"¿Qué será entonces, Mikaelson?"

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-Es curioso ¿no crees?-Aurora me ofrece una sonrisa triunfante mientras mi mirada se desvía contantemente hacia Josie. Apenas puedo notar su respiración, pero sé que si me acerco Aurora reaccionará. Puedo ver la estaca en sus manos. La única que podría matarme-Tus amigos han intentado de todo para que la humanidad vuelva a ti, y resulta que lo único que hacía falta era coger a la persona adecuada... La chica que nunca se ha rendido contigo. La brujita.

-¿Qué quieres?-trato de disimular cierta desesperación en mi voz. Va a morirse, puedo sentirlo. Está perdiendo demasiada sangre y es por mi culpa. Aurora se dio cuenta de lo mucho que me importaba y reaccionó. Sus ojos, de nuevo, me miran triunfantes.

-Ya sabes que no me van las venganzas clásicas. La muerte siempre me ha parecido un final demasiado rápido. Tu familia merece mucho más-Se acerca un poco a mí y me observa-¿Qué hay peor que el hecho de que la única persona que nunca se ha rendido contigo muera?

-Aurora...

-He estado en su cabecita ¿sabes? Al principio se resistió bastante. Admito que es una brujita poderosa. Tiene un gran potencial. Pero ni siquiera la mejor de las brujas podría aguantar tantos días sin ceder-Se está recreando en sus palabras. Le encanta ver que todo lo que dice está calando en mí y trata de alargarlo todo lo que puede. Disfruta viendo cómo noto que Josie empeora por segundos-Estos días han sido... reveladores, cuanto menos. He averiguado muchas cosas de tu amiguita... Aunque admito que lo que más asombro me ha causado es lo mucho que le importas...

Me contengo para no atacarla. Ni siquiera me importaría arriesgarme a que me clavase esa maldita estaca si no fuese por Jo. Su respiración cada vez es más leve y siento que mi corazón se acelera en compensación. Si Aurora quisiese podría acabar con ella antes de que yo la alcanzase.

-¿Sabes que es lo que más teme además de perder a aquellos que ama?-Trato de evitar mirar a Jo. Necesito concentrarme. Se está quedando sin tiempo. Por mucho riesgo que suponga, tendré que reaccionar-Su naturaleza oscura... De hecho, la teme hasta tal punto, que prefiere morir a convertirse en hereje, porque sabe que esa condición podría potenciarla. Le da un miedo atroz hacer daño a aquellos que más ama, así que antes que arriesgarse, prefiere dar su vida... ¿tremendamente noble no crees?

Para mi sorpresa retrocede unos metros, dejándome el camino despejado para llegar a Josie. En cuanto lo hace voy directa hasta ella y veo que se ha quedado notablemente pálida. Ahora apenas respira. No hace falta ser una experta para darse cuenta de que no llegaré a tiempo de dejarla en un hospital. Aurora me mira con una sonrisa divertida y, de nuevo sorprendiéndome, tira la estaca a un lado. Hace una pequeña genuflexión y me guiña el ojo.

-¿Qué será entonces, Mikaelson? ¿Dejarás que muera como es su deseo o la salvarás con lo que ello implica?-Parece encantada-Supongo que lo descubriré la próxima vez que nos veamos.

Sale de la sala y aunque mi instinto es seguirla para arrancarle la cabeza, mi cuerpo se muestra incapaz de alejarse de Josie. Trato de ignorar sus heridas, gravísimas todas. Sabía que lo que Aurora decía era cierto mucho antes de que lo soltase por la boca. Si no le doy mi sangre, va a morir. Y si se la doy se va a convertir en alguien como yo. Aprieto el puño.

-Lo siento-susurro dándole de beber mi sangre-pero no puedo perderte...

-Hope...

Abro los ojos de golpe sintiendo que me falta la respiración. Tras unos segundos me recuerdo a mí misma que estoy en mi habitación. Joder...

-¿Otra vez con pesadillas?-Me giro para encontrarme con Lizzie. Raro. Suele evitarme todo lo posible, aunque las cosas han ido mejorando con el tiempo. Su rostro trata de mostrar indiferencia, pero su mirada delata preocupación-¿Es por el regreso de mi hermana?

-En parte-susurro levantándome de la cama. Así que por eso me ha buscado. Ella también está nerviosa. Puedo sentir su corazón acelerado-¿Tú estás bien?

