Día 20

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Nuestra primera cita. 

No era una cita en realidad. Solamente te acompañaba como cada semana a recoger a tu hermana. 

Pero no podía dejar de besarte. 

Y tú no parabas de besarme a mí. 

Nuestras bocas susurraban un "solo somos amigos" pero nuestros ojos gritaban algo más. 

Pareciamos una verdadera pareja de enamorados.  

Pero no lo eramos. 

Yo aún no te amaba, tú aun no me amabas.  Pero tu boca sobre la mía era suficiente, suficiente para inventar promesas y futuros, pensar en cualquier locura pero contigo.

Este tampoco es mi recuerdo, no te amaba pero ya comenzaba a quererte en mi vida. Ya no quería imaginar un día sin ti.

Y me odio por eso.

Debí haber corrido en ese momento lejos de ti, pero me quedé.

Y ahora mi corazón está roto.

Idiota 

Mis días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora