𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔

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¿Acaso era una diosa?, ¿Un hermoso ser caído de algún cielo?. Mi madre siempre me dijo que nadie en este mundo era perfecto, pero ella, Dios, la perfección le queda chico a lo que realmente era.

-¿Seguirás embobado viéndola o irás por lo que te encargó la abuela?- Dándole un zape al de cabellos castaños, su prima Isabela le decía con un tono cansado.
-Es la quinta vez en esta semana que sólo te le quedas viendo. Lo único que tienes que hacer es ir y hablarle-
-¡Lo dices como si fuera fácil!, tú nunca haz tenido problemas con eso- Recordaba todos los pretendientes que su prima había tenido en sus 25 años.
-¿Desde cuándo el grandioso Camilo Madrigal a tenido miedo de hablar con una chica?, hace tres meses te ví coqueteando con Daniela- Una chica de la panadería, bastante linda a decir verdad, pero un tanto cabezota.
Camilo sólo rodó los ojos soltando un quejido y un "no lo entenderías" y así era, su prima y nadie sabía cuántas veces se intentó acercar a aquella chica de cabellos ____ pero algo siempre salía mal. Desde que alguien justo le hablaba hasta un burro llevándoselo arrastras por todo el pueblo, realmente tenía una suerte horrible con ella y eso la hacía ver más inalcanzable para sus ojos, haciéndolo deprimir.
Ya no sabía que hacer, inclusive le escribió cartas y estás siempre terminaban por alguna razón quemadas o destruidas, el destino era su peor enemigo, pero, cómo siempre dicen: "tú haces tu propio futuro" y por eso jamás se rendía.

Creo que el destino ya se había divertido bastante con el pobre chico así que le dió su primera oportunidad.
-¿Quiubo parce?- lo saludo bastante animado su mejor amigo Carlos.
-Ese mi Camilo, ¿Estás listo para la gran fiesta?- su otro amigo, Alberto, lo agarro por los hombros sacudiendolo violentamente con bastante emoción.
-¡Basta huevón!, no ves que me arruinas el look- intento poner la cara más seria que pudo pero sólo logró hacer reír a sus amigos.
-Si no hay morras chidas no voy- ¿Quién más podría ser? Su tercer amigo Jesús. -Por cierto, antes de que nos rechaces como siempre lo haces- Camilo le dió un pequeño golpe en el brazo haciéndolo reír. -¿Sabes quién va a ir?- movía sus cejas de forma pícara.
-¿Carolina?- Alberto preguntó. -Bro, ella tiene unas tremendas...-
-¡Alberto!- lo interrumpió Carlos, era bastante tímido con estás cosas. La sonrisa de Alberto se extendió y así empezó a decir muchas obscenidades que no podemos decir ya que es horario familiar.
-Cállense ya, me voy a hacer pipí- No podían dejar de reír, parecían niños de primaria riéndose por idioteces.
-Entonces, ¿Me vas a decir o no?- El de ruana se secaba las lágrimas.
-Tu novia- Haciendo una pose de beso todos lo empezaban a molestar pero Camilo, oh Camilo estaba estallando por dentro. ¿Qué se pondría?, ¿Por fin podría acercarse?, ¿Cómo lo haría?, ¿Qué tal si le parecía raro? Más y más dudas se fueron generando en su cabeza ignorando a sus amigos, de hecho, ni siquiera se dió cuenta que ya había llegado a su casa. El pánico aumentó, mañana era la fiesta.
Casi no pudo dormir intentando obtener el vestuario perfecto para que al final se decidiera poner lo mismo de todos los días.

Se levantó, desayunó y se fue rápido hacer todas sus tareas y más para que su mamá Pepa lo dejara ir a la fiesta.
-Bien, pero escucha, tienes que llegar a más tardar a las 12, no tomes y tampoco fumes, ¿Escuchaste?
-Sí mamá- Estaba cansado, ya se lo había repetido como 20 veces.
-No te drogues, porque siempre llevan drogas a esa clase de fiestas, no aceptes nada, cuida tu bebida, quién sabe lo que le podrían poner- cada vez se preocupaba haciéndola formar una nube con pequeños relámpagos.
-Mi amor, basta, sabemos que Camilo no sería capaz.- Super papá al rescate. -Está bien, está bien. Cuídate mucho mi bebote hermoso- su mamá lo abrazaba y le deba muchos besos junto apretones en sus cachetes.
-¡Mamá para!- Un apenado Camilo le dió un beso a su mamá y se despidió de su papá para salir corriendo, por tantos regaños llegaba una hora tarde.
Al fin llegó, era su oportunidad, era ahora o nunca. Y... Ahí estaba, la chicha más linda de todo el pueblo, tenía una hermosa blusa descubierta por los hombros y una falda color lila que hacía resaltar su tono de piel, ninguna imperfección a los ojos de él.