-¿Te refieres con ver a mi hermana tras convertirse en hereje e irse con el aquelarre que supuestamente trató de matarnos de pequeñas para controlar su nueva condición?-se responde solo-¿Tú qué crees, Mikaelson?

-Creo que no quieres estar sola ni preocupar a MG así que has optado por venir con tu amiga menos favorita-pone los ojos en blanco ante mi comentario-O tal vez 'amiga' sea demasiado todavía.

-Han pasado seis meses, creo que puedo devolverte esa etiqueta-vale, no esperaba esa amabilidad-Aunque que la conserves depende de cómo esté mi hermana.

-¿No te ha estado escribiendo?-me tenso ante su mirada-Dijiste...

-La última carta que recibí fue hace unas semanas, diciéndome que vendría para ayudar con nuestro pequeño problema de monstruos. Sin embargo, antes de aquella pasaron casi cuatro meses sin cartas-Voy a quejarme cuando se adelanta-No tienes derecho a pedirme explicaciones. Me pidió tiempo. Dijo que necesitaba aislarse completamente de esta escuela y de todos los que estuviésemos aquí, familia incluida. Prometió que estaría bien así que cedí.

-Pero le has estado diciendo a todos que estaba bien, que te escribía cada semana-a mí incluida-Que ella...

-Sé lo que he hecho, Hope. Simplemente no quería que se preocupasen-no me hace ninguna gracia, pero no voy a seguir con eso-El caso es que prometió que hoy llegaría, así que asumo que tiene un control mínimo sobre su nueva condición. Si no, no se atrevería a venir a la escuela Salvatore.

-Una deducción bastante acertada, Elizabeth-Finch. Ni siquiera se molesta en mirarme. Su profundo desprecio hacia mi persona no ha disminuido lo más mínimo durante los seis meses que hemos compartido escuela. Y digo escuela porque lo que es estar en la misma sala creo que es la primera vez. Bueno, salvo tal vez nuestro primer encuentro en el gimnasio tras lo de Josie. Aunque en aquella ocasión no hubo mucha conversación-¿Cuándo pensabas decirnos que has estado mintiéndonos durante meses?

-Debería ser todo un alivio para ti descubrirlo-A Lizzie no le ha hecho ninguna gracia que la llame Elizabeth. Si soy sincera creo que no tiene tanto que ver con el nombre en sí como con cómo lo pronuncia Finch. O tal vez sea porque Josie es de las pocas personas que la han llamado así alguna vez-Significaría que no eres la única a la que no le ha contestado.

-Lizzie...-Mi tono es de advertencia. Sé que en parte es su forma de gestionar el nerviosismo que lleva encima, pero se ha pasado. Finch no es santo de mi devoción. No lo era ni cuando todavía no era trihíbrido, pero era la novia de Jo cuando todo ocurrió. Es evidente que ella le importaba, quedó destrozada tras su marcha.

-No te metas, Mikaelson-suspiro y alzo mis manos en señal de rendición mientras me alejo lentamente. Lo último que me apetece es gestionar una de sus peleas.

Al encararme hacia el pasillo casi me choco con una figura que reconozco de inmediato. MG me ofrece su habitual sonrisa. Siempre amable. Creo que es de los primeros que empezó a hablarme tras todo lo ocurrido.

-Eh ¿todo bien por aquí?-señalo hacia la pequeña trifulca y MG pone mala cara.

-Creo que deberías intervenir antes de que tu novia pulverice a la lobita-MG suspira y masculla una especie de disculpa para ir directo hacia ellas. Un valiente, sin duda.

Decido retomar mi camino hacia la biblioteca. Leer un libros se plantea como una buena distracción. Una distracción que, con suerte, me permitirá estar un buen rato sola. Al entrar en la sala mi mirada se desvía hacia una sección muy concreta. Sin embargo, al acercarme, me doy cuenta de que no está el libro que tenía en mente.

-Creo que buscas esto-Abro los ojos de par en par al escuchar su voz. Ni siquiera me he dado cuenta de su presencia. Al girarme me encuentro de frente con esos preciosos ojos castaños que tanto temía enfrentar. En todos los encuentros que había creado en mi cabeza, nunca imaginé que vendrían acompañados de una dulce sonrisa-Hola, Hope. 

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