La señorita Anne Chelsea, siendo una de las más adineradas en la ciudad, tuvo una vida demasiada desafortunada, desde pequeña, le sucedían cosas que un niño no tendría que padecer. Su madre la señora Ross, siendo una pueblerina y de bajo nivel económico disponía a trabajar en la mansión de los Chelsea, donde ella solo poseía 20 años de edad, era una joven hermosa y perspicaz, no tenía miedo a trabajar.
Un día al señor Chelsea y a su prima la señorita Wilson recibían visitas de parte de familiares lejanos, ellos provenían del norte de un lugar muy lejano, casi pocos sabían de ellos, pero al recibir esa visita, venía consigo el hermano del señor Chelsea que vivía en Norwich y durante el viaje se apego a sus primos, el señor Fred Chelsea, era una persona de gran orgullo, pero de amable personalidad, cuando se trataba de ser sociable lo era sin dificultad alguna.
La señora Ross, vestía su traje negro y blanco, un traje de mucama, rara vez se le permitía mirar a las visitas, pero, todo quedo en el olvido ese día, ella fue la que más socializaba con todos, siendo de una mayor atención por su forma de hablar y su delicada voz al llamarlos "señores", ella en son de repartir toda la comida y bebidas, se disponía a hablarles a todos.
Fred llegaba constante mente a la cocina, le preguntaba muchas cosas, al final, la perspicacia de la señorita Emily Ross era de agradable ternura para el señor Fred. pasaron años y el señor Fred al poseer aun más fortuna que su hermano, comenzó a enamorarse de la mucama de tal, ignorando cualquier advertencia de amigos y familiares.
La señorita Emily y el señor Fred, se casaron y tuvieron una vida muy afortunada, cualquier persona que conocía a la Señora de tal casa, que quedaba en Norwich, siendo una mansión que recorría al menos 12 millas al cuadrado. La propiedad gozaba de mucho y la señorita, hasta aprendió a cabalgar de forme profesional; pasado algunos meses de la boda, se dio la noticia de que probablemente la Señora Chelsea iba a engendrarle un hijo al señor, no obstante durante el periodo de embrazo siendo muy tendida por la servidumbre de la casa, su embarazo no fue afortunado y al momento de dar a luz, la criatura falleció, siendo el varón que iba a heredar la casa y toda fortuna alguna, el señor Fred al saber que su mujer había perdido al primogénito heredero de toda su fortuna , decidió esperar un par de años para decidir si quería un hijo o no, su orgullo, lo cual en aquel tiempo, era lo verdaderamente tolerable, esta vez se hizo lo más insoportable posible, la señora no podía salir de su casa, ni a cabalgar.
Pasado 3 años, la señora quedó embarazada otra vez, sin embargo, esta vez todo era más provechoso, porque el embarazo fue de lo mejor y nació una hermosa niña, a la cual, su madre la llamo Anne, el señor Chelsea al darse cuenta, dijo que no necesitaba a un ser inferior en la familia, y que si iba a ser su engendro, tenía que llamarse Andreu Chelsea, porque no le aceptaría tener un nombre de mujer, esas discusiones fueron por años, la niña se vestía como niño, su cabello siempre pasaba recortado, era educada por hombres.
Su vida transcurrió de tal forma, que era reconocida por muchas personas, quienes le daban las felicitaciones al señor Chelsea, por increíble hijo que tenía, que era muy inteligente y diestro en las artes, la señora temía que Anne no sería más que peón de su padre toda la vida, más que ella estaba enferma y su hija podía ser desdichada.
A la edad de 12 años, la señora Chelsea le contó a la niña que su verdadero nombre era Anne Chelsea Ross y que su padre le había cambiado el nombre y le contó toda la verdad, y la niña, siendo muy sensata e inteligente, tomo todo a bien y le dijo que no se preocupara, que aunque sus educadores la habían confundido desde niña, había comprendido todo y que esta vez tomaría lo que su padre dice como juego.
La señora comprendió todo con la sonrisa de su hija y se quedó conforme, trabajó duro para cambiar todo en su testamento y que no mencionará el nombre de Andreu Chelsea y cambiar su nombre de nacimiento, así que todo lo hizo perfecto sin que su esposo sospechara, a la edad de 15 años de Anne, su madre murió, así que, en su funeral se presentó como una dama, todos la miraban y preguntaban quien era la esplendida dama que entraba de color negro y velo en la cara, su semblante era de un orgullo que ni un hombre lo toleraría, iba usando un vestido de su madre, con una rosa blanca en su mano, hasta el mismo señor Chelsea la miraba con asombro.
-- ¡Buenos días, estimados! -- decía mientras se acercaba al ataúd donde reposaba su madre, el señor Chelsea se le acercaba poco a poco y hasta que llegó a su lado y preguntó -- ¿Acaso usted señorita, es familiar de mi difunta esposa? -- Anne volteo su rostro hacía él y respondió: -- ¡claro, acaso me dirá que la señora Ross jamás habló de mi!, me parece muy absurdo, fui la persona más importante para ella, cada vez que me tenía en sus brazos, me acariciaba muy dulcemente, ¿Con usted jamás fue así de dulce? -- él mirándola con asombro, sabiendo que no lograba definir ese rostro que le traía consigo un pequeño recuerdo -- mi esposa era la persona muy dulce, pero luego del nacimiento de mi hijo Andreu todo cambio -- ella lo miraba con una sonrisa que implicaba deseos de quitarse el sombrero y el velo, para recitar su nombre ante todos.
Al momento de retirarse el señor Chelsea le dijo: -- ¿Cuál es tu nombre? -- ella sonrió y se quito el sombrero dándole la espalda -- ¿mi nombre? -- sonreía -- mi nombre es, Anne Chelsea Ross -- retirándose con una sonrisa y con un miedo atroz dentro de ella no podía creer que a su corta edad podía desafiar a su padre; él con rencor dentro de su ser, no sabía que cara poner, los presentes se quedaron boquiabiertos y vieron al inigualable hijo como una dama muy rectificada y muy educada, todos cuchicheaban y se decían que era lo que sucedía, nadie podía explicarse lo que sucedía.
Así paso un buen tiempo, Anne se dedicaba a la pintura, escultura, música, lectura y escritura, siendo diestra en todo esto, su padre aun así, sentía un remordimiento ante ella.
Llegado los 20 años de Anne su padre la presentaba frente a grandes señores para que contribuyera matrimonio con alguien de su estadía, la llevo a la ciudad de Londres a conocer a su tío el señor Jonathan Chelsea, quien la recibió con gran amabilidad y pudo conocer por fin a su sobrina, él estaba encantado y preguntaba muchas cosas, al darse cuenta que era una mujer muy inteligente y buena para ser presentada en la sociedad, él sabía que sería admirada por su belleza.
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Escritos sin fortuna
Short StoryUna historia de una joven llamada Anne quien decide enfrentar a su padre después de años de frustración, en cada capitulo se ve narrada las cartas que ella dejaba en un vacío, siempre dedicadas a alguien y así su historia continua, quien es una pers...