3. El primer encuentro.

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Perdile ayuda a Hanta fue más fácil de lo que pensó. Por un momento creyó que le iba a decir que no podía porque ya estaba todo tomado, pero no. Parecía que tenía suerte ya que el que cuidaba el jardín cayó enfermo e iba a tardar bastante tiempo en volver así que decidió renunciar. Una pena. Bueno, no para Denki, pero una pena.

Tenía bastante suerte. Cuidar un jardín no le era difícil ya que cuando era niño, su padre lo mandaba a cuidar el jardín que tenía cuando este no podía. Sabía en qué momento había que regar y en qué otro cortar para que no se expanda de más.

一 Lo único malo es que no me gusta el barro... 一 murmuró con algo de molestia, mientras se colocaba unos guantes para hacer el primer trabajo. Bueno, no tenía mucho para quejarse. Era ensuciarse un poco con tierra nada más. Suspiró tratando de no fastidiarse tan rápido y salió, yendo al jardín, sosteniendo una cubeta con agua y unas tijeras.

Hanta le dijo que cortara un par de rosas para así decorar el centro de la mesa de la familia real, ya que las otras ya estaban algo malgastadas. Denki solo le asintió sonriente y fue a hacer lo pedido. Era lo único que debía hacer de todos modos.

Caminó un poco entre los caminos que lo llevaban hacia distintos sectores del gran jardín, notando todos los tipos de flores y plantas que había. Parecía que a la familia real realmente le gustaba la flora. Por un momento creyó que todo era de piedra. Pues el rey parecía tener el corazón de eso.

一 Pero, ¿Donde mierda están las rosas? 一 se preguntó en tono de queja, dejando el balde en el suelo y apretando las tijeras. Menos mal tenía guantes o se habría cortado. Aunque tampoco le habría dañado tanto debido a la costumbre. 一 Reyes presumidos de mierda, ¿Para que tienen un jardín así si ni alardean? Lo tienen solo para joder...

一 Más bien lo tienen porque yo se lo pedí.

一 ¡WAAA! 一 debido al susto, terminó cayendo el piso, chocando con el balde que cayó y mojó todo. Incluso su cola. 一 ¡¿Que mierda, amigo?! ¡No eres un fantasma, intenta avisar antes de hablar! Maldita sea...

一 ¡Lo siento, no quise... ! Un momento, ¿Tu eres el nuevo?

Denki le iba a reclamar si no fuera porque al verlo, se quedó cautivado por la gran belleza que tenía en frente. No era más ni nada menos que el príncipe Hitoshi Aizawa, quién lo veía sorprendido, para que luego extendiera su mano para que el rubio la tomara. Gracias a su fuera, Kaminari logró pararse sin problema quedando un tanto cerca al peli-indigo, quién se quedó estático.

一 Eh... Seh. 一 se alejó de golpe al darse cuenta que el contrario no estaba dispuesto a moverse. 一 Un gusto. Creo. 一 sacudió la cabeza. 一 ¿Que acaso eres una estatua? Me diste tremendo susto, dios.

一 ... 一 Hitoshi parpadeó dos veces, y lo miró extrañado. Estaba algo sorprendido. El rubio parecía no tener ni un mínimo de respeto hacia el, siendo el príncipe del reino y el futuro rey. 一 ¿Si sabes quién soy.. ? 一 se animó a preguntar, viendo algo de duda en la cara del contrario, quién se limpiaba un poco el pantalón.

一 Hum.. Supongo. 一 le contestó sin siquiera mirarlo. Tomó la cubeta, bufando con molestia al notarla vacía. 一 Puta madre, ahora tendré que volver al castillo y llenarla para luego venir acá y volver a perderme. Gracias por nada.

El príncipe titubeó atónito y frunció el ceño. Aunque admitía que se sentía algo bien ser tratado como los demás y no como alguien súper importante.

一 Por como me tratas, no debes tener idea de quién soy.

一 ¿Que mierda me importa quien eres? ¡Tiraste mí agua! Me chupa un huevo quien sos.

𝐈 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐛𝐮𝐫𝐧 𝐟𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮 || ShinKami. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora