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Las copas chocaron y lo qué más brillaba en esa habitación era la reluciente sonrisa de Felix, no se lo esperaba para nada y lo primero que hizo al escuchar a su padre, fue caminar hasta dónde estaba Yujin y abrazarla, empujando a un lado a Hwang, después de todo, era gracias a qué ella cambió su voto que él pudo ganar.

—Prometo que cuidare a la empresa más que a mí propia vida.— Miró a los ojos a su hermana mayor.

—Lo sabemos, Lix, muchas felicidades.

El rubio se separó de Yujin y abrazó a sus padres, seguido de Yeeun y los demás socios de la empresa, todos menos Hyunjin, quién solo estaba por explotar de la rabia que contenía.

Pero tenía una idea.

Caminó hacía dónde estaba su oponente y le tocó el hombro con suavidad, Felix se dió la vuelta y se cruzó de brazos, pero quedó algo sorprendido cuando vió a Hwang extendiendo su mano amablemente.

—Ganaste justamente, felicidades, sé que llevarás bien el cargo.— Una sonrisa apareció en sus labios.

—¿Estás bien? ¿Tienes fiebre o algo?— Felix lo miraba con los ojos muy abiertos, jamás había conocido esa faceta de Hyunjin.

—No, estoy diciendo la verdad, Felix, lo lamento por todo.— Rascó su nuca.

—Wow, bueno, supongo que todos pueden cambiar.— El pecoso siempre tan amable y comprensivo, sonrió de igual forma y tomó la mano de Hyunjin, intentando dejar atrás el pasado.

Felix era tan inteligente como ingenuo.

Comenzaron las sesiones de fotos y la gran fiesta para celebrar la nueva presidencia, el pecoso sentía estar en el mejor día de su vida. Tal vez podría arreglar las cosas con Hyunjin y vivir en armonía con su hermana, era lo que más quería, amaba a Yujin y Hwang siempre intentaba alejarla de él.

Pasadas las 00:00 la reunión había concluido, por lo qué los socios se retiraron y solo la familia Lee, acompañados de Hyunjin, claro, se quedaron en la mansión.

Los señores Lee desaparecieron unos minutos después, al día siguiente viajarían a París y debían descansar bien.
Yeeun partió a su habitación y Yujin igual, mientras que Felix se quedó inspeccionando los contratos de las nuevas modelos de la empresa, tenía muchas cosas planeadas para la siguiente colección de Nike.

Fue sorprendido por tercera vez en la noche cuando sintió una prescencia sentada a su lado, se trataba nuevamente de Hwang Hyunjin.

—¿Qué haces?— Preguntó el pelinegro interesado al ver al de pecas tan concentrado.

—Revisando un par de cosas, no es nada. ¿Que haces despierto aún?— Felix retiró sus lentes y los dejó a un costado, se veía tan atractivo con todo lo que hacía que Hyunjin no pudo evitar cerrar su puño del enojo, quería molerle la cara a golpes.

—Solo quería felicitarte nuevamente y.. ya sabes, hacer un brindis nosotros dos para celebrar que ya no nos odiamos ¿Verdad? Yujin estaría muy feliz.— Sugirió.

—Claro, cómo gustes, no te prometo tomarme más de una copa, en la cena de hoy tomé mucho y mañana tengo una junta muy importante con los directivos de los bancos asociados a Nike, no puedo levantarme con resaca.

—Entiendo, no te preocupes.— Asintió y se levantaron, caminando hasta la cocina, dónde Hwang abrió un vino y sirvió dos copas.

—Todavía no puedo creer que tú, Hwang Hyunjin, quién siempre me hizo la vida imposible, ahora esté felicitándome después de ganarle en votos.— Soltó Felix agarrando su correspondiente copa de cristal.

—Fue de un día para otro que me dí cuenta que estaba siendo un idiota inmaduro.

—Lo eras.

—Lo sé.

—Bueno, brindemos, por Yujin y por su matrimonio.

—También por la futura amistad que puede salir de aquí.

Chocaron las copas y bebieron el líquido en ellas, antes de qué Felix pudiera decir nada, Hyunjin volvió a servirle otra copa.

—Te dije que no tomaría más, Hwang.— Rechazó el alcohol.

—Vamos Lix, solo una copa más y nada malo ocurrirá.

Así fue como tres botellas de vino fueron vaciadas completamente, perdiéndose en la noche.

٬  🍷 ․⠀Wine.  ˚ . ✦ (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora