Hasta Los Huesos

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Este era el momento de dolor que no querían vivir, intentaron irse sin decir nada pero se retractaron porque sabían que sería peor, ¿qué es peor que esto?, estaban agachados frente al cochecito doble de los gemelos despidiéndose de sus nietecitos tan pequeñitos e inocentes, estaban felices porque todo esto lo estaban viviendo ahora que no tenían la edad suficiente para ver a su madre caerse a pedazos, era un alivio.

Grisha y Carla no le deseaban a nadie ver a Eren de esta manera, dolía tanto y se sentían tan impotentes, querían cambiarle la mente en un segundo, dejar de verlo llorar, ya estaban sufriendo más que él no sólo por lo horrible que fue su yerno sino por tantas lágrimas que había derramado, lo estaba sufriendo hasta los huesos y lo transmitía sin querer a sus dolidos padres que aunque no querían irse debían hacerlo.

Le dieron el último abrazo a su hijo y se fueron tan rápido como les fue posible, ambos sollozando y tratando de no dejarle ver que también sufrían, debían ser los fuertes para intentar llevarle un mensaje motivador, pero la verdad es que estaban peor que él con todo esto.

Todos en el aeropuerto veían la emotiva escena de una madre sin fuerzas llevando ese cochecito lejos, tan lejos como le fuera posible para no retractarse y correr hasta sus padres, ¿Qué les hacía pensar que podía solo?, ¿por qué se iban así?, no estaba razonando bien solo los quería devuelta.

En el auto con los niños el llanto fue peor, quería ser fuerte, quería dejar todo atrás, ¿pero cómo?, ¿cómo haría para sacarse del corazón a su ex marido?, ¿cómo haría para ser la madre ejemplar que quería?, ni siquiera podía pasar un día sin llorar.

En el asiento de atrás se escuchó una carcajada, luego otra, otra, y otra, los niños estaban muertos de risa al ver uno de esos muñecos inflables que colocaban frente a las tiendas, estaban sumergidos en la risa como dos pequeños charlatanes, la inocencia de no saber que pasaba pero aún así vivir era divina.

Eren- ¡¿de qué se ríen?!, ¡por Dios!, ¡¿no se cansan de estar felicices?!

Los gritos de mamá aumentaron el nivel de sus infantiles carcajadas, Eren se dejó caer sobre el volante mientras sollozaba pero al levantar la vista vio también el muñeco, sus labios temblaron y perdió la batalla contra la contagiosa carcajada de los bebés.

Eren- ustedes son maravillosos

Los tres emprendieron un viaje de vuelta a casa con las energías en sus lugares, su felicidad momentánea era impulsada por ellos, ¿qué importa que fueran solo unos minutos de sentirse bien?, los iba a disfrutar.

Eren- haremos la cena los tres, ¿hm?, par de charlatanes, no sé a quien salieron con ese sentido del humor

La cura para cualquiera de sus males eran esos dos bebés, pero depender de ellos para poder ser feliz no estaba bien.

En otro lado

Levi estaba enfadado, acababa de discutir con casi todos sus compañeros de mantenimiento, ellos al ver a alguien que hacía tan buen trabajo se relajaron y dejaron todo sobre sus hombros, tardaban el día completo limpiando un solo baño, solo para que él azabache al ser más rápido acabará y siguiera con lo demás.

Después de quebrar varias escobas frente a ellos como ejemplo de lo que le haría a sus cuellos y sus columnas vertebrales fue a la oficina de su jefe para acusarlos, recordó lo mucho que Eren hacía por él y antes de arremeter físicamente contra todos respiró hondo y decidió usar las palabras, pero con su superior.

Lamentablemente Floch solo pensaba las 24 horas del día en que Eren estaba soltero y no podía desaprovechar la oportunidad milagrosa de salir con él, interrogó al azabache todo el tiempo sobre su pequeño trato sin siquiera prestar atención a sus quejas sobre sus compañeros.

Floch- ¿solo eso?

Levi- ¿qué esperabas?, ¿qué le investigue la vida entera?, desde la encubadora hasta ahora

Floch- intentaré sacar algo de ahí

Levi- creo que sí lo invitas a salir y le preguntas sería mucho mejor que enviarme a investigar, ¡por Dios!, ¿no te hace sentir un acosador esta porquería?, ten cojones e invitalo a salir, Eren es de la poca gente que conozco que no te mandaría a la mierda

Floch- como te estresas, ¿seguro que tienes 20?, pareces de 40 cuando hablas así de sufrido

Levi- me estrésa la gente estúpida

Floch- hm, si, olvidas una cosita, ¡y es que soy tu jefe!

Levi- lo que dije hace unos segundos no fue enserio, bueno si, pero no mucho

Horas después

Levi veía la televisión mientras los niños jugaban en el suelo frente a él y  Eren lavaba los platos. Estaba realmente afectado porque su madre no le contestaba las llamadas incluso en su trabajo había dejado la orden de que nadie la buscará si era él quien estaba del otro lado de la línea, quería pedirle perdón y mostrarle como estaba viviendo ahora, pero no había forma de convencerla de volver a confiar en él, no después de todos esos años de malos ratos.

Eren se sentó a su lado al parecer ya había terminado y recostó la cabeza del azabache sobre sus piernas, se veía muy desanimado cosa que no era normal, en estos pocos días conviviendo con él sabía que Levi era más o menos activo y siempre estaba haciendo o diciendo cosas crueles.

Eren- ¿estás triste?

Levi- estoy demasiado triste

Eren- Levi no te vayas, no busques una casa nueva, yo quiero que te quedes en verdad no puedo estar solo

Levi- pero nuestro trato...no queiro ser un vividor

Eren- no, tú no eres así, yo sé que te esfuerzas y mira como vas en el trabajo, quédate

Levi- pero-

Eren- ven vamos a mover tus cosas al cuarto donde estaban mamá y papá, te va a encantar, tienes un baño y un clóset solo para ti

Levi tomó a un gemelo y Eren al otro, si podían ayudarse mutuamente las cosas iban a mejorar para los dos, al menos en la casa todo estaría mejor, Levi tendría vivienda segura y Eren compañía.

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𝙔𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙨𝙩𝙚 𝙡𝙤𝙨 20. (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora