La jubilación peculiar de una joven [Youjo Senki / My Hero Academia]

Capitulo 1

Capítulo 1.

'Por favor, Dios ... te lo ruego'.

[PROBADO PARA LA FE]

'¿Más? ¿Estas personas crecen en árboles?

[EL HOMBRE DESCREE]

'Te amo, Padre. ¡Buena suerte!'

[EL NIÑO SOLICITA]

'Después de todo esto, ¿ahora envían a sus magos?'

[LA NIÑA SE NIEGA]

'¡Venganza para mi padre! ¡MORIR!'

[INCLUSO LA MANO QUE LO GUÍA DESTACA]

'¿¡Qué te hice !?'

¡No podemos dejar que se salgan con la suya!

'Así que ella solo está detrás de mí, ¿eh?'

[ACCIONES TOMADAS AUSENTE DE CREENCIA]

'Nunca te perdonaré. ¡Lo juro!'

'¿Qué idiota trae emociones al campo de batalla?'

'Devolvérsela. Su arma ... ¡DÉNALA!

'Oh Dios, concédenos perdón a los pecadores'.

'¿¡Por qué no te quedas muerto !?'

¿Eres un monstruo?

'Tú… diablo…'

[VIVEN SIN FIDELIDAD, LUCHAN SIN FIDELIDAD, MUEREN DESEANDO]

'¡Mayor!' '¡Oficial de captura!'

[LA GUERRA ES ACOMPAÑANTE. CONSUMIDOR. TAN CRUELDAD]

'Dios ... por favor ... ¿por qué me abandonaste?'

[SE NECESITA UNA ESCALA MÁS PERSONAL. PARA ENCONTRAR FE]

'... Me tienes. Je ... qué broma. ¿Todo eso ... por esto?

[EN UNA GRAN ERA DE LUCHA. NO LA GUERRA. MI HIJO ME ENCONTRARÁ]

'... ”

' ... ... ... '

' ... ¡MALDITO, SIENDO X! '

[O NO ENCONTRAR NADA EN ABSOLUTO]

- - -

Si este iba a ser mi infierno, entonces no era tan malo.

Había hecho muchas cosas durante mi segunda vida, actos controvertidos en nombre de mi país de entonces, que uno podría pesar metafóricamente a ambos lados de la escala kármica. Actos que, desde una perspectiva religiosa, se interpretarían como pecados. No pesan sobre mí, personalmente, ya que hice lo que tenía que hacer en busca de una vida fácil.

No es que mi segunda vida hubiera sido fácil.

¿Qué, mi primera vida? Allí no eran más que virtudes limpias, junto con un final injusto, abrupto, irracional e ilógico. Algunos días sentía que haría cualquier cosa para lograr un estilo de vida que consistiera en una rutina agradable, una riqueza modesta y un buen trabajo dentro de una jerarquía clara. Un objetivo sólido que seguir persiguiendo, una visión que puso una sonrisa en mi rostro.

La sonrisa torcida de una diminuta niña rubia me devolvió la mirada desde el espejo. Un rostro reconocible, porque era mi rostro cuando estaba en el orfanato, aunque un par de años más joven.

Tener el mismo rostro y tipo de cuerpo, incluso después de morir una vez más… ese Diablo que intenta predicar su divinidad parece haberse quedado sin ideas.