CAPITULO 08

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"Ten cuidado"

Aquellas palabras resonaron en su cabeza con fuerza, de inmediato el príncipe omega no dudo en colocarse en alerta, sus sentidos estaban a flor de piel mientras se concentraba en todo lo que estuviera a su alrededor, ¿cuidado? ¿Por qué debería tener cuidado? Aquella voz no fue la de su alfa, sino que era de alguien más, una suave voz femenina, eso es lo que había escuchado.

—¿Dasom? —pregunto en un susurro, y entonces escucho un ruido, fue pequeño, casi imperceptible, pero no dudo mucho en correr hacia aquel sonido que logró captar, sus pasos se escuchaban sobre la madera mientras seguía en camino.

Salió de aquella habitación, Jimin se había separado de su hija dejándola con Seokjin para que pudiera llevarla a comer algunos postres en la cocina, mientras que él iba a asegurarse que su alfa y la guardia real regresasen pronto, pero aquel sonido lo había detenido y también aquella voz, cuando salió por el pasillo, dio la vuelta del lado derecho, su respiración era agitada, su corazón estaba palpitando en demasía, haciendo que sus latidos se escuchen en sus oídos con fuerza, mientras que miraba a su alrededor.

Pero no parecían haber huellas de algo malo, siguió su camino a pasos ligeros, sin causar que la madera bajo sus pies rechinase con sus pisadas, siguió con su camino, y en cuanto termino el pasillo dándole a su vista una nueva curva no dudo en tomarla, pero apenas había rodeado aquella esquina, cuando se detuvo de golpe, sus ojos se abrieron en grande, y un enorme escalofrió recorrió su espalda, allí frente a él, se encontraban un par de sirvientes, estaban tirados en el suelo sin darle la cara.

—Por la diosa luna —menciono Jimin en un murmullo, no dudo en acercarse a la mujer que se encontraba más cercana a él.

Se apresuro colocándose de rodillas justo cerca de su cabeza, y no dudo en colocar su mano sobre el hombro de aquella mujer, la sacudió levemente, pero no hubo una respuesta, ni siquiera un quejido, en cuanto Jimin quito su mano de aquella zona, pudo mirar que en el suelo había algunas gotas de sangre, trago saliva y volvió a colocarse de pie.

¿Qué había pasado?

—¿M-majestad? —la voz del otro sirviente lo había hecho mirar hacia él, el hombre temblaba levemente en su sitio mientras soltaba unos suaves quejidos, apenas y había logrado levantar su rostro del suelo para mirar al príncipe—. P-prínci...

—No te fuerces —menciono Jimin aproximándose hacia él, y colocándose de rodillas, sostuvo la cabeza de aquel sirviente, que temblaba bajo su tacto—. ¿Puedes decirme que paso?

El hombre apenas y podía mantener sus ojos abiertos, pero debía intentar darle una explicación, porque no debía de tardarse, y no cuando había presenciado parte de lo que paso.

—E-e-ella... ella se la lle-evo... —Jimin frunció levemente el ceño.

—¿Ella? ¿Quién? ¿De qué hablas? —trago en seco, su animal interno rasguñaba con fuerza su pecho, en un acto desesperado—. Por favor, trata de contestarme —suplico el príncipe.

—La bru-uja —dijo antes de soltar un lastimero resoplido, el cuerpo le dolía, era como si lo estuvieran quemando por dentro—, s-se la llevo...

—¿A quién? —Jimin apretó sus labios con fuerza—. Te lo suplico, tienes que decírmelo... por favor.

—A s-su hija... s-se llevó a Y-yoojung...

Aquel hombre se permitió cerrar los ojos, sus respiraciones eran cada vez más erráticas, mientras que poco a poco su cuerpo se quedaba cada vez con menos fuerzas de vida, ni siquiera Jimin pudo notar cuando aquel hombre dejo caer por completo su cabeza sobre sus manos.

El omega no podía creer lo que había escuchado, esto debía tratarse de una mala jugada del destino, debía tratarse inclusive de un sueño, una pesadilla, quería despertarse, pero no podía, porque no se trataba de un sueño, ni siquiera de uno malo, era la vida real, y había escuchado lo que más se temía. Dejo con cuidado la cabeza del hombre en el suelo antes de incorporarse de nuevo, tambaleando en el momento debido a la noticia que había recibido, llevo su mano derecha hacia la pared más cercana para poder detenerse y evitar caer en el suelo, la terrible sensación de impotencia y las enormes ganas de vomitar no tardaron en aparecer ante él.

Se suponía que nada malo iba a pasar, que la guardia se haría cargo de todo esto, pero...

—¡Yoojung! —dijo Jimin antes de volver en sí para comenzar a caminar en dirección a la cocina, apresurando el paso.

Debía de ser una mentira, su hija estaba bien, ella no había sido raptada, todo eso no era real, no lo era, su hija estaba bien, estaba con Seokjin, él la cuidaba, él estaba con ella, siguió su camino sintiendo sus pies quemar por la velocidad que llevaba.

El camino ni siquiera había sido largo, pero para el príncipe omega había sido eterno en ese momento, pero justo cuando llego, y tomo la puerta corrediza con fuerza para después deslizarla para abrirla, se sorprendió mucho al ver que todo lo que estaba allí había sido destruido casi por completo, aquel lugar que antes brillaba pulcramente y en el cual siempre se encontraban los mejores vegetales, las mejores carnes y cereales, ahora estaba destruido, no sólo estaba desordenado, cada uno de los muebles estaba destruido, y el terror de Jimin había crecido más al ver el enorme agujero en la pared de la cocina, y no sólo eso, bajo esos escombros se encontraba Seokjin.

Jimin no dudo en ir hacia él para poder ayudarle.

—Seokjin, Seokjin —lo llamo dos veces y lo movió levemente, el mencionado no tardo en soltar un suave quejido dándole a entender al príncipe que seguía con vida, Jimin pudo respirar con alivio—, Seokjin, ¿qué paso? ¿Seokjin?

Necesitaba ayuda.

La Hechicera Que Destrono Al Príncipe Omega ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora