La jubilación peculiar de una joven [Youjo Senki / My Hero Academia]

Capitulo 12

Había llegado justo a tiempo.

La caja era sencilla, una simple caja negra con letras plateadas estilizadas grabadas en la parte superior: DETNERAT . Fueron altamente recomendados como una de las principales empresas que se ocupan de artículos de apoyo para todo tipo de estilos de vida. Con la aparición de peculiaridades y las mutaciones que las acompañaron, DETNERAT se dedicó a construir artículos para necesidades individuales sobre necesidades generales.

Hace más de un mes, la compañía también había comenzado a incursionar en artículos de apoyo para héroes, y cuando tuve suficiente dinero de mi negocio en línea y de mi tutoría a Kirishima Eijiro, puse una comisión. DETNERAT se enorgullecía de su rápida velocidad de fabricación, pero su lista de comisiones estaba repleta y la línea de soporte de héroes aún era nueva.

Así que me alegré de haber recibido mi pedido el día en que lo necesitaba.

Por supuesto, como era legalmente un niño, solicité la ayuda de Toga Himawari para ordenar el artículo mientras lo pagaba. Ella había estado preocupada por eso hasta que se lo expliqué con más detalle, pero estaba complacida de poder ayudar después de que yo lo hice. Normalmente, la edad no era una barrera para comprar artículos de apoyo, o incluso ciertos artículos de apoyo para héroes.

Sin embargo, se requería para el armamento.

Rápidamente llevé la caja al garaje de Toga, la envolví en un horrible papel de regalo rojo neón con un lazo azul y la puse sobre la mesa junto a mi segundo regalo. Ahora mismo eran dos de tres, pero pronto eso crecería un poco más. ¿Por qué? Hoy fue un día importante para mi mejor amigo.

Era el cumpleaños de Himiko, y no solo eso, sino su primer cumpleaños en el que lo estaba celebrando con amigos en su casa. Himiko ha mencionado que si bien sus cumpleaños solían ser un asunto tranquilo con la familia, esta sería la primera vez para ella.

Pasaron horas antes de que los invitados llegaran a la residencia Toga. Fueron solo nuestros amigos más cercanos este año, Asatou y Tsuzushime, ya que esta sería la primera vez que conocerían a los padres de Himiko. Cuando llegaron, juntas por supuesto, ambas chicas habían dado una mirada peculiar a mi casa de al lado. Incluso ahora, meses después, todavía estaba en mal estado y tenía cinta policial por todas partes.

Si bien fui y recuperé cosas de vez en cuando, no estaba interesado en las reparaciones o el mantenimiento del edificio. En lo que a mí respecta, debía ser condenado. Mi madre tenía autoridad legal sobre la propiedad y, por lo tanto, la dejé a su cuidado, ya que sería una pesadilla embargarla en los tribunales, incluso si fuera mayor de edad. No tenía buenos recuerdos del lugar para justificar mantenerlo.

Dejé a un lado el pensamiento de la casa de mi anfitrión, como lo había hecho todos los días que tenía que mirar en la puerta de al lado, y el pensamiento de mi madre. Sin duda tendría que confrontar ese problema eventualmente, o hacer que el problema me confrontara como lo hizo esa noche en particular, pero no era de lo que se trataba hoy.

Las fiestas de cumpleaños no eran un evento tan grande para los japoneses como lo eran en el Imperio o incluso en Occidente, pero era una excusa perfecta para llevar a nuestros dos amigos a conocer a los Togas.

“Esta es Tsuzushime Aoi”, dijo Himiko señalando a su derecha antes de señalar a su izquierda. “Y Asatou Hina. Son mis amigos de la escuela.

“Un placer conocerlos, Tsuzushime-san, Asatou-san,” dijo Toga Shinsu. “Soy el padre de Himiko, Toga Shinsu, y esta es su madre, Toga Himawari”.

"¡Encantado de conocerlos a ambos!" dijo Toga Himawari. "Por favor, póngase cómodo".

Me quedé cerca observando la interacción. Una vez dije que la residencia Toga fue diseñada para recibir invitados, que debería haber sido un lugar para reunirse constantemente. Me di cuenta de que todos los grupos tenían lugares particulares donde se congregaban, ya fueran actividades recreativas específicas, restaurantes o la casa de un miembro en particular. Siempre me llamó la atención que los Toga habían diseñado su casa para recibir gente, pero nunca los había visto tener invitados más allá de mí.