-Hey, no voltees, pero mira quién llegó- una chica de tez oscura le hizo una seña a su amiga para que volteara. Era él, el hombre más guapo que alguna vez haya pisado en esta tierra. Solo suspiro enamorada, Camilo Madrigal, hasta su nombre suena hermoso. ____ carraspeo su garganta. -Sí, bueno, me alegra que haya llegado- tomó una posición seria. Su amiga rió. -¿Acaso no te gustaba ese Madrigal?- otro suspiro pero ahora de tristeza, la chica de pelo ___ le hizo un ademán para que viera a sus alrededores, cuantas chicas no suspiraba por él también. Su amiga la miró con tristeza. -____ eres muy hermosa, no sé porque te acomplejas- subió ambos hombros en forma de respuesta. -Como sea, ¿Por qué no vamos a bailar-
-¿Crees que estoy tan desesperada como para bailar contigo?, Pues tienes toda la razón- su amiga la tomó de la mano ambas riendo.
____ a pesar de ser insegura con el chico que le gusta eso no le impedía de bailar con su mejor amiga, prefería no pensar en él, solo le llegaba el recuerdo amargo de todas esas chicas que lo seguían a todas partes y de todas esas veces que ella había intentado hablar con él. Porque sí, el destino también había jugado bastante con ____ impidiéndole siquiera decir un hola a su amado.

Ahí estaban, tan cerca pero a la vez tan lejos. Pero está vez sería diferente, muy diferente.
Estaba decidido, había agarrado valor para ir y bailar con ella, sus amigos lo apoyaban.
-Bien, repasemos el plan- habló Jesús.
-Carlos, irás a la derecha, no dejarás que nadie se acerque, Alberto tú a la izquierda impidiendo que esas chicas quieran hablar con Camilo. Camilo, tú te quedarás en la mesa de bebidas hasta que yo separe a su amiga, ¿Entendieron todo?- al unísono todos respondieron un sí.
-En marcha-
Parecía que todo iba a salir a la perfección, estaban en posición y Jesús inicio con su parte, sacando a bailar a su amiga dejando por fin sola a ____. Fase final del plan, pero estaba tan nervioso Camilo que tuve que llevarse un refresco consigo para tomar y no sentir la presión, vaya error. Estaba a nada de llegar a ella, inclusive_____ ya lo había visto a la lejanía, ambos deleitándose por los hermosos ojos del otro. Apunto de hablar Camilo cuando de un momento a otro todo se desplomó, ambos chicos que estaban cuidando que nadie se acercará fallaron, todas las chichas querían bailar con Camilo, empujándose llegaron hasta él llevándolo al otro extremo de la pista, lejos de ____.

Oh el amor, siempre es doloroso pero también poderoso.
¡No está vez!- Pensó Camilo que con su don logró cambiar de forma, a veces niño, otras adulto para poder llegar por fin con su amor pero ya no estaba ahí, la pista se había llenado tanto que no logró ver por dónde se iba. Maldijo a todos en voz baja.
Todos le pidieron disculpas ya que lo habían estropeado, con una sonrisa triste les dió las gracias a sus amigos y decidió irse, apenas eran las 11:30.

¿Por qué tiene que ser así?, ¿Qué le hizo a la vida para que lo tratara así? Siempre ayudó a su pueblo, a su familia. Él siempre está ahí, ¿Qué ha hecho mal? Toda su cabeza era un lío, se sentó en la fuente cabizbajo y con una inmensas ganas de llorar, la impotencia tal vez.

-Hola- Esa voz, tan armoniosa, tan pacífica. Su corazón roto acababa de ser reparado y con todo el entusiasmo volteó.
-Eres tú- dijo impresionado.
-Lo siento, yo... no sé que estoy diciendo, te ví en la fiesta y quería hablar contigo, preguntarte tu nombre, bueno sí se tu nombre.- La chica lo miró extrañado y empezó a reír. -Espera, no creas que te estuve espiando simplemente que ya te había visto y me llamaste mucho la atención- empezó a tartamudear y hablar de más. Bastante tierno a su parecer.
-Me llamó____ pero tú puedes decirme el amor de tu vida- linda y divertida, ¿Qué más puede pedir?
-Hola amor de mi vida- le dijo con su típica sonrisa ladina. Empezando así una conversación que duró horas, obviamente cuando Camilo llegó a su casa santa regañada le metió su madre por haber llegado a las 2 de la mañana, pero valió cada maldito minuto.














🍄¡Sɪ, ᴘᴏʀ ғɪɴ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛ! Esᴘᴇʀᴏ ʟᴇs ʜᴀʏᴀ ɢᴜsᴛᴀᴅᴏ.
Oᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ, ᴘᴇʀᴅᴏɴᴇɴ ʟᴀs ғᴀʟᴛᴀs ᴅᴇ ᴏʀᴛᴏɢʀᴀғɪ́ᴀ.
𝔸𝕕𝕚𝕖𝕦. 🍄

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