04: Sólo es un beso

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Y allí estaba él, con sus cabellos alborotados, sus ojos apenas y podían abrirse por completo, mientras que tapaba su boca para evitar que el bostezo se escapase casi por completo, Jimin no entendía el motivo por el cual ahora mismo se encontraba parado en la entrada de la casa de Yoongi, pero su amigo le había insistido demasiado, así que allí se encontraba, eran casi las siete de la mañana, pero por lo que apreciaba, su amigo le daba igual que hora fuera, estaba a punto de tocar el timbre cuando la puerta se abrió de forma brusca ante él, parpadeo con desgano y elevo sus cejas levemente al observar a Yoongi.

—Buenos...

—Sí, sí —dijo Yoongi, miro detrás de Jimin antes de regresar su mirada a su amigo—, ¿te preguntaron a donde ibas?

—No.

—¿Te siguieron? —Jimin frunció el ceño para después negar con la cabeza—. ¿Estás seguro de que no lo hicieron?

—Yoongi —volvió a soltar un bostezo—, nadie me siguió —sus parpados pesaban—, ¿me dirás porque demonios me hiciste despertarme el sábado, a las cinco de la mañana?

Yoongi le sonrió con ternura, pero para Jimin esa fue más una sonrisa llena de maldad oculta, pero claro no muchos la notarían.

—Entra rápido —antes de que siquiera Jimin pudiera hacerlo, Yoongi lo tomo por los hombros y lo atrajo para que entrase a la casa, después de eso, lo empujo para que dejará de bloquear la puerta, Jimin trastabillo con sus pies, pero al menos no había perdido el equilibrio para caer, después Yoongi cerro la puerta de forma brusca.

—¡Oye! —se quejo Jimin, girando sobre su eje para encarar a Yoongi quien le daba la espalda mientras cerraba la puerta y colocaba el seguro, Jimin elevo una ceja al ver aquello—. ¿Por qué cierras?

Yoongi elevo levemente los hombros en cuanto soltó un largo resoplido, se giro lentamente para poder mirar a Jimin, mientras que en la cabeza de Jimin, trataba de procesar lo que estaba pasando en ese preciso momento, y es que Yoongi parecía estar actuando demasiado extraño, y sinceramente no entendía lo que estaba pasando en realidad, pero al ver como su amigo prácticamente quería encerrarlo en su casa, lo ponía un poco nervioso.

—Park Jimin —la voz de Yoongi lo saco de sus pensamientos—, me mudare.

El mencionado frunció levemente el ceño, las ganas de soltar a reír estuvieron propensas a salir, pero al ver que en el rostro de Yoongi no había rastro alguno que le indicase que esto se trataba de una maña broma, en verdad le asusto, abrió sus ojos en grande.

—¿Qué?

—Me mudare —sonrió sin ganas—, en unos meses —dio un leve asentimiento con la cabeza.

—Eso si es una mierda —Yoongi dio un nuevo asentimiento—, ¿sólo me llamaste hasta aquí para decirme esto?

—No sólo eso —comento Yoongi—, en realidad quería que vieras algo más.

—¿Qué es lo que quieres que vea?

Yoongi se acerco hacia él y antes de que Jimin pudiera decir algo más, lo tomo por su muñeca derecha y lo arrastro escaleras arriba hacia su habitación, era una fortuna que el padre de Yoongi se haya ido a trabajar en la mañana, Yoongi tenía la casa para él solo y eso si que le gustaba por el momento, y más porque podía decirle a Jimin todo lo que había estado planeando y escribiendo en su lista de cosas por hacer. En cuanto llegaron a la habitación del más pálido, Jimin no dudo en sentarse sobre la mullida cama de su amigo, mientras que Yoongi se dirigía hacia su escritorio.

—No me quiero ir de este lugar, no sin antes hacer un par de cosas —Yoongi tomo una hoja que se encontraba sobre el escritorio, se acerco hacia Jimin para después extenderle la hoja para que la tomase—, sólo no digas que estoy loco.

Min Yoongi's ListDonde viven las historias. Descúbrelo ahora