Grace Barnes se prepara para la universidad y su futuro ahora que tiene una familia moderna.
Temporadas 9 - 11
(Solo me pertenece Grace y algún otro personaje que agregaré)
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A Grace le caló la luz del sol en sus ojos cerrados. Frunció el ceño mientras se frotaba los párpados con su mano derecha. Un bostezo salió de su boca, abrió sus ojos pero al hacerlo. Nada de lo que está en su habitación donde se queda con sus tíos le pareció familiar.
Ella asustada se sentó de la cama, su cabeza le daba dolor. Y se sintió mareada.
¿Qué demonios pasó?
Se preguntó ella mirando la habitación, su dolor no le ayudaba en concentrarse, no recuerda bien lo qué pasó anoche. Frustró pero al ver lo que llevaba puesto se doble asustó.
Traía solamente aparte de su ropa interior una playera grande naranja, el cabello suelto desgreñado y el rímel recorrido.
—¿Que hice?–musitó nerviosa y preocupada–. No, eso... ¿engañé a Luke?–se dijo tocando su cabeza con la palma de su mano.
Ayer.
Era el día de Brujas, Grace hacia su tarea en su computadora en la mesa y comía gomitas, Robert preparaba la cena y Aiden aún no llegaba del trabajo, Rose se arreglaba para pedir dulces esta noche.
—Grace, ¿te gusta mi disfraz?–la niña pelirroja se acercó a ella. Su disfraz era de Chucky.
Rose ya no era tan tímida con Grace, ya era un gran avance. A la pelirroja le gustaba pasar tiempo con Luna, y a la chica eso no le molestaba. Sin embargo también el conejo necesitaba su espacio en el aire libre.
—Luces terrorífica–le dijo Grace sonriéndole. La niña de cinco años le sonrió mostrando los dientes de leche.
—Rose no olvides tu bolsa para los dulces–le recordó Robert a lo que su hija asintió–. ¿Tienes planes esta noche?–el hombre se acercó a Grace a preguntarle, ella negó.
—Creo que me quedaré aquí esta noche a ver películas de horror–comentó ella.
—Vamos es Halloween, sal a disfrutar–se sentó enfrente de ella.
—Eso suena como una película de terror, Halloween y festejar. Seguro habrá un loco con una sierra matando a personas–agregó con gracia.
—Esas son películas, esto es la vida real. Aquí lo único terrorífico es la señora que vive al lado en el departamento y sale en las mañanas con demasiado maquillaje–comentó Robert–. Pero en serio, te hará bien. ¿Por qué no llamas a uno de tus amigos que conociste?
—Creo que están ocupados–dijo no muy segura. Robert estiró más teléfono de la castaña hacia ella. Grace lo miró y él le dió a entender que les marcara. Ella suspiró en frustración–. Bien, tú ganas. Pero solo por hoy–el latino sonrió orgulloso. Mientras que Grace le marcó a Noah.
• • •
Ahora se encontraba arreglada junto con Noah y Cassie en un bar. Llevaba puesto un vestido negro ajustado hasta poco arriba de las rodillas con unas pantimedias negras, sus botines negros y una chamarra de mezclilla. El cabello suelto y alaciado.
—Brindemos por la futura arquitecta y la futura abogada–alzó su vaso Noah hacia las mujeres.
—También brindemos por el chico que algún día será el presidente de los Estados Unidos. Así es, hablo de Stuart, el compañero de nuestra clase de bioquímica–sonrió en burla Cassie, Noah blanqueó los ojos y Grace rió–. Sabes que estoy bromeando, futuro ingeniero.
Los tres chocaron sus vasos y se los bebieron.
Rieron toda la noche y bebieron, Grace amaba la ciudad de Londres, sin embargo también extrañaba California.
Luego de unos cuantos tragos, Grace no supo que demás pasó.
Ahora
Así que Grace frustró llevando sus manos a su rostro, le latía demasiado el corazón. Sentía que le faltaba la respiración, no sabía que había pasado después de beber tanto.
—Grace Barnes, eres una idiota–se dijo.
La puerta se abrió y la castaña miró quien había entrado. Era Cassie con una bandeja de comida.
—Despertaste–le dijo acercándose y colocando la bandeja encima de la cobija donde Grace está sentada.
—Si... ¿qué pasó ayer?–le preguntó desorientada.
—Pues bebiste, te pusiste a reír y llorar diciendo que extrañas a Luke e ibas a tomar un avión para que te llevara ahora mismo adónde él está–le comentó la rubia y Grace soltó un suspiro de alivio.
—¿Pero por qué tengo esta...?–Grace señaló la playera.
—Como estabas tan ebria decidimos Noah y yo traerte a mi departamento. Le mandé mensaje a tu tío, así que te presté algo para dormir y tú misma te encerraste en la habitación para cambiarte–le respondió haciendo que Grace estuviera más tranquila.
—Tenía desde los 17 que no tomaba así–Cassie la miró con una ceja alzada–. Hicimos una fiesta en casa de Luke sin supervisión de los adultos. Aunque nos descubrieron porque un tipo cayó en la mesa de pin pon desde la ventana de la habitación de Luke–negó y la rubia ahora abrió su boca.
—¿Que clase de familia son?–preguntó Cassie haciendo que Grace riera.
—Lo sé, no somos una familia normal.
Y así hablaron toda la mañana, Cassie le propuso que podía quedarse con ella durante los meses que esté en Londres. A Grace le gustó la idea.
El teléfono de Grace sonó y ella miró a su persona favorita.
—Hola, Luke–sonrió al contestar. Sin embargo lo que le dijo Luke su sonrisa se fue esfumando y cambió a una molesta–. ¿Que Sarah hizo que?
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