Aquel verano solemne donde todo comenzó se hizo presente.
El sol es su máximo esplendor irradiaba alegría dando por comenzada aquella historia.
Dos jóvenes estaban bajo las hojas de los arboles de un parque intentando refugiarse del incesante calor que azotaba aquel 4 de enero.
Las palabras no se hicieron esperar por parte del mas alto, temerosas salieron de sus labios con una leve sonrisa -¿Te gustaría ser mi novio Sunghoon?-.
Las palabras atropelladas hicieron que el adolescente peliblanco sonriera en demasia, le hacia inmensamente feliz esa propuesta, siendo consciente de que tarde o temprano debería hablarse.
De todas formas, sus sentimientos eran correspondidos.
Un asentimiento basto para que la sonrisa del pelinegro se ensanchara y casi estallara de felicidad, se querían más que a nada y así mismo paso el tiempo.
Juntos estaban cada día que pasaba mientras se acercaba el primer año universitario de ambos.
Besos, abrazos y promesas de amor eterno buscaban la eterna prosperidad en el aire que ambos respiraban, solo eran unos tontos.
La primera herida llego junto al inicio del invierno y Sunghoon no estaba preparado para ella.
Confundido por las altaneras palabras del mas alto solo pudo llorar.
Su corazón dolía mientras su mente repetía como un bucle interminable las palabras antes dichas -Yo ya no te amo-.
El propio repetir de sus palabras hizo que estallara en lagrimas nuevamente, buscando consuelo en la nada de esa lluviosa tarde del 21 de junio.
Se sentía traicionado, apuñalado por la espalda por la persona en quien mas confiaba, la persona que amaba con locura.
El aire se le escapaba de los labios mientras intentaba calmarse, pero, aun así, todo era inútil, cada momento que pasaba dolía, cada momento que pasaba su herida se hacía más grande.
Los días siguientes a ese no fueron mejores, miraba por la ventana de la cafetería a las parejas que pasaban por fuera del lugar, todo le recordaba a Jay.
En la universidad era ignorado por el mas alto y aunque intentaba sobrellevar el latente dolor cada vez que lo observaba de reojo no podía, estaba ahí, clavando mas fuerte en su ser una daga imaginaria que no hacía más que lastimarle.
El sentirse confundido llego a su ser ese 3 de julio donde un pelinegro lo observaba con arrepentimiento buscando su perdón.
Que tonto fue al caer en sus brazos al escuchar -Estaba confundido Sunghoonie, al único que siempre amare es a ti-.
Los brazos del mayor se sentían asfixiantes al momento de abrazarse, el sabor agridulce del beso que siguió luego se quedo en su boca por días y aunque nadie lo viera Sunghoon era su mascota.
Era el amante de Jay con una correa, tirando o dejándola libre cada que él quisiera.
Que estúpido era.
Su lastimado corazón se fue reparado poco a poco por el mismo peliblanco buscando confort en las nuevas promesas del mayor.
-Fui un tonto, jamás te volveré a dejar, te lo prometo-. Realmente el menor deseaba que así fuera, no creía que su lastimado corazón pudiera soportar el dolor una vez más.
Realmente quería creer en sus palabras.
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𝙏𝙝𝙚 𝘾𝙪𝙩 𝙏𝙝𝙖𝙩𝙨 𝘼𝙡𝙬𝙖𝙮𝙨 𝘽𝙡𝙚𝙚𝙙𝙨 - 𝙅𝙖𝙮𝙃𝙤𝙤𝙣
Fanfiction✦Te necesito mas que al aire que respiro, te necesito más que a nada✦ ✦No puedo ser tu amante con una correa, cada dos semanas, cuando tú quieras✦ ✦No puedo estar lastimado cada vez que lo desees✦ ⸙Jay - Top. ⸙Sunghoon - Bottom. ⸙Historia inspirada...