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—¿Tengo algo en mi rostro?— pregunto Hoseok al abrir los ojos, Taehyung se encuentra recostado a su lado, mirándolo fijamente, perdiéndose en las perfectas facciones del menor. —¿qué sucede?, usted está logrando que me ponga nervioso.

—¿Nervioso?— pregunto divertido. —si tan solo supieras como me siento justamente ahora, estoy cayendo bajo tu hechizo— pauso, miro aquellos ojos azules y sintió celos, porque Yoongi y Hoseok compartían el mismo color de ojos, y él, él solamente pasaba del negro al rojo. —ayer intenté llevarte al infierno, cuando caíste desmayado al suelo, te tomé en mis brazos— suspiro, cubrió su rostro con ambas manos. —te tomé en mis brazos— volvió a mirarle por entremedio de sus dedos. —sentí que moriría si te entregaba a Seokjin, no quiero compartir lo que es mío.

—Yo no soy de usted— dijo molesto al momento que se levantaba de la cama, había recordado al pequeño niño que se encontraba perdido en el bosque. —necesito salir por un momento, necesito pensar.

—Yo puedo ayudarte a pensar— Hoseok toco su cabeza sintiendo un pequeño mareo cuando apareció sobre Taehyung, en la cama. —puedo ayudarte a pensar, ¿quieres mi ayuda?— cerro los ojos, sintiendo un hormigueo en su cuerpo, en sus caderas, donde Taehyung estaba tocando. —Hoseok, soy todo lo que necesitas— murmuró sobre los labios del menor.

—Usted no es lo que yo necesito— empujo a Taehyung, haciendo que la espalda de este choque sobre la cama de paja. —Lo único que yo necesito— dijo con su ceño fruncido.

—Está molesto— toco las manos de Hoseok las cuales se encuentran sobre su pecho. —tus ojos han cambiado de color porque él está molesto, si puedes verme y escucharme en este preciso momento, quiero que sepas que no te dejaré el camino tan fácilmente. Es mío ahora y siempre.

Hoseok lo miró sin comprender lo que estaba diciendo, pestañeo una y otra vez al ver al chico paliducho debajo de él. —¿Qué sucede, dulzura?— sonrió encantado al escuchar aquel tono de voz tan dulce de aquel chico paliducho que aparecía en sus sueños, el cual se encuentra dibujado en cada página del cuaderno que Yoongi le había entregado.

—¿Puedo saber su nombre?— preguntó nervioso, levantó una de sus manos para acariciar el cabello negro de este.

—Sueñas conmigo y no sabes mi nombre— bajo la mirada, totalmente avergonzado al escuchar aquello, se sentía ridículo, apoyo las manos a los lados de la cabeza del chico que aún se encuentra debajo de él.

—Lo siento— dijo mientras se levantaba de la cama. —estoy tan avergonzado que ni siquiera puedo mirarlo a la cara.

—No te preocupes, pronto sabrás mi nombre— suspiró al levantar la mirada y encontrarse completamente solo, el chico de sus sueños había desaparecido, no tan solo dejando un vacío en el cuarto, también lo había dejado en su pecho, salió del cuarto, y por la ventana del comedor miro hacia fuera, ya era de noche, no podría salir de casa para buscar al pequeño que se encuentra perdido en el bosque, llamando a su madre. Mordió su labio inferior al ver a Yoongi apoyado en un árbol, sonrió porque la luz de la luna le permitía observarlo.

Sintió su rostro caliente al pensar que habían cruzado miradas cuando Yoongi miró hacia la casa, sintió que su corazón saldría por la boca al verlo sonreír enseñando aquellos pequeños colmillos que se asomaban. —Ven— escucho la voz de Yoongi junto a él, salió por la puerta sin pensarlo dos veces, mirando a su alrededor asombrado de que lograba ver todo con claridad. —tus ojos.

—¿Qué tienen mis ojos?— preguntó nervioso, porque Yoongi con solo mirarle estaba logrando hacerle sentir pequeñito, y tan indefenso.

—Están rojos.

—¿Rojos?.

—Si, rojos como mis ojos— miro los ojos de Yoongi y asintió. —¿cuándo tú mordiste mi mano, tenías alguna herida en tu boca?.

—No lo sé, yo lo siento por aquello, es solo que quería ir con aquel niño, necesitaba protegerlo de los demonios del bosque y usted no me dejaba ir.

—¿Por qué quería protegerlo?.

—Porque quería que sintiera lo mismo que siento yo, cuando estoy con usted.

—¿Que sientes cuando estás conmigo?.

—Me siento protegido, no siento miedo, es como si todo lo malo que existe en el bosque, desaparece cuando usted está conmigo.

—¿Estás seguro de aquello?.

—Totalmente seguro, usted me hace sentir como si yo fuese lo único que existe.

—Porque para mí tú eres lo único que existe, Hoseok— el nombrado sintió su rostro totalmente caliente. —tú, lograste que volviera a la vida sin ser amado.

—¿Qué?— preguntó, miró asustado los ojos de Yoongi cuando este tomo su mano y la llevo al pecho, sintió el latir desenfrenado del corazón de Yoongi en su mano, aquellos latidos lograron recorrerle cada rincón de su cuerpo.

—Me siento vivo sin ser amado, es doloroso, pero es el precio que debo de pagar por el chico que amo.

—¿Qué?— miró a su alrededor cuando Yoongi desapareció, ¿qué significaba aquello?.

                                🌺

—¿Cómo estás?.

—trato de estar bien, pero no puedo, Hoseok hoy cumplió diecisiete años, y es la primera vez que lo pasa fuera de casa, le compre el libro que quería, pero no lo podrá leer.

—Puedes tirarlo dentro del bosque.

—¿Para qué? ¿Para qué crea que ya lo olvide?, Hoseok debe de regresar a casa, es aquí donde pertenece.

—Han pasado casi siete meses.

—Siete meses de puro dolor, si tan solo le hubiéramos contado aquella ridícula historia, él estaría aquí conmigo.


El Sirviente De Lucifer (Yoonseok/Vhope/2seok).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora