mi nombre es Mark era el abogado de la señora Sarah Anderson

L:oh mucho gusto, pero dígame ¿para que a llamado? ¿Sucede algo?

M:le llamó para comunicarle que la señora Anderson ha fallecido y usted es la única persona que dejó como beneficiaria de toda su fortuna necesito que este mañana mismo antes de las siete en Nueva York para el entierro y posteriormente poder leer el testamento

L:de acuerdo

M:necesito que vaya formal pues la tengo que presentar con todos los socios y directores de área para que la conozcan, tiene que estar por lo menos una semana en la empresa para que deje a alguien a cargo en lo que usted termina sus estudios

L:no se preocupe estaré ahí mañana mismo

M: perfecto entonces avíseme cuando llegue para mandarle el chófer de la señora Anderson

L:no se preocupe yo le avisó

Terminé la llamada y agarre mis cosas, salí antes de que esas locas intentarán otra cosa, me dirigí a dirección a explicarle al director que iba a faltar una semana por temas familiares, me dijo que no había problema y todos los trabajos me los mandaría por correo,me despedí y fui en mi moto hacia el departamento para ir arreglando las cosas que me llevaría, al terminar fui a un restaurante para comer algo antes de ir NY, al salir del restaurante ví que había un tipo observando me, me subí a la moto y maneje hacia el departamento pero en el camino ví que me venían siguiendo, acelere y me metí en varias calles para perderlos, luego de unos minutos logré perderlos y por fin llegué a mi hogar, dejé la moto encargada con mis vecinos y me fui al aeropuerto en un taxi, antes de subir al avión le mande mensaje a Mark diciendo que llegaría en dos horas.

Al llegar a mi asiento me di cuenta de que lo compartía con Eliza y Anabeth.

L:¿Que demonios hacen ustedes aquí?

A:la pregunta sería ¿Que haces tú aquí? ¿Acaso nos estás siguiendo?

L:ni en tus mejores sueños querida

E:entonces ¿Que haces aquí? ¿Porque vas a NY?

L:tuve que viajar de última hora por asuntos familiares ¿Y ustedes?

E:por asuntos del trabajó

L:ok

A:¿ahora sí nos vas a decir tu nombre o tenemos que investigar?

L:me llamo Amelia pero me gusta que me digan Lía, ahora sí no les molesta voy a dormir un poco no he podido dormir desde hace dos días y de verdad me gustaría descansar un poco

E:claro no te preocupes nosotras te despertamos cuando el avión valla a aterrizar

L:gracias

Acomode mis cosas y minutos después caí a los brazos de Morfeo.

Centinela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora