ENOJOS, FIESTA Y UNA MERLUZA

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Hola a todos! Siento mucho haberme tardado en escribir pero ha sido un tiempo un poco difícil. Pero aquí estoy de nuevo con una historia nueva y espero la disfruten. Déjenme saber si les pareció o no y si quieren que la continúe. Gracias por su apoyo siempre ❤️

Esa noche reunidos como familia en el monasterio estaba yendo bien, había sido una locura total, en el mejor sentido. Disfrutaban como nunca, cena, vino, risas, cervezas y platicas de sus vidas pasadas. Todos lo disfrutaban como nunca, excepto Sergio. Había decidido cenar rápidamente y levantarse de la mesa para seguir estudiando el plan a fondo, quería que todo saliera bien. Se disculpo con todos diciendo que tenia que retirarse a planear la clase del día siguiente.

-Raquel, me voy adentro -susurró Sergio al oído mientras se disponía a retirarse de la mesa.

- Estas bien? -preguntó Raquel un poco preocupada.

-Si, solo necesito repasar unas cosas antes de la próxima clase -diciendo esto, dio un pequeño apretón a la mano de Raquel, la cual mantuvo todo este tiempo junto a la de él, en señal de despedida y pasó a retirarse.

Los demás de la banda solo asintieron y vieron como él se alejó en dirección a las habitaciones.

-Sabes lo que pasa con Sergio querida Raquel -dijo Palermo -es que nunca se divierte, se encuentra siempre pensando en idear atracos, planes y eso lo hace un aburrido, un antisocial.

-Estoy de acuerdo -prosiguió Tokio -lo que al profesor le falta es alegría -dijo levantando una cerveza en señal de brindis y dándole un sorbo grande.

-Que pasa, ¿que no le alegra todas las noches de boom boom Ciao con Lisboa? -comentó Denver volviendo a ver a Raquel la cual le daba una mirada de querer matarlo por dicho comentario.

-Con eso se siente mucho más que satisfecho -contraataco Raquel con voz de ganadora -Creo que el solo necesita su espacio, aunque a veces me pregunto si necesitara un empujoncito para que sonría mas a menudo -comentó Raquel con tono pensativo.

-Y si le jugamos una broma? -sugirió Palermo.

-No, no. no -dijo Marsella luego de estar callado por mucho tiempo -el profesor es muy enojado.

-Calla, que será una bromita inofensiva -dijo Denver volviendo a ver a Palermo.

-Tengo algo en mente -confirmó Palermo -pero necesito tu ayuda Lisboa y no acepto un no.

-De acuerdo -Raquel comento para sorpresa de todos. No hubo oposición y es que en su mente solo quería ver sonreír a Sergio, quería que se olvidara por un momento del motivo por el cual estaban todos ahí.

-Vamos querida -dijo Palermo a la vez que se levantaba de la mesa y se dirigía a Raquel para poner en marcha la idea que tenía en mente.

Caminaron hasta la cocina, Raquel no sabía por que iban allá, ella solo seguía a Palermo quien ya llevaba la idea y sonreía como si de una travesura de niños se tratara. Al entrar a la cocina, fue directo a la nevera, saca una merluza y se la enseñó a Raquel.

-Esto mi querida Lisboa, va a hacer reír y disfrutar a tu amado Sergio -dijo Palermo con una sonrisa en su rostro.

- ¿Qué planeas Palermo? -dijo Raquel un poco asustada y queriendo retractarse de lo que estaban por hacer.

- Solo hacer que Sergio se divierta un rato -dijo en tono de inocencia y levantando la merluza y moviéndola como los peces se mueven en el mar.

Salieron de la cocina en dirección a donde Sergio se encontraba, la idea al principio era vestir a la merluza con ropa de mujer y Palermo entraría donde Sergio se encontraba, hablando en forma sexy, pero a Raquel se le ocurrió que sería mejor idea esconderla en la cama de ellos.

Fueron directamente al cuarto y verificando que Sergio no estaba ahí, procedieron a terminar la broma.

-De que lado duermes querida -preguntó Palermo listo para acomodar a su pequeña amiga.

-Del lado izquierdo -dijo Raquel al mismo tiempo que movía las sabanas para que Palermo pudiera acomodar la merluza.

-Vaya sorpresa que se llevará cuando sepa que no sos vos -sonrió Palermo satisfecho con su plan.

Salieron de la habitación sin hacer ruido posible y regresaron con los demás a la mesa para comentar lo que habían hecho. En la mente de todos, aquello era una broma que haría a Sergio reír, pero no sabían lo que estaba por pasar y muchos menos Raquel, que era cómplice de aquella broma.

Gracias por leer ❤️✍🏼

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