5: the finale

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—¡Damien, no! No puedes jugar con eso. Es para Louis.

Damien jadea. —¿Para bonito Louis? Oh no. No puedo jugar con esto, no puedo jugar con esto.— Se limpia la mano con sus muslos regordetes mientras retrocede lentamente, alejándose del Pooh gigante.

—A ti también te compré un Pooh, ¿no es así?

—Sí, papi. Solo quería verlo, pero no puedo jugar con él. — Harry sonríe antes de cargar a su hijo.

—Eres un chico listo, ¿eh? ¿Serás bueno con Jenny cuando me haya ido?

—Soy listo y seré bueno, lo prometo. — Harry deja un beso en la mejilla regordeta de su hijo, alborotando el cabello de Damien mientras el niño se ríe, suplicando que lo baje.

Han pasado más de dos meses desde que Louis entró en su vida, trayendo consigo nuevos destellos brillantes en su día a día. Pasan mucho tiempo juntos, con o sin Damien, y es que cada vez que Harry tiene la oportunidad de ver al dulce chico, siente que gana otro año para vivir siendo un hombre feliz. Para algunas personas puede sonar exagerado o demasiado seguro, pero al final del día solo él sabe cómo lo hace sentir Louis.

Todavía no son oficiales, aunque es obvio que ambos han sentado cabeza y se sienten cómodos cuando están juntos. Harry ha estado pensando en ello durante los últimos días y se ha dado cuenta del porque Louis no ha dado pistas sobre dar el siguiente paso: Louis es demasiado tímido.

Él lo sabe muy bien ya que siempre se percata de que el chico lindo quiere presumirlo, tomándolo de la mano cuando llevan a Damien a la feria, a pesar del tono rosado que adorna sus mejillas y que solo le pertenece a él. También lo sabe porque Louis nunca duda en aceptar cada vez que Harry lo invita a salir, siempre afirmando que tiene todo el tiempo del mundo para él. Louis también deja de hacer literalmente cualquier cosa cada vez que Harry y Damien aparecen en su camión de helados, bueno ahora ya es su antiguo camión de helados ya que compró un edificio pequeño ubicado en un lugar estratégico para expandir su negocio de helados.

El pensamiento provoca que Harry sonría, está muy orgulloso de Louis. Sabe lo duro que ha trabajado su chico para llegar a este momento, por lo que ahora está en camino para encontrarse con él. Louis no lo ha visitado mucho en los últimos días, demasiado ocupado vigilando la renovación de su nueva heladería.

Después de dejar a Damien, sabiendo que el lugar probablemente esté lleno de cosas peligrosas por la renovación, Harry conduce para sorprender a Louis. Le da unas palmaditas al Pooh de tamaño humano que compró ayer por un impulso después de haber pasado por afuera de la tienda que lo vendía, también consiguió un ramo de narcisos y una pequeña tarjeta en la que se lee "¡Felicidades!". Espera que el automóvil frente a él dé marcha atrás para poder acomodar su auto en el espacio de estacionamiento.

La nueva heladería de Louis ya se ve como si fuera a inaugurarse mañana con sus paredes rosadas y azules recién pintadas, el letrero proyectado y la puerta de vidrio decorada. Aunque cuando Harry abre la puerta con el hombro izquierdo debido a que sus brazos están cargando los obsequios de Louis, ve que el interior del edificio aún está a medio renovar, algunos hombres están aquí y allá con sus propias herramientas, trabajando en el piso, las mesas y las sillas. Harry estira su cuello mientras se acerca al mostrador de cristal en donde está sentado Luke, escribiendo en su ordenador portátil.

—¿Qué, tal, hombre?— Harry saluda a Luke, asomándose para ver en qué está trabajando: el menú.

—Hey, ¿cómo estás?— Luke extiende su mano, estrechando la de Harry.

—Bien, bien. Sólo estoy aquí para ver a Louis. ¿Está aquí?

—Sí, en la parte de atrás.— Luke se da la vuelta. —Creo que está arreglando el congelador. Lo llamaré por ti.

Coldest with the kiss, nice with the cream [bottom!louis] [traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora