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La llegada de Lee Felix a Nike corporation siempre era la más esperada por los reporteros y las mujeres locas gritando por doquier.
Con su traje y maquillaje impecable, siempre siendo un icono de la moda. Fingiendo una sonrisa entró a la empresa, no había dormido en toda la noche pensando en todo lo que haría sí fuera presidente, y vaya, mentiría si dijera que no se consideraba el mejor presidente que Nike podría tener.

El chico de pecas iba a la empresa de su padre una vez por semana a supervisar el trabajo de los empleados y qué tal iba la empresa, no tenía duda de que su progenitor estaba haciendo su trabajo excelentemente como lo había hecho durante todos estos años.
Solo esperaba que dijeran lo mismo de el luego de asumir, sí es qué lograba convencer a Yujin de qué lo votara a él.

Pasó por presidencia, por la oficina de Yujin, la de Yeeun, la de su madre, la de el presidente encargado de las finanzas y por último, la visepresidencia, la cual era la oficina de Hwang.

Estuvo a punto de entrar cuando escuchó ruidos un tanto extraños.
No, no eran ruidos normales, Hyunjin estaba probablemente haciendo cosas indebidas en la oficina.
Se iba a retirar cuando pensó que estaba con Yujin, lo cual le parecía sumamente asqueroso por qué se supone que deberían estar trabajando, pero luego recordó que su hermana estaba en su oficina.

Ahí fue cuando se le prendió la lamparita.

Ya se le había ocurrido una idea para qué su hermana lo votara, quizás no era del todo limpia pero Hwang siempre convencía a todos con maniobras sucias, está vez era su turno.

Sacó su teléfono del bolsillo y dió la vuelta por el pasillo para llegar a la puerta trasera de la oficina de vicepresidencia. Abrió la puerta con cuidado de no hacer ruido ni acto de presencia y sacó una foto aquel momento tan repugnante, Hwang estaba con su secretaria, de está no se salvaría.
Para completar, río y cortó el vídeo, pegando un portazo para qué su contraparte notara que alguien los vió.

Satisfecho, Felix caminó hacía el ascensor con tranquilidad, ahora solo pensaba en cómo decírselo a Yujin.
Hyunjin había engañado a su hermana miles de veces, por lo qué ya no sería una novedad para ella, pero sí sabía que su enojo podría llegar a sacarle el voto y dárselo a él.
Al fin y al cabo se lo merecía.

Dejó su montón de hojas escritas en la madrugada a la secretaria de su padre y agradeció a la empleada por ayudarlo, todos en esa empresa amaban a Lee Felix por ser una persona tan humilde.
Contrario a Hyunjin, la mayoría de los empleados lo detestaban por lo arrogante y egocéntrico que era.

Dos polos opuestos, es por eso que había tanta rivalidad entre ellos.
Uno era serio y quería lo mejor para la empresa, el otro no tenía experiencia y sólo quería joderle la existencia a Felix robándole la presidencia.

Siempre se trataba de eso, de molestar a Felix, al parecer Hwang no sabía lo que significaba "soltar"
Al terminar la secundaria, el pecoso estaba completamente feliz de poder al fin alejarse de Hyunjin, hasta que se lo encontró otra vez en la universidad.
Siempre haciéndole jugarretas para que desaprobara las materias y no pasara de semestre, pero la inteligencia y el IQ de Felix iban más allá de todas las idioteces que Hyunjin hacía para intentar que fracasara. Cuando terminó los estudios, pensaba heredar la empresa de su padre y no verle más la cara salvo en cenas familiares, pero todo cambió cuando Yujin y ese anunciaron su compromiso, de repente todos querían que Hyunjin fuera más apegado a la familia y pum, ahora la mitad de los votos estaban a su favor para asumir la presidencia, nada tenía sentido.

Y eso tenía sumamente estresado a Felix.

٬  🍷 ․⠀Wine.  ˚ . ✦ (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